Capítulo 25.

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Toto se había ido al hospital apenas le contó lo poco que sabía, dejando a todo su equipo, sabía que aquello le traería problemas con los inversionistas y con la prensa pero no le importaba, alguien tenía que estar con ellos, Horner se quedó, para poder avisarle a Max y Lewis en cuanto la carrera terminara, faltaba poco y no lo menos que necesitaban en ese momento era que ellos también tuvieran un accidente dentro de pista por querer apresurarse con sus parejas y eso era lo que pasaría si les avisaban en ese momento, lo mejor era esperar.

Horner ni siquiera espero a que se bajaran del monoplaza para decirles.

—No... tu dijiste que habían regresado ya, tú dijiste que estaban aquí ¿por qué dices eso ahora?

Max estaba en shock, no quería escuchar aquello, no quería volver a pasar lo mismo que con Juliette.

No podía estar ocurriendo.

No de nuevo.

No a Sergio.

—Levántate, hay que irnos ya, ellos nos necesitan.

La voz de Hamilton lo saco de sus pensamientos ¿en qué momento se había hincado? Sintió el sabor amargo y ácido del vomito en la lengua ¿había sido él quien vomito?

Max comenzó a caminar detrás de Hamilton, Horner lo sostenía del brazo para evitar que se cayera, todo era extraño, se movía como en cámara lenta, las voces se escuchaban lejanas y apagadas, como un eco susurrante, de un momento a otro ya estaban en un coche, se movían con dirección al hospital, supuso.

¿Este era su castigo por amar a otra persona además de Juliette? Quizás sí, quizás Dios o lo que sea que lo estuviera observando decidió que era una persona horrible por haber superado su dolor, por haber sanado y avanzado, así que le hacían pasar por lo mismo de nuevo, solo para recordarle lo que se sentía.

—Estarán bien —La voz de Hamilton otra vez lo hizo dejar de lado aquellos pensamientos.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó neerlandés. Su propia voz también salió como un susurro ronco

—Tengo que pensar positivo —las palabras de Hamilton no concordaban con su tono de voz quebrado— no solo el amor de mi vida está ahí, también mi hijo.

Max sintió el conocido golpe de la vergüenza en su estómago, había olvidado el embarazo de Joelle y lo que podría implicar aquel accidente para ella.

—No hagas eso —Max levanto la mirada de nuevo hacia Hamilton cuando este hablo— no te sientas culpable por haber pensado primero en Checo, de hecho, eso es de lo más normal que es has hecho.

Horner tomó la mano de Max y la mantuvo apretada entre la suya hasta que llegaron al hospital.

Lo primero que les informaron al legar fue que en el auto iban tres personas. Checo había pedido que uno de los choferes los llevara al hotel.

Lo segundo fue que Sergio y Joelle estaban en el quirófano, el conductor había fallecido en la ambulancia de camino al hospital.

Lo tercero, que el accidente había sido causado por un vehículo que se impactó contra ellos, Max quería matar al estúpido que había sido del cúmplanle de aquello, pero lamentablemente ese hombre también había fallecido, pero no a causa del choque, sino por un infarto al miocardio que había causado todo en primer lugar.

La espera se le antojó a Max eterna, la primera hora no recibieron información. Todos sus amigos llegaron para esperar junto a ellos.

Pasó otra hora más y lo único que salieron a decirles era que al parecer Sergio no llevaba puesto su cinturón de seguridad, razón por la que el resultó con mayores daños.

Crowns & Hummingbird. [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora