Robándome al Marido (Yeongyu)

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Yeonjun

BEOMGYU SE ESTÁ TOMANDO UNA ETERNIDAD EN la ducha. Puede ser sábado y no necesito estar en el trabajo, pero aun así es molesto cuando quiero comenzar mi día.

Y tengo hambre.

Si bien no es exactamente su problema, ha estado viviendo conmigo durante una semana y me ha condicionado a deliciosos desayunos. Entonces, aunque podría hacer algo mientras tanto, sé que lo que se le ocurrirá será mejor.

Al menos ha demostrado que puede vivir en mi casa sin intentar que me enamore de él.

Poco a poco vamos estableciendo una rutina en la que él me lleva al trabajo, pasea a su perro, cuida a mi caballo, busca trabajo, luego vamos de compras, él cocina y vemos películas juntos después de eso. Siempre hay algo diferente que hacer, pero su presencia no es tan perturbadora como anticipé al principio.

Se las arregló para conseguir algunas horas de trabajo en los establos el domingo, ya que tiene experiencia en la escuela de equitación de su familia. Y, por supuesto, todos en el trabajo aman a Jekyll, por lo que puede llevar a su perro allí.

Todos en el trabajo también aman a Beomgyu, y Carol incluso trató de invitarlo a salir, pero él cumplió su palabra y le dijo que no era heterosexual. Sé que es mucho más fácil para él alejarse de la vida real a la que eventualmente regresará, pero todavía estoy sorprendido por lo rápido que logró cambiar de opinión sobre esto.

Así que ahora está aquí, viviendo en mi sofá, y no lo odio, a pesar de que había decidido vivir solo específicamente porque tener compañeros de cuarto resultó ser un problema.

Ahora, mi único problema con compartir la casa es que no puedo follar al chico sexy que se pavonea en ropa interior, porque me he arrinconado. No solo porque no quiero cambiar de opinión, sino porque no quiero que se encariñe aún más conmigo.

En lo que respecta a los compañeros de cuarto, está cerca de la perfección. Útil, limpia la casa, cocina buena comida e incluso le gusta la misma música y programas de televisión que a mí, lo que ahorra mucho tiempo en discusiones innecesarias sobre qué poner en la noche.

Realmente está durmiendo cuando apoya su cabeza en mi hombro, pero si no, entonces ambos estamos fingiendo. Huele bien, se acurruca contra mí y me imagino que, dado que es la primera vez en su vida que se le permite estar cerca de un hombre, ¿por qué no complacerlo en algo tan inofensivo?

Todavía me resulta difícil levantarme, por lo que normalmente se despierta cuando decido que es hora de irme a la cama. Siempre me pregunta si necesito algo, y yo siempre digo que no, pero es bueno que se preocupe a pesar de la dura realidad que tuvo el segundo día en Springton.

Jekyll rasca el piso frente a mi cama y me mira. Es la bestia más linda.

—Lo sé, yo también tengo hambre —me quejo y cuando miro mi reloj, ya pasó la hora de comer de Jekyll.

—¡Beomgyu! ¡Vamos! ¿Quieres que alimente a Jekyll? —Aunque lo que quiero es darme una ducha y luego comer tocino fresco con huevos revueltos sobre una tostada.

El agua se detiene y escucho sus pies deslizarse contra el piso de la ducha. —No, ya salgo—dice mientras Jekyll salta, formando un pequeño círculo extraño. ¿He hecho accidentalmente el gesto que usa Beomgyu para incitar al perrito a bailar?

Jekyll luego coloca sus patas delanteras en el borde de la cama, y aunque no me gusta la idea de pelo de mascota en mis sábanas, me resulta difícil regañarlo.

Beomgyu sale de la ducha en una nube de vapor y... nada más.

—Lo siento, olvidé la toalla —se ríe como si nada y toma la toalla de la cama, pero no sin mostrar su trasero desnudo.