『❝El bufón caníbal ❞// Kooktae 』

XI

Abrió la puerta y pudo visualizar una pequeña figura acercándose a él.

- Bufón! - Una voz infantil escuchó Jungkook.

- ¡Hola, pequeño!, ¿Como estás? - Preguntó el mayor amablemente para luego abrazar al pequeño niño, a la cual tenía sus ojitos hinchados.

- E-Estoy muy tite... - Dijo el infante a la cual seguía abrazando el gran cuerpo del Bufón.

- ¿Que pasó, corazón mío? - Jungkook no sabía si soltar su aroma para calmar al menor o no.

- Es mi pade, él es muy malo con yo. - El menor se separó del cuerpo para alzar su mirada y mirar la máscara que traía este, viendo los ojos que se veían a través de la máscara.

A Jungkook se le rompió el corazón al ver al menor en ese estado, sin pensarlo, abrazo al menor con fuerza, pegándolo a su pecho para luego liberar su aroma de almendras para tratar de calmarlo mientras acariciaba levemente su cabello sedoso.

Jungkook nunca tuvo hermanos menores ni nunca tuvo hijos, pero él tenía algo con los niños que simplemente tenía ganas de protegerlos del todo el mal que hay en este mundo y en esta dimensión.
Le causaba tanta tristeza y rabia ver llorar a niños por culpa de un adulto irresponsable.

- No tienes porqué llorar, cielo, estoy aquí para cuidarte y protegerte. - Con una voz suave le habló mientras liberaba su aroma. - Si alguien te hace daño, ven a mí y dímelo. Conmigo estás a salvo. - Con una sonrisa en su rostro acariciaba el cabello del menor, pudo sentir como este se relajaba en sus brazos.

Pasaron unos minutos y el pequeño infante y el Bufón se encontraban en la pequeña sala hablando felizmente y tranquilamente mientras esté le daba mimos al menor, sin preocuparse de que había otro humano afligido  escondido en el armario del mayor.

- ¿Quieres un pedazo de pastel de chocolate, pequeño?

- SIII! - El infante feliz abrazo con fuerza al bufón teniendo una gran sonrisa en su rostro.

- Entonces ¡Vamos por el pastel! - El bufón habló felizmente para luego levantarse y alzar al menor con sus manos posicionadas a cada lado de su cintura mientras lo hacia jugar en el aire imaginando que era un pequeño avión.

El menor solo reía y gritaba de la emoción, mientras era balanceado por el aire agarrado por las grandes manos del mayor que lo sostenían para no dejarlo caer.

Entre risas y pequeñas palabras, Jungkook terminaba de darle el último pedazo de pastel al menor a la cual estaba sentado en la pequeña mesa que había.

El aroma de almendras estaba esparcido por cada rincón de la pequeña cabaña, hacía que el menor se sienta cómodo y protegido en el lugar.

- ¡Muy bien, pequeño!, ¿Estaba rico?

- Sii! Estaba delishioso, senor bufón! - El menor sonrió mostrando sus pequeños dientesitos embarrados de pastel de chocolate.

- ¡Es que lo guarde para este hermoso niño que tengo aquí! - El bufón sonrió a través de la máscara y con sus dedos atrapó con delicadeza la mejilla del menor para darle un leve apretón causando que el niño sonriera.

- ¡Mucha gracias!

Así paso Aproximadamente dos horas completas, los dos seres humanos estaban hablando y jugando divertidamente mientras había un pobre humano encerrado y escondido en el armario de la habitación del Bufón.

- Bueno, pequeño, es hora de irse, ven, te voy a dar dulces y te acompañaré a tu casita. - Habló el mayor para pararse y dirigirse a unos de los muebles que tenía la pequeña cabaña.