Robándome al Marido (Yeongyu)

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Yeonjun

ODIO LAS BODAS. Pero me encanta la comida gratis.

Así que aquí estoy, de vuelta en casa para asistir a la boda con todo incluido de mi prima, donde podré quedarme en un hotel durante unos días, comer a mi gusto y tal vez incluso disfrutar de un poco de diversión sin ataduras.

Hace unos meses, estaba planeando traer a mi novio y salir del clóset con todos en casa, pero como ese barco ya zarpó, me decidí por esto.

En mi experiencia, las bodas hacen que la gente se enamore, y siempre es más fácil seducir a las bellezas si no parece que estoy tomado. Tengo la intención de pasar un buen rato y utilizar mi habitación de hotel al máximo.

—Entonces, ¿qué pasó realmente con esa chica con la que estabas saliendo? —pregunta papá, levantando la vista de su plato.

Me pongo rígido, tratando de no apretar demasiado el cuchillo y el tenedor, pero no puedo evitar que la tensión me atraviese cuando los ojos de papá se posan en mí. Al igual que los míos, son de color gris brillante y penetrantes. Por un momento, temo que de alguna manera descubra que la chica cuyas fotos les mostré era solo mi compañera de cuarto. Y que ella no era en absoluto el hombre con el que he estado saliendo durante casi un año. Pero luego mamá se aclara la garganta y le da una palmada suave a la mano de papá.

—¡Oh, déjalo en paz! Está claro que no quiere hablar más de ella. Han pasado meses desde que se separaron —Sus labios se extienden en una sonrisa que profundiza las arrugas alrededor de su boca mientras mira en mi dirección. —Estoy seguro de que la correcta aparecerá antes de lo que piensas.

Gimo, deseando no tener que soportar esto. Uno pensaría que los padres dejarían de meterse en tu vida cuando tengas casi veinticinco años y seas un hombre adulto, pero no.

Es bueno que me haya mudado de Texas a Indiana, porque sería muy frustrante soportar este tipo de cuestionamiento a diario.

—O no lo haré, —me encojo de hombros y apuñalo mi patata. —Tengo otras cosas que hacer además de pasar mi tiempo buscando pareja —Dejo el género vago, porque si termino saliendo con una mujer, ¿cuál es el punto de que pierdan la cabeza por mi bisexualidad?

Papá pone los ojos en blanco y se recuesta en la silla, la sospecha en su rostro quemado por el sol es como una piedra lanzada en mi dirección. —¿Oh sí? ¿Cómo qué?

Estoy desconcertado. Sé exactamente a dónde va esto. —Como el negocio que voy a hacer crecer. Después de, ya sabes, graduarme con un título en negocios.

Así que tal vez mis planes de negocios todavía estén en pañales, pero tengo grandes esperanzas para el futuro. Por ahora, estoy más que feliz trabajando en mis establos locales, pasando tiempo con mi caballo, disfrutando de la naturaleza y obteniendo posibles oportunidades comerciales para el futuro. Todo mientras echaba un polvo, era libre y no tenía que dar explicaciones sobre haber sido visto con un chico en la ciudad.

Mamá suspira. —Dale un respiro, Taehyung, tiene tiempo.

—Estoy diciendo, hay caballos aquí. Podrías solicitar un trabajo de oficina en la escuela de equitación de los Hones. O incluso usar tu título en negocios para hacer crecer el rancho, ya que eres nuestro hijo mayor.

Esto de nuevo.

Me recuesto en mi silla, colocando los cubiertos en el plato. A veces extraño mi ciudad natal, así como a las personas que viven aquí, y el rancho es rentable: papá tiene razón, podría llevarlo a nuevas alturas en el futuro. Pero si me quedara en un lugar que guarda tantos recuerdos de mierda y donde todos saben que me han dejado plantado en el altar como un idiota, podría volverme loco.

Me fui de casa por una razón y no planeo volver.

—Sabes que Yunjin ama este lugar más de lo que ama los diamantes en sus zapatos —digo, encontrándome con la mirada de papá, pero él ya se está poniendo rojo. Tiene la presión arterial alta y no quiero agitarlo, ¡pero él fue quien inició esta maldita conversación!

—A tu hermana le gusta montar, cuidar caballos y enseñar a la gente. Eso no es lo mismo que ocuparse del lado comercial de las cosas —dice papá mientras mamá toma un sorbo de té dulce.

—Sabes, es realmente una pena que solo podamos venir para la boda en sí —comienza en un tono neutral, pero sus intentos de cambiar el tema no van a funcionar ahora que papá se puso en marcha.

—Ella te necesitará una vez que nos jubilemos —dice, haciéndome un gesto al otro lado de la mesa.

Estoy enojado conmigo mismo por no ir directamente al lugar de la boda, pero la culpa por no contactar a mis padres con la suficiente frecuencia ganó. Y una vez más, se repite la misma conversación. Estoy tan cansado de eso. ¿Por qué no pueden dejarlo ir?

—Puedes contratar a alguien para que se encargue de eso.

—Este es un negocio familiar, ¡y debería seguir siéndolo!

—Entonces hablaré con Yunjin en la boda.

Eso lleva a mamá a su tema de interés. —¿Realmente no había nadie a quien pudieras traer?

Mastico mi último trozo de bistec con frustración. —Le pregunté a Karina, pero no respondió.

Mis dos padres me miran. De acuerdo, tal vez bromear así sobre el caballo de mi hermana es un poco malo, pero ¿no podían dejarlo descansar?

Suavizo el golpe. —Esto estuvo delicioso, mamá. Me encontraré con un amigo en la ciudad, así que realmente necesito irme —Me levanto y tomo sus platos también.

Mi sangre está zumbando y si no me desahogo esta noche, podría explotar. No soy un tipo violento, pero he golpeado un par de caras en mi vida, y mis padres no son personas con las que quiera intercambiar palabras hirientes.

Es suficiente que tenga que soportar la vergüenza de que ellos sepan el desastre que fue mi propia casi boda. Me estremezco solo de pensarlo.

—Volveremos a esta conversación —dice papá, y escucho que mamá lo hace callar mientras agarro mi chaqueta de mezclilla del gancho junto a la puerta.

Es difícil creer que hubo un momento en el que ansiaba hacer exactamente lo que él quiere que haga. Pero los sueños de vivir el resto de mi vida en este rancho, con una esposa amorosa e hijos, se han ido. Eran tontos de todos modos.

No hay amigos para conocer. Solo necesito despejar mi mente a caballo, y como no quiero que mis padres sepan esto, nuestro propio establo está fuera de los límites. Pero sé exactamente el lugar para ir en su lugar.

A menos que algo haya cambiado durante mi larga ausencia, eso es. Mi acento sureño y mi sombrero de vaquero me señalan de inmediato como un trasplante en Indiana, pero es aquí donde me siento como un extraño que ya no encaja. Es curioso cómo cambian las cosas.

Lo odio. Pero es lo que es, así que me subo a mi auto y me dirijo, exhalando con alivio una vez que estoy fuera de la distancia para hablar y ya no tengo que mirar todo lo que digo o hago.

El viaje solo dura veinte minutos. El cielo es azul oscuro y naranja cuando salgo del vehículo y me enfrento al edificio de recepción que alberga todas las oficinas, así como las salas comunitarias para las personas que abordan sus caballos aquí. Tan cerca de Dallas, los Hone tienen muchos negocios de personas que viven en la ciudad, y aunque no he estado aquí desde que me fui a Indiana, puedo ver que la escuela de equitación debe estar prosperando. Veo un granero nuevo cerca y la capa de pintura de la recepción está fresca.

No veo otros vehículos en el estacionamiento, pero hay una luz encendida en una de las ventanas, así que me dirijo a la entrada y entro.

—¿Hola?

No hay nadie en el escritorio, así que paso por la puerta de los establos, inhalando el aroma calmante del heno fresco. Alguien silba más allá del establo habitado por un caballo oscuro particularmente hermoso, llevándome en la dirección correcta. Sonrío y me quito el sombrero ante el animal alto, pero cuando me acerco lo suficiente para ver la espalda de un hombre agachado para recoger heno fresco en su horca, me detengo en seco para admirar la vista.

¿Qué puedo decir? Soy un hombre de sangre caliente, y ahí mismo está el Culo del Año.