El Gobernante Del Inframundo

CHAPTER 5

Gobernante del Inframundo.

CHAPTER 5.

XXXXXXXX.

El silencio invadió la sala de reuniones.

Los rostros serios abarcaban todos los rostros de los dioses olímpicos.

Desde la lujuriosa afrodita, hasta el alegre y torpe Apolo.

Esto resumaba seriedad, y el rostro de piedra que Hestia mantenía dentro de la sala, te decía lo suficientemente serio que era esto.

Sin embargo, dentro de la espaciosa sala de reuniones un dios faltaba.

Esto mantenía en alerta a los demás.

Poseídon nunca había llegado tarde a una reunión.

Nunca había llegado tarde, cuando Hestia era la que lo llamaba.

Por qué si algún otro dios lo llamaba, simplemente Poseídon no vendría.

Esas fueron las consecuencias de que Zeus, tratara de acostarse con su esposa.

Él ya no respondía al mandato del King Of The Gods.

Él ahora era un dios independiente que guiaba a sus súbditos con sabiduría, y puño de hierro.

No dejaría que ningún Mortal inmundo, cruzará las barreras de sus dominios.

Exceptuando a Hermes, quién tenía el permiso del mismo tirano de los mares, o la misma Hestia la cuál iba algunas veces a charlar con Anfitrite.

—¡Esto es absurdo! —bramó Zeus, el cual comenzó a irradiar rayos de su cuerpo.

No podía creer que su hermano tuviera tal Osadía de hacerlo esperar en un momento tan tenso como éste.

La guerra estaba a la vuelta de la esquina, y a Poseídon se le ocurría el llegar tarde a una de las reuniones.

—Solo cálmate, está por llegar. —ofreció Hera, una expresión estoica en sus rasgos Aristocráticos.

Ella era la reina de los dioses, no podía perder la compostura en un momento como éste.

También debía calmar a su esposo, él cual como siempre estaba haciendo un drama.

La guerra ni siquiera estaba en su panteón.

La Biblical faction estaba relativamente lejos de sus tierras, pero aún así Zeus hacia drama.

Comprendía que esto iba a ser una guerra.

Comprendía que las vidas se perderían sin importar que hicieran.

Pero desde hace cuánto que a Zeus le comenzaron a importar los Humanos.

Los humanos que por decirlo menos, tenían una guerra cada siglo.

Pero desde que oyó que la Facción Bíblica comenzaría una guerra interna, comenzó con sus ataques de paranoia.

Además, el tener a sus dos hermanos mayores en contra de él, solo acrecento el miedo de ser destronado.

Por mucho que Zeus fuera fuerte, no podía equipararse al inmensurable poder de Naruto.

Poseídon y él estaban en el mismo nivel, una batalla entre ellos dos terminaría con la muerte de ambos.

Pero si Hades se unía, Zeus perdería irremediablemente.

Sobre todo por aquella espada, que le sacaba escalofríos de solo recordar aquel pilar de destrucción púrpura y carmesí.