El jugador vencido -COMPLETO-

Capítulo 23: Dolor y placer

Capítulo 23

Dolor y placer

En la sala de estar de Potter Manor, cinco amigos se reunieron para Halloween.

No fue una reunión alegre.

Los cinco habían sufrido grandes tragedias a manos del Señor Oscuro o sus matones. Pero este día fue particularmente triste para Lily y Alice. Si bien ambos ya habían superado a sus socios muertos, este festival todavía les trajo una gran cantidad de malos recuerdos.

Sin embargo, hoy no estaban aquí para compartir su dolor y ofrecer apoyo mutuo. No, estaban aquí para prepararse para una batalla. Una batalla contra el mago más fuerte.

"Deberíamos irnos. La fiesta de Halloween ya debe haber comenzado." Sirius sugirió frenéticamente, consciente de que sus ahijados podrían estar en peligro en este mismo momento. Estaba ansioso y quería hacer algo para ayudar. Desde la mañana, los cinco amigos estaban en Potter Manor, preparándose para una confrontación que posiblemente podría terminar con sus vidas. Y esta larga espera había sido poderosamente roer su conciencia y paciencia.

Lily hizo una mueca ante el tono agitado de su amiga. Ella misma se estaba irritando por la espera. Pero el fénix de Dumbledore todavía no había llegado, lo que significa que las salas de los Hogwarts aún no se habían violado. Entonces, no había necesidad de amontonarse en el castillo y mostrar su mano prematuramente.

Hace un par de días, le pidió a Dumbledore que le informara el momento en que cualquier intruso se deslizó por las salas de Hogwarts en Samhain. Había sido desagradablemente sorprendido por su extraña solicitud, pero había aceptado su demanda sin hacer ninguna pregunta. No se quejaba de que su solicitud de presentimiento también lo mantendría en guardia. Sería mejor si la persona que Voldemort temía más fuera consciente del peligro inminente.

Pero había dos cosas que la preocupaban mucho. Primero, la imprevisibilidad de Voldemort. Y segundo, la reacción de Harry.

No le había informado a su hijo que se estaba preparando para ayudarlo en secreto. Ella no le había revelado que Sirius, Remus, Alice y Proserpina estaban al tanto del desafío de esta noche. Que sabían que Voldemort iba a aparecer. Porque se dio cuenta de que él rechazaría inmediatamente su ayuda para mantenerla alejada del peligro. Para mantenerla a salvo en Potter Manor.

A veces estaba realmente molesta por su actitud. El hecho de que ella no fuera una jugadora o tuviera las bendiciones del Creador todopoderoso, no significaba que no pudiera ayudarlo o estar a su lado para enfrentar a sus enemigos. Ella no era una niña pequeña que necesitaba protección por el amor de Dios. Ella era la maldita bruja carmesí, la pesadilla viviente de los comedores de la muerte.

Ahora, todo lo que podía hacer era esperar que él la perdonara por irrumpir en sus asuntos. Ella no pudo evitarlo, de verdad. El era su hijo. Su carne y sangre. Su precioso niño. Ella simplemente no podía mantenerse al margen y permanecer ajena a sus luchas, para no ver sus disputas. Ella era una adulta aquí. Era su trabajo mantenerlo a salvo hasta que se convirtiera en un adulto, no al revés.

En el fondo de su mente, sabía que su ayuda era innecesaria. Que Harry era mucho más poderoso que ella. Que no la necesitaba. Que ella solo estaba siendo una molestia. Pero ninguna madre querría sentirse inútil e independentible. Y eso es lo que sintió al ver el rápido crecimiento antinatural de sus hijos, al verlos madurar y volverse independientes.

La habían superado y estaban tan lejos que solo eran desenfoques en el horizonte inalcanzable. Y picó. Duele mucho sentir esto sin ser necesario. Podría morir esta noche y sus hijos de 12 años aún sobrevivirían fácilmente al mundo mañana. Ambos eran eso preparados, eran tan adultos.