𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙲𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘

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« Estos chicos hicieron una sesión espiritista sin saber nada del tema, pues ahora pagarán las consecuencias » pensó mientras caminaba hacia la tienda y tomaba un carrito del supermercado.

« No estoy segura si ese chico me recuerda pero puedo tomar ventaja si no me recuerda » caminaba por los pasillos y veía la comida del lugar.

- Creí que la comida del infierno la había inventado el hijo de satanás - soltó una pequeña risa y siguió caminando hasta que chocó con el carrito de una pareja.

- Oh lo siento - se disculpó con un azabache que venía acompañado de un rubio.

- Descuida, ¿Eres nueva por aquí? - le pregunto curioso, casi nunca se veían nuevas personas en ese pueblo.

- Así es, me acabo de mudar con mi familia, mi nombre es Blake - llevo su mano a la nuca y le dió una sonrisa al contrario.

- Genial, yo soy Craig y el chico que está a mi lado es Tweek - el de chullo azul dió una media sonrisa y el rubio saludo con un tono asustadizo.

La pelinegra recordaba con exactitud al de chullo azul él estaba la noche en la cuál hicieron su sesión espiritista, pero a quién no recordaba era al rubio se le hacía alguien con unas vibras muy extrañas.

« Tal vez es un demonio o yo estoy pensando demasiado » la chica miro de pies a cabeza al rubio el cual, ante ese acto, se asustó y le comenzaron a dar tics.

- Mejor debería irme, se supone que no debía tardarme mucho - la ojinegra sonrió y comenzó a retirarse lentamente, no sin antes pasarle su número al azabache por si algún día querían salir a divertirse.

- Vamos a comprar algo para comer - comenzó a dirigirse al pasillo de botanas y observó al grupo del chico de parka naranja de la otra vez. Con solo ver esa prenda la sangre le hervía y sentía la necesidad de arrancarle la cara de un mordisco.

« Carajo mis botanas favoritas están en dónde están ellos » soltó un suspiro y se acercó para tomar la bolsa de frituras pero la conversación de los chicos le llamo la atención.

- Entonces dices que había arañazos en toda tu habitación - dijo asombrado un chico de gorro verde.

- Eso es normal, Kenny vive en la pobreza es natural que un gato se haya metido y le arruine su jodido cuarto más de lo que ya estaba - un castaño soltó una de sus típicas bromas las cuales molestaban al rubio, la chica se acercó un poco y comenzó a disimular que iba a tomar diferentes botanas y refrescos para seguir escuchando la conversación de los chicos.

« Ni siquiera sé que rayos es esto, pero me interesa su conversación » tomo una bolsa y la coloco en el carrito y prosiguió escuchando.

- Pero un gato no puede escribir - comento con obviedad el rubio y le mostró una foto del techo de su habitación.

- Pues la persona que lo hizo es un poco idiota como para escribir Putrede - dijo entre risas, ante tal comentario la chica se molestó todavía más.

« Maldita sea mi dislexia » se maldijo a si misma, por ese error probablemente ya no la tomarían en serio.

- No lo sé amigo, pudo haber sido cualquiera tú mismo lo dijiste, dejaste la ventana abierta. Aunque si alguien hubiera entrado, ¿Cómo le hizo para sostenerse del techo? - el de abrigo café se cuestionaba como era posible ese suceso.

- Como sea no creo que su sesión espiritista les hubiera dado resultado, probablemente solo se movieron unas cuantas cosas y ya - dijo el de gorro celeste como si de nada se tratase, en ningún momento el rubio menciono a la chica demonio que vió antes de desmayarse y eso era una ventaja para ella.

« No me recuerda, esto es genial puedo tomar esto como ventaja » la chica sonrió de forma maliciosa y se alejó del grupo y se dirigió a las cajas para pagar lo que había tomado, dejando algunas cosas.

(⁠つ⁠≧⁠▽⁠≦⁠)⁠つ

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Tampoco olviden comer pq todas las comidas son importantes.

Besos en la nalga derecha.

Nos leemos en el siguiente cap.

Pam_Freckles(⁠ ⁠˘⁠ ⁠³⁠˘⁠)⁠♥.

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