Era el último año de secundaria para su generación y no había nadie más emocionado a que eso terminara que Peter B Parker, quien orgullosamente siempre había sido conocido por sus profesores como una de las personas más prometedoras de la escuela. Pero su casi nula popularidad que tenia en la escuela era que se había hecho porque había tenido la rapidez suficiente para comerse 10 hamburguesas en menos de 15 minutos, pero ese no era un tema que le podía dar mucha gloria por lo que olvidaba en lo medida de lo posible.
Por lo que si alguien deseaba nombrara algo memorable de esa escuela, podríamos hablar del chico lindo y deportistas que por protocolo siempre había uno así en cada escuela, no era nadie más que Miguel O'hara, un futbolista destacado que decía algo en español cada vez que algo no le gustaba, podrías preguntarle a cualquiera en esa escuela y te dirían que eso solo lo hacia un poco más interesante porque eso demostraba que podía manejar una segunda lengua, además que fuera del mundo de los deportes también le iba bien en sus notas de estudio, no había ninguna semana en la que su nombre no estuviera en boca por alguna razón.
En algunas ocasiones se trataba de que había hecho un gol increíble, alguna cosa que hizo en una fiesta con su amiga Jessica o sobre alguna persona valiente se le había confesado y la habían rechazado, obviamente había un montón de escusas para meterlo en una conversación, pero esas solían ser las mas comunes, esa era una de las pequeñas cosas indeseables de la popularidad, que siempre había alguien con ganas de opinar, aunque no fuera su asunto.
La capa de invisibilidad que cubría a su contrario, a pesar de ser molesta, en ocasiones era bastante útil, pues su vida podía llenarse de pequeños placeres como que ese día había alcanzado a comprar una rebanada de pastel de chocolate o que su hora de salida se había adelantado, claro que no había mucho de donde escoger porque nunca lo invitaban a esas fiestas que solían hacer con un motivo cualquiera como que habían acabado los exámenes o que alguien está cumpliendo años.
Increíblemente, ellos tenían un lazo que no se podía dejar atrás, era que cada viernes en la tarde se terminaba encontrado por una sencilla razón, al tener una beca completa basada en su promedio académico, como requisito para que esta se cumpliera, aparte de tener buenas calificaciones debían prestar tutorías a los alumnos que no podían entender algo tan sencillo como las leyes de la física o a despejar ecuaciones con binomios y polinomios.
Nunca se habían hablado cara a cara, cada uno tomaba una mesa distinta en lados opuestos de la biblioteca escolar, aunque hubo una ocasión en la que conversaron un poco debido a que ambos necesitaban el mismo libro, para el castaño eso era fácil de recordar, esa voz profunda que haría prestara atención, pero para él solo debía haber sido un momento más, por lo que nunca volvió intentar hablar con él, pues no había una verdadera razón para que de repente se acercara a él solo porque sí.
Si de por sí ya tenía gente que lo molestaba porque se les hacía fácil, como Flash, una persona que a diferencia del moreno solo destacaba por ser bueno en rugby, no tenía deseos de que la gente se burlara de él cuando seguramente Miguel lo ignorara olímpicamente en el intento, pues al chico le gustaba creer que si mantenía un perfil bajo durante un poco más de tiempo iba a poder decir que había sobrevivido a la secundaria.
Lo más interesante de los días en los que algo importante iba a pasar, es que en ellos no parecía que algo iba a pasar hasta que una bomba estallaba, dejando solo un después al que aferrarse, un jueves como cualquier otro donde debían preocuparse por entregar tareas a sus profesores.
Como una bola de nieve, el problema se iba haciendo grande de apoco, en primera, Parker había puesto su bicicleta donde Flash solía poner su motocicleta, claro que había más lugares disponibles, pero para alguien que piensa que el mundo gira a su alrededor de él sí que representaba algún tipo de provocación, para fortuna del castaño no se había topado con él por estar al lado de su mejor amiga MJ todo el día, caminando de un lugar para otro sin darle oportunidad de ser encontrado, en segunda, una maestra había olvidado pedir una tarea que se entregaba ese día, pero cuando el chico que curiosamente se sentaba enfrente de ella guardaba su trabajo en la mochila sin decir nada, parecía que se había acordado de que lo había marcado y obviamente él no lo tenía, cosa que le restaría al momento de su calificación.
Pero la cosa que hizo que Peter se viera en una situación que atentaba contra su bienestar, fue que, al salir de esa clase, la chica que le gustaba al rubio se pusiera a hablar con esa persona que consideraba un nerd, a pesar que solo era una inocente pregunta acerca de una tarea que habían dejado, el chico se vio siendo sostenido por todos los amigos de él en un momento en el que había quedado solo.
Manos, piernas y torso eran sostenidos con fuerza, sin dejarle oportunidad de poder defenderse y entonces sus anteojos se le fueron arrebatados, dejándolo sin vista, no era una situación que le desearía nadie más.
—Oye tengo miopía y astigmatismo, me fue difícil tener un par que me funcionaran tan bien... ¿Qué te parece si no me rompes los lentes, por favor? — a pesar de esa situación el castaño trataba de mantener la calma, mientras intentaba salir del agarre. —
La risa del deportista no fue ignorada por los demás y pronto se hizo un circulo de gente que los rodeaba, esperando a ver qué era lo que pasaba, al parecer los maestros estaban en una junta por lo que no había nadie para detener la situación.
—Me gustaría más que rogaras siendo sincero, me has molestado todo el día y creo que necesitas recordar que porque yo pago la colegiatura completa tengo más derechos de usar las instalaciones
—Ay es que, si no pagaras nadie quisiera tenerte cerca
Una pequeña bulla se creó, parecía que el comentario había picado en el lugar correcto ya que en ese momento se podía notar más enojo en la cara de Flash, si alguien hubiera prestado atención, se hubiera podido apreciar como cierta persona en la multitud había soltado una pequeña risa.
—Pues ni regalados queremos a personas como tú— jugando con las gafas, hubo un momento en las que esas cayeron al suelo haciendo un poco de ruido— Ay que distraído, creo que no me fije y se me resbalaron, sería una lástima que por accidente las pisara
Y justo cuando los lentes que el castaño y su tía habían logrado comprar con tanto esfuerzo y sacrificio, estaban por ser estropeados por el pie de ese imbécil, alguien salió de la multitud, empujando al chico contra los casilleros.
—¿A caso tienes un problema con que yo también sea becado, Thompson? — con las manos sobre sus hombros, no le dejaba irse mientras que lo miraba con un notable enojo. —
—Ay Miguel vamos amigo, sabes que es diferente, tú no eres como él— nervioso por la situación, intentaba irse, tal parecía que no le gustaba dejar su papel de victimario. —
—¿Y por qué no te metes conmigo también?, pensaba que te era divertido ser un cretino— golpeo al adolescente contra el metal de la puerta del casillero, viéndolo con ira. —
Un gran silencio se creó en lugar, Miguel solía ser alguien que a pesar que tenía un carácter un poco explosivo, jamás se había metido en una pelea, por lo que ver una actitud así de su parte era sorprendente.
—... ¿En qué momento me volví una porrista sexy o por qué se pelean por mí? —le susurro a uno de los chicos que lo sostenían, deseando poder ver eso apropiadamente. —
Después de un par de segundos, el agresor finalmente cedió, haciendo que el chico pudiera estar libre, por lo que en cuestión de nada, era como si eso no hubiera pasado, el moreno tomo las gafas del suelo y afortunadamente estaban en buen estado, por lo que una vez que se las había entregado a su dueño estaba dispuesto a irse, Peter mientras que se ponía los lentes camino hacia él y toco su hombro, parecía que allí estaba su oportunidad de hablarle.
—Hola, soy la persona a la que salvaste el trasero, gracias por eso— sus ojos se toparon y aunque era raro admitirlo, podía jurar que hubo una pequeña chispa entre ellos, pero probablemente fue la adrenalina de lo que acaba de pasar. —... ¿Puedo hacer algo por ti?
—...Llévame un par de empanadas antes de nuestras tutorías y estamos a mano, Parker
Vio su espalda alejarse hasta llegar con su grupo de amigos, tratando de procesar lo que había pasado, alguien lo había defendido de una pelea y además había sido el chico que juraba que no se sabia ni su nombre, ahora se sentía un poco estúpido por pensar que él era de cierta forma solo porque lo conocía desde primer grado, las personas podían sorprender gratamente de vez en cuando, no estaba mal, ahora solo tenía que descubrir que rayos era una empanada y llevársela mañana, quien sabe, quizás hasta alguien tan poco genial como él podría tener un amigo que si lo era.
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Not Cool
RomanceAlgo hermoso de la secundaría es que las cosas no suelen cambiar mucho, si tenías suerte y eras lo suficientemente guapo, pasabas a tener la etiqueta de ser una persona genial. Ese era el caso de Miguel O'hara, tenía todo para ganar, era deportista...