¡¿Reencarne En One Piece?! 0w0

Chapter 6

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Llegue al bosque de los Tonttona y me transforme en un tigre blanco, me acoste en el pasto y me heche una pequeña siesta, realmente estaba cansada. Las reglar de mis poderes no eran complicadas pero aún así, costaba algo lograrlo.

Reglas para manejar mis poderes
(CORTESIA DEL SISTEMA)

Regla 4: para transformarte en un animal, tienes que conocer sus habilidades y fortalezas. Si te hieren en este estado te mantienes transformada y no podras volver a destransformarte hasta sanar. Es diferente si te transforma en otro humano.

Era relajante estar aquí, desde que salí del lago una mirada siemore me ha estados siguiendo y estoy 100 por ciento segura de que es una cortesía por parte de Doffy, los tonttona seguramente me están observando ahora mismo. Y yo aquí más relajada de lo usual.

Sentí un pequeño piquete en el cuello y me levante viendo a un pequeño humano parado sobre mi.

-Aquí vamos de nuevo. Suspire en mis adentros y todo se volvio negro.

Abrí mis ojos lentamente gracias a los pequeños piquetes que se sentían en mi mejilla, vi unas adorables colitas y unas narizes puntiagudas sobre mi.

-Crees que sea comestible? Dijo picando mi estomago. Se transformó al entra al bosque, sera un humano o un tigre?

-Agh. Algo tienen las personas de este mundo contra mi para dispararme cada que me ven. Oigan, no es que me moleste pero prodrían moverse porfavor.

-Ahh! El tigre hablo!! Se abrazaron y saltaron de encima de mi hacia el pasto.

Me destransforme y los miré sonriente, los Tonttona siempre han sido una de mis razas favoritas ya que son muy adorables.

-Hola. sonreí timidamente mientras me sentaba. Un placer conocerlos.

-No te muevas, cambia forma! Eres una persona malvada? Dinos, eres una persona malvada?!. Si no mal recuerdo, quien me apuntaba con la aguja era Leo y era más lindo en persona.

-No, no veo a hacerles daño y tampoco soy malvada. Acomodé mis rizos salvajes por detras de mi oreja.

-Bien! Que bueno! Pensamos que serías malvada como los secuases de Doflamingo!. Empezo a soltar las cuerdas que amarraban mis muñecas y mis piernas. Un placer! Yo soy Leo ¿Cúal es tu nombre, humana gigante?

-hola Leo, Yo soy Akira, puedes llamarme Aki. Sonreí y estire mi mano en la que el subió sonriendo.

Los Tonttona eran realmente agradables y amables. Tenían un enorme corazón a pesar de su corto tamaño. Me ofrecían comida, tazas de té e incluso me ofrecieron quedarme un tiempo en su aldea. A cambio por su amabilidad hize crecer sus plantas y fertilize la Tierra para que nunca les faltaran alimentos en los próximos 100 años.

Faltaban 10 minutos para el medio día y yo me estaba comprando unos onigiris y un poco de udon. Al caminar, sentía la mirada de todos en mi, ¿acaso era porque tenia mi cabello decorado con flores o poraque edtaba vestida de blanco?

Los Tonttona había incistido en ayudarme para demostrar nuesta amistad, despúes de todo ellos habían destrozado mi ropa y despeinado mi cabellera verde.

Caminaba en medio de las multitude recibiendo miradas de curiosidad y fascinación, aún no entendia porque pero no era momento de averiguarlo. Mientras terminaba mis onigiris pase por un espejo y describí por que todos me veían sorprendidos.

Mis rasgos de tigre entaban llamando a las miradas de curiosidad hacia mi, tenía la cola y las orejas expuestas y mis uñas tenían un gran tamaño. Me ruborize un poco y oculté mis rasgos, nunca habían descontrolado mi poder! Que pena!

Caminé ignorando las miradas sorprendidas del resto de personas y ocultando el leve rubor que hizo presencia en mis mejillas.

Al llegar a la gran puerta de entrada, esraba Doflamiengo vestido formalmente y con el cabello bien organizado, me saludo sonriendome amablemente o con un intento de amabilidad. Me ofrecio su mano para escoltarme y yo, por cortesía, la tome. Caminamos juntos por todo el palacio, ocultaba mis ganas de reir al ver las caras de incredulidad de los sirvientes y guardias.

Finalmente, llegamos a su habitacion de negociación. Me llevo a mi asiento y despúes se sento en su lugar, una sirvienta, tenblora, me sirvio té verde y yo lo saboreé, aunque tenía una pequeña sensación picante, lo disfrute.

"Buenos, empezemos las negociaciones" él asintío con la cabeza y emepezo su relató.