Nos encontramos con Nobara para que ella e Itadori demostrarán de lo que eran capaces, nada mal para ser sincero aunque quería ir con ellos, estar a solas con Gojo me ponía los pelos de punta.
Al cabo de unos minutos salieron de aquel edificio con un niño entre sus brazos un poco cansados pero no tanto, fui con Gojo a llevarlo a casa, nada importante para ser específicos paso, nos reunimos con los chicos nuevamente y nos dirigimos a comer algo, y como siempre ellos tres eufóricos de tan solo mirarlos ya se me agota la batería hasta que esa pequeña escena paso.
Dos chicos sumamente alegres y uno de ellos abrazando a Gojo, no con intenciones raras pero entonces por qué él pudo tocar a Gojo si se supone que mantiene su infinito activado todo el tiempo? Yo he intentado aunque sea acercarme a él pero nunca logro tocarlo, porque a Itadori si lo dejo tocarlo, que hay de mi? Yo de verdad no soy nadie para ti? De verdad soy tan insignificante para ti Gojo Saturo?. Quería llorar en ese momento en serio, simplemente trate de ignorar viendo mi celular y ellos empezaron a emprender el camino al restaurante destinado, aunque no lo pareciera estaba metido en mis pensamientos que no les puse mucho cuidado a sus pláticas en lo que quedaba de día. Hasta que la noche llego y pude estar en mi cuarto allí puedo estar sumergido en esta oscuridad algo que me reconforta.
Los días pasaron hasta convertirse en semanas, pasar el rato con Itadori y Nobara era algo muy relajante, estresante, con chistes sumamente idiotas, pero sobre todo lo pasaba bien, no suelo demostrar mucho mis emociones alegres pero con ellos no tengo la necesidad de hacerlo porque me entienden, gracias a ellos no me siento tan solo son buenas personas.
El día en que nos pusieron la misión que se suponía que aquella maldición no sería tan grave, pero resultó siendo una, un categoría especial, daba miedo en serio, tenía todos los nervios subidos quería escapar de allí, quería irme con los chicos, ese lugar daba miedo, quería gritar, Nobara había sido absorbida por una sombra en el suelo e Itadori y yo nos quedamos pasmados su poder era impresionante, la batalla empezó cuando Itadori me pidió que fuera por Nobara, aquella maldición que estaba con ella no era nada comparada con la categoría especial, salí de allí con Nobara herida pero me preocupaba Itadori asi que decidí esperarlo, luego de unos minutos, una presencia casi como la de Gojo pero con un aura maligna se ubicó detrás de mi, era Sukuna.
Emprendo una batalla con él pero era una humillación su poder era abrumador y eso que solo contaba con pocos dedos, pero no me importaba así me tocará dar mi vida tenía que traer a Itadori devuelta sea como sea; pero resultó siendo fatal, Sukuna diciendo cosas sin sentido sobre mi, un poco curioso la verdad que tengo yo que lo hizo exaltarse? Pero lo que realmente me impacto más fue el hecho de ver a Itadori caer con una sonrisa. Mi mundo se fue abajo, este idiota estaba muerto en frente mío, no pude hacer nada, soy débil.
En la escuela todo estaba normal excepto por Nobara y yo, no nos sentíamos nosotros mismo, fue poco tiempo que tuvimos con Itadori pero fue algo especial para mí, quería refugiarme en alguien, Gojo, donde esta? No lo he visto, pensé que estaría por ahí fastidiando o algo pero no está, debe sentirse mal ya que esa misión no era para nosotros pero lo engañaron, ese viejo decrépito de Kyoto.
Los días pasaron, no volví a ver a Gojo en esos días, se volvió normal para mi, mientras tanto yo entraba con Maki, incluso estuve ensayando una nueva técnica ojalá que Gojo la vea y demostrarle que sigo avanzando, aunque entrenar con los de 2do era bueno, necesitaba algo más cargado de fuerza quería ir con todo para volverme más fuerte, el único era Gojo pero no estaba.
El festival de intercambio con los de Kyoto iba a empezar, Todou es un oponente fuerte me hacer dar dolor de cabeza y cae mal, mientras estábamos presentandonos a lo lejos se oía alguien corriendo con alegría y algo eufóricos. Gojo llegaba con una maleta grande y unos regalos para los de Kyoto, cuando momentos después sale Itadori, quede plasmado al igual que Nobara, prácticamente mi estado de ánimo no era el mejor y con la supuesta muerte de este idiota estaba peor, pero miren esta vivito y coleando el estupido este, pero lo que más enojo me dió es que Gojo lo sabía, no lo podíamos saber? No lo podía saber yo? No soy de confianza para nadie? Vaya de verdad que da enojo.
Mientras nos preparamos para la batalla presencié que Itadori tenía una fuerza increíble que estaría haciendo, la curiosidad me mato asi que le pregunté.
— oye Itadori, tu fuerza maldita incremento considerablemente, y veo que no es de Sukuna—
–oh bueno es que, Gojo me estuvo entrenando durante todo este tiempo y ya sabes es algo bueno y malo a la vez entrenar con él, es demasiado fuerte–
—mmm ya, eso es bueno...–
Así que eso era, todo este tiempo quería que el aunque sea estuviera un día conmigo pero no, el día en que me enfrente a Sukuna resulte bastante herido pero el no estuvo allí a pesar de que incluso respirar dolía, todo este tiempo que necesitaba su ayuda no estaba, incluso cuando lo llame para saber si había que hacer algo como excusa solo para saber de él, nunca recibí un "cuídate", "¿ estás bien?" Suspiro, nada no hubo nada, debería dejar de sentir algo por él, de verdad Megumi, solo deja de sentir algo por él, que ese sentimiento se quite de mi cabeza y mi corazón porque duele carajo duele como el demonio.