CHAPTER 1

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El Gobernante Del Inframundo.

CHAPTER 1.

En una gran sala hecha de mármol blanco, se encontraban 6 seres sentados discutiendo algo.

5 de estos seres parecían estar envueltos en una acalorada discusión.

Pero el que no discutía, mantenía sus ojos cerrados en contemplación.

En su frente una cicatriz en forma de rama de olivo resaltaba de color negro.

—Discutir, no nos llevará a nada.

La voz suave y calmada del último ser resonó en la ruidosa sala.

Su voz fue como un catalizador para volver el orden.

Uno de los que discutía que Poseía el cabello blanco y unos ojos que parecían dos rayos, asintió.

Discutir no los ayudaría en nada.

—Debemos calmarnos y pensar con la mente fría. —Volvio a hablar el sujeto de marca de olivo.

El resto asintió, dándole la completa razón al sujeto sentado enfrente de ellos.

Estaban en un momento de crisis, y el hecho de que ellos 6 solo se gritaran tonterías sin sentido, no ayudaba a sus cargos.

Todos ellos eran importantes para la coalición de los dioses griegos.

Sin ellos, los Titanes Ex-Aliados de Cronos los hubieran derrotado.

—¿En qué piensas entonces, Hades?

La Consulta provino de una mujer muy hermosa con cabello media noche.

El Nombrado Hades, finalmente abrió sus ojos dejando ver qué eran de un hermoso color violeta.

Esto resaltaba bastante bien con su cabello que igualmente era de color negro Azabache.

Al igual que su piel blanca, le daba un toque noble y muy atractivo para toda mujer que lo observará.

—Aun no tengo nada en concreto. Pero si nos alteramos, solo causaremos el pánico en los demás dioses menores.

Todos los sentados allí Asintieron, su hermano mayor tenía razón.

Ellos 6 sentados en esta sala era los más poderosos dioses del panteón griego.

Ninguno de ellos podía perder la compostura, y menos en momentos de crisis como estos.

—Poseidón, ¿Requiero saber el estado de nuestras fuerzas y las del enemigo?

Un hombre rubio y de ojos azules, asintió.

Al costado de éste dios, un gran tridente se encontraba apoyado en su trono.

Levantándose del trono, soltó una pizca de su poder.

Una columna de agua salió de la nada y comenzó a mostrar algunas imágenes.

—Tenemos aproximadamente Mil  dioses que están listos para la batalla.

El dios guardo silencio, esperando que su información se asentará en las mentes de sus hermanos.

—Pero el enemigo, posee una cantidad de 2 Mil Titanes.

El silencio invadió la sala de reuniones, ésto colocó un poco temerosas a las diosas sentadas allí.

Y nadie las podía culpar.

Tenían la desventaja numérica, los titanes eran más grandes y poseían la ayuda de una primordial de su lado.

Gaia había sido quién dió el primer paso para comenzar esta guerra.

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