Capítulo 10

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¿Estamos bien? 🦊

El sonido de la campanita hizo eco en la heladería, anunciando la llegada de un nuevo cliente. Éste se acercó sin mucha prisa al mostrador donde se exhibían todos los sabores de helado disponibles.
Era tan lindo el arcoiris de sabores y mezclas que se exhibían ahí, todos los colores se reflejaban en los iluminados ojos de O.de.

Amaba ese tan lindo paisaje que deleitaba cada vez que iba a ese lugar, yacía mucho, con su hermano.

Eso y "Yummy Yummy Love" de MOMOLAND de fondo.

—Quiero un helado de chocomenta, extra grande para llevar, por favor. —Sonrió a la chica que atendía, ella cortés le devolvió la sonrisa.

—En un momento estará listo, señor.

Poco le importó que le haya dicho señor, de no ser porque su cabeza estaba inundada por melancólicos colores se habría ofendido. Aún si se ofendiera, nunca le reclamaría nada a una empleada tan amable que sólo cumplía con su trabajo.

Porque también a él no le gustaría que llegara un cliente, muy egocéntrico, y le reclamara por cualquier pequeña cosa que haya hecho mal. Son cosas que siempre piensan aquellos que fueron o son empleados, pensó.

—Aquí tiene señor, gracias por su compra. —Le extendió un bote grande de helado, envuelto en unas servilletas desechables de color blanco. El chico le volvió a sonreír y pagó por su helado antes de darse la vuelta.

Pero algo lo detuvo. No sabía si era por aquél extraño garabato que pudo apreciar en una de sus servilletas, o quizá porque se había sorprendido viendo cómo ingresaban un par de chicos abrazados, el más alto tenía una cara muy preocupada por el menor, quién tenía leves rasguños en la mejilla, junto a un embarrado maquillaje. Sin duda, algo le había ocurrido.

Seungmin vió la escena muy atonadado, apartándose de inmediato del mostrador. No sabía qué le había pasado al chico, pero tampoco quería meterse en asuntos ajenos. Por lo que su vista se enfocó nuevamente en la servilleta que comenzaba a humedecerse por las pequeñas gotas que sobresalían del envase de helado.

Parpadeó dos veces por segundo, palidecio al notar de lo que se trataba. ¡Oh, por supuesto! Aquella chica le regaló su número telefónico.

No creía que eso fuera cierto, no no, O.de nunca le había agradado a las chicas o bueno, nunca se habían acercado con ese propósito. ¿Acaso se lo estaba imaginando? No, no podía ser posible; debía estar soñando... ¿O era que acaso el amor de su juventud estaba en esa misma heladería?

—Disculpe por molestar, pero ¿podría prestarme uno de esos? —Un alto chico rubio, con una profunda pero a la vez dulce voz se había acercado a él con una expresión suplicante. —La chica dijo que se habían agotado y necesito un par.

No tardó mucho en percatarse de lo que en realidad le estaba pidiendo, sí un par de servilletas. Se quedó quieto, viéndo las servilletas antes de alzar la vista hacia aquella chica con las mejillas coloradas, pero también ahí estaba aquél otro chico pelinegro con la mirada perdida en el suelo y una línea de sangre recorriendo por sus mejillas.

O.de rodó los ojos y se las entregó.

El chico más alto le sonrío. —Muchas gracias, en serio.

Su vista se dirigió a aquella sonriente chica, supuso que le sonreía por aquella acción, confirmó aquello cuando la castaña le hizo una señal con la mano para que este se acercara. Lo hizo sin pensarlo dos veces. —Yo creo que eso fue muy lindo de su parte, me preguntaba si usted...

—Oh SeungMin, señorita. —Sonrió casi cerrando sus ojos. —¿Sobre qué quiere hablar?

—Señor Oh SeungMin, ¿usted es soltero? —Coqueteó muy risueña.

Broke Head | Odehan, Xdinary Heroes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora