El jugador vencido -COMPLETO-

Capítulo 20: La serpiente en medio

Capítulo 20

La serpiente en medio

Ella gruñó, lanzándole un rayo.

El caos ni siquiera se contrajo y el rayo desapareció en nada. El trueno se disparó inútilmente a su alrededor, lo que significa cuán inútil fue su intento. Permaneció sentado al borde de su cama con la misma sonrisa perezosa aún grabada en su rostro.

Sin inmutarse e implacable, se rompió las manos frente a ella y cerró los dedos en un puño. Docenas de lanzas plateadas se formaron sobre ella antes de disparar hacia el ser más fuerte que existe.

El Creador no se movió y los proyectiles de plata se vaporizaron antes de que pudieran tocarlo.

"Suficiente, Voldemort. Deja de hacer berrinche. No estoy aquí para lastimarte. Si te quisiera muerto, estarías muerto." El sonrió. No es agradable. Era una caricatura pobre de una sonrisa, como los que los psicópatas sádicos dan a sus mascotas antes de matarlas y mutilarlas por diversión.

Aunque no quería nada más que destruir a este monstruo, conocía sus límites. Respirando tranquilamente, se puso de pie y cruzó los brazos detrás de la espalda en una pose real. No dejó que su mirada lujuriosa en su figura desnuda la hiciera sentir incómoda. Ella era Voldemort, no una tímida doncella adolescente. Sin embargo, eso no significaba que ella le daría un espectáculo gratuito. La única a la que se le permitió ver y tocar su hermosa forma fue su esposo. Se giró la muñeca y una túnica negra cubrió su cuerpo desnudo.

Sus ojos rojos se estrecharon en clara ira y sus labios se pusieron en una franca muestra de burla.

"Dice lo que está aquí y luego retírese de esta pelea." Ella siseó, su lengua de perla se deslizó debido a su furia.

"Una luchadora, ya veo. Hmm, ¿debería esclavizarte por mi placer? Serás una buena esclava sexual. Será divertido romperte. Pero no, el juego en curso se echará a perder sin ti. Salvado de mí por la armadura de la trama, qué mujer tan afortunada eres." El caos pensaba en voz alta como si estuviera pensando en el clima y no en destruir a alguien.

Voldemort se puso rígido y el miedo creció en la boca del estómago. No era lo suficientemente estúpida como para pensar que podía escapar de él. Era un ser omnisciente. Lo sabía todo y en todas partes. Ni siquiera estaba segura de si sus propios pensamientos estaban seguros dentro de su cabeza.

"No, no lo son." Un susurro la hizo saltar. Ella giró, su mano lo señaló y ya brillaba con fuego.

'Cómo se puso detrás de mí!' Pensó que con el corazón latiendo como un tambor, sofocó la tentación de lanzarle la bola de fuego a la cara.

"Oh, me gustaría conseguir detrás usted, si sabe a lo que me refiero y no se molesta con el fuego, no funcionará. ¿En cuanto a cómo aparecí detrás de ti? Soy Dios, duh. ¿Cuándo dejará la gente de subestimarme? ¿Qué tan estúpido puedes ser? El título Dios debería decirte todo lo que necesitas saber sobre mí. No es un farol, sino un título literal. Soy el Dios con la capital G." El caos suspiró, sacudiendo la cabeza ante su estupidez.

"Por qué estás aquí?" Preguntó con cautela y de manera moderada, ignorando su discurso. Era difícil no sentirse desesperado cuando tu enemigo era invencible. De mala gana regresó y se sentó en la cama.

"Para darte una oferta, por supuesto." Sonrió de repente, dejando caer su estado de ánimo molesto. Sus cambios de humor fueron suficientes para darle una migraña. Ella podría tener uno después de la conclusión de su conversación.

Él conjuró una silla y se sentó frente a ella.

"Por qué me darías una oferta?" ella preguntó escépticamente.