XV

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— Te odio, Jeon Jungkook, Te odio como nunca odie a alguien. —Escondido ahí lloró lo más que le permitieron sus ojos.

Las horas pasaron y el castaño se quedó dormido en el suelo en posición fetal.

Dentro de dos horas se podía apreciar el atardecer, por la cual Jungkook abrió la puerta de su habitación y salió sin más.

Escaneó la cocina y la sala, pero no había nadie y se estaba tornando todo oscuro y silencioso.

Suspiró pesado y avanzó hasta la salida pero su vista se clavó en el pequeño cuerpo que estaba tirado en el suelo durmiendo.
Esté ni se molestó en alzarlo y llevarlo a la cama, solo chasqueó su lengua y salió de la cabaña sin más.

El silencio se volvió a reinar en la pequeña sala.

Taehyung se removió incómodo del suelo, le dolía la espalda, sus ojos pesadamente se abrían, la oscuridad estaba reinando en la pequeña sala poco a poco, por la cual con cuidado se sentó en el suelo, tratando de observar algo.

—Ash, mi cabeza... — Posó unas de sus manos atrás de su nuca para luego masajearla de a poco.

Una vez retomado un poco de conciencia se levantó de a poco del suelo y trato de dirigirse al baño con la poca luz que había.

Le incómodo un poco el silencio.

Paso frente a la habitación de este, pero no se limitó a observarla, y sin más entró al baño y cerró con seguro.

A pasos lentos y con dificultad prendió la luz y se dirigió al lavabo.
Poso sus manos en el lavamanos y alzó su vista para mirarse al espejo.

Su rostro estaba un desastre y descuidado, ojos hinchados, labios partidos y resecos, mejillas sucias y rojas, rostro sucio.
Se quedó embobado mirándose y escaneando su rostro.

Él ya no era de antes, ahora no sabía en qué estaba metido, se descuido de él mismo, estaba irreconocible de la última vez que se miró a un espejo antes de entrar a este territorio.

Abrió el grifo y se lavo la cara repetidas veces, tomó el jabón y enjabonó sus manos hasta hacerse espuma y lo paso por su rostro tratando de quitar la suciedad que se cargaba.

Estuvo así por varios minutos, hasta que sintió que ya era suficiente.
Levantó su vista, y no hizo un gran cambio con la lavada, pero era valorable.

Tomó la toalla que estaba a un costado y se secó el rostro y peino un poco su cabello castaño alborotado, apagó la luz y salió del baño.

Miro a su izquierda, estaba oscura la sala, a pasos lentos busco un interruptor para prender la iluminación.

Una vez encontrado, dos focos nomás se encendieron, pero era pasable la luz que daba.

Analizó la sala tratando de buscar un libro por la cual entretenerse un poco.
Encontro un par de libros en un costado donde se encontraba la televisión.

Saco uno de su interés y se sentó en el sillón individual que había allí.
Sacudió un poco aquel objeto que estaba con polvo y lo analizó con su mirada.
Abrió la tapa y empezó a leer la primera página.

Cuando iba a pasar a la segunda página la puerta empezó a ser golpeada levemente.

El castaño se sorprendió, dejó a un lado el libro que tenía y se levantó para dirigirse a la entrada principal.

La puerta era golpeada repetidas veces, bajo un poco su mirada hasta dar en la cerradura y trato de visualizar por el pequeño agujero de la puerta para ver al exterior.

『❝El bufón caníbal ❞// Kooktae 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora