Capítulo 7

168 25 3
                                    

¿Flores para mí? 🐇

—¡Despertó al fin!

—¡Junnie cariño!

—Llamaré a una enfermera rápido.

Abrió los ojos lentamente, casi sin poder distinguir de quién eran esas voces debido a un leve dolor de cabeza que se había iniciado; palpó sus muñecas, una tenía un catéter conectado a una bolsa con suero, logró distinguir bien el lugar. No estaba en su casa, en su habitación como recordaba en cambio, se situaba postrado en una camilla en un hospital, con varias personas a su lado.

—¿Cómo te sientes Junnie? —Preguntó la madre muy preocupada.

Quiso responderle, pero un dolor agudo en la garganta fue lo único que consiguió. La señora se percató y le pidió que no hablara si no podía, esperarían a que un doctor o una enfermera llegasen a verificarlo.

El pelinegro veía a su lado a su madre sentada en una silla, al lado de ella había un mueble pequeño con un florero lleno de distintas flores y un par de sobres en él. Se extrañó un poco con eso, en seguida pasó a segundo plano cuando vió entrar al señor Lee junto a una enfermera que venía trayendo consigo pastillas y unas hojas de estudio.

—Hola joven Han, permítame hacerle una revisión para verificar su estado.

La enfermera se agachó a la altura de su boca, pidió que la abriera e introdujo una lengüeta para ver el estado de su garganta. Tenía la úbula inflamada así como las paredes de su cavidad bucal, eso era lo que le había estado causando el fuerte dolor de garganta hace unos instantes.

Luego prosiguieron con revisarle la temperatura, revisar la dilatación de las pupilas, no hubo nada fuera de lo común; la señorita le entregó un par de medicamentos para aliviar el dolor, y finalizó cambiándole el suero de aquél catéter.

—Listo, ahora deberás esperar a que el doctor Lee te dé de alta, tus síntomas mejorarán con el paso del tiempo, por lo pronto no hables y mantente en reposo. Asiente sí entendiste. —Recibió una respuesta positiva, a lo que ella se despidió con una sonrisa y salió del lugar.

Recibió un abrazo de su madre al verlo en esa camilla, ella estaba tratando de contener ese mar de lágrimas que pronto saldrían, lloraba por el dolor que le causaba haber descuidado a su pequeño hijo. Con cuidado le acarició su cabello, mientras posaba una de sus manos en las mejillas de su rostro.

—Junnie, me tenías preocupada. —Hipeaba constantemente por el nudo que se formó en su garganta. —Si no hubiera estado Dong-seok, no podría haberte traído a tiempo al hospital.

Sintió una suave caricia en sus brazos, las caricias de su hijo tratando de decir que no se preocupara, estaría bien en ese sitio junto a ella.

—Debí haberte explicado cariño, lo siento mucho. Debí explicarte lo de Dong-seok desde un principio, así como debí explicarte acerca de las dosis de las pastillas. —al decir lo último las caricias en sus brazos se detuvieron, pudo sentir cómo su hijo ladeó la cabeza intrigado. Tomó un poco de aire para suspirar y comenzar a explicarle. —HyeonJun, aquellas pastillas eran más fuertes de las que estás acostumbrado, aquellas debían consumirse en menor cantidad de lo que normalmente lo harías, por lo visto, ingeriste el doble de lo que haces regularmente debido a tu ataque, ¿No es así?

El chico asintió con la cabeza.

—Caíste intoxicado por las mismas cielo, no sé cómo pude olvidarlo. Pero te aseguro que dejé la nota con la dosis recomendada por el psiquiatra, ¿No las viste?

Jun volvió a asentir, recordaba exactamente haber arrugado aquella receta y haberla lanzado al suelo, nunca creyó que se trataría de un cambio en la ya rutinaria medicación que hacía. Pero era claro, la medicación que había en los pueblos no se comparaba a la calidad que exportaban en la ciudad, era ese un factor que no había pensado.

Suspiró postrandose de nuevo en la camilla, pensó en lo estúpido que había sido esa noche, siquiera podía asegurar cuánto tiempo había pasado desde eso. Podría haber estado echado en esa camilla por días y no sé habría enterado, tampoco podía permitirse preguntar cuanto tiempo había pasado.

Comenzó a preguntarse acerca de porqué se permitió hacer esa escena, de nuevo no recordaba muy bien lo sucedido, lo único que pudo recordar era aquella profunda sensación de ira y tristeza que lo abrumaron.

—¿Quieres saber quiénes te las dejaron? —Una sonrisa se posó en los labios de la mujer.

Jun se había quedado viendo los detalles en la mesita inconscientemente pero de igual forma, tenía curiosidad por ello. Asintió suavemente.

—El florero está lleno de las que te trajimos Dongie y yo, pero también vinieron algunas personas a traerte cosas. —Se refirió a aquél florero lleno de margaritas y flores de lavanda y una cajita que están encima. —Un chico de cabello blanco, dijo ser tu amigo y te trajo estos.

La mujer le entregó unos chocolates con una nota, misma que decía:

"Mejorate pronto, aguardaré por tí, tonto.

Atte: Jungsu."

Sonrío al imaginar al peliblanco diciéndole eso con una sonrisa y los brazos cruzados, de nuevo su madre comenzó a hablar.

—Se quedó a tu lado varias horas, luego se retiró para ir a la universidad. Oh, hablando de eso, también vino un compañerito tuyo, no me dijo su nombre, sólo sé que estaba preocupado porque no habías asistido un par de días.

Así que habían pasado por lo menos dos días, pensó seriamente en todas los deberes acumulados en ese corto período. Debía sin duda acudir con alguien para ponerse al día, con Jungsu tenía asegurado su ayuda con las clases que compartía con él, sin embargo debía aventurarse a conseguir a alguien que le ayudase con las otras materias. También se preguntó quién había sido la persona que vino a visitarlo, no había dirigido palabra alguna a nadie más que no sea Jungsu, entre cerró los ojos tratando de recordar.

—No sé si lo ubiques, era bajito, delgadito...

En absoluto, habían muchas personas con esa descripción... Exceptuando lo de bajito, eso disminuía el rango de búsqueda.

—... y traía el cabello de colores, un lila muy bonito a decir verdad. Creo que ambos se enteraron del lugar donde estabas por el reporte que le entregué a tus maestros, así que descuida, estás justificado académicamente.

Jun suspiró aliviado por esa parte, parecía que el peso que llevaba por el retraso en la universidad se había disminuido, pero otra cosa comenzaba a rondar en su cabeza.

¿Kwak había ido a visitarlo? Creyó todo este tiempo que le había caído mal, recordó en el aula haber chocado miradas con él, siempre traía el seño fruncido, como si quisiera aventale algo encima. Tal vez lo había estado juzgando mal todo este tiempo, tal vez también era una buena persona como Jungsu.

Luego de eso, tuvieron que pasar al rededor de seis horas más en ese hospital, seis horas en las que su madre se dedicó a contarle cosas que hacía de joven, Jun ya sabía todo, pero le gustaba pasar tiempo con su madre y ahora con Dong-seok que llegó para acompañarlos, sólo hasta que el Doctor llegó y dió de alta a Hyeong Jun para poder ir a casa.

Luego de eso, tuvieron que pasar al rededor de seis horas más en ese hospital, seis horas en las que su madre se dedicó a contarle cosas que hacía de joven, Jun ya sabía todo, pero le gustaba pasar tiempo con su madre y ahora con Dong-seok que lle...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Broke Head | Odehan, Xdinary Heroes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora