Capítulo 2. Adelantar la trama.

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Mis días transcurrieron con bastante normalidad mientras esperaba que la protagonista ponga en marcha su plan.

En la casa mis nuevos padres no me hacían mucho caso, se encargaban de mi alimentación y el aseo del lugar las empleadas, por lo que era muy fácil centrarme en las tareas de la escuela, y perder el tiempo mirando películas, o paseando por la ciudad.

Aunque Hanah no se separó de mí, pensé que podía lidiar con ella y mantenerme neutral en su conflicto con la protagonista.

Sin embargo un día la rubia me empujó hacia el límite y me ví obligada a llevarle la contra.

Estabamos en la escuela, teniendo otro día tan fastidioso como el anterior, las clases, los maestros y las tareas eran tediosos, pero Hanah lo era mucho más.

Y para colmo en ese momento, en medio de una clase a la cual yo trataba de prestar atención ella me proponía acarrolar a Melisa en la salida, golpearla hasta dejarla inconsciente y despertarla en la piscina, donde pretende sumergirla a la fuerza.

—Quiero enseñarle a esa maldita zorra que no pertenece a este lugar, y hacer que regrese al asqueroso barrio de donde salió—Con eso incluso a mí me ofendió, pues en mi otra vida también era una chica de barrio.

—No cuentes conmigo—Me negué rotundamente—Y cuentale a Melisa que me negué a ayudarte.

—¿Qué te pasa? Antes no eras tan cobarde—Todavía la rubia se atrevió a cuestionar el haberme negado a convertirme en una acosadora.

—Cobarde es acorralar a una chica y pegarle en grupo, creer que eso servirá de algo más que demostrar que eres una mierda, es ridículo y además engrandecerte por eso es patético—Vi en su rostro el momento en el que todo cambió.

Sellé mi destino.

Pero me vale verga.

Estoy cansada de esta chica, muy bonita la popularidad pero es horrible ser una lambona de esta tipa.

Es peor que una milipili argentina, una karen gringa y una cheta paraguaya fusionadas, sencillamente insoportable, despreciable y asquerosamente malvada.

Sí, es mala, tiene al diablo donde los demás tenemos un alma.

—¿Me acabas de llamar mierda, cobarde, ridícula y patética?—Su expresión está llena de sorpresa, pero también de rabia, los ojos muy abiertos, la boca cerrada y los labios apretados, casi tanto como yo estoy apretando el culo.

—Sí, y me faltó decirte tonta, porque eres irremediablemente tonta, estás destinada a fracasar aunque quieras creer lo contrario, y no por mala, que lo eres, sino por idiota, por burra, por tonta de remate—Me contengo para no levantar la voz porque el profesor sigue dando clase, y Hanah, acostumbrada a cuidar las apariencias hace lo mismo pero es imposible que se quede callada.

—Amiga mía—Sonríe sarcásticamente—Levanta ese culo plano de la silla y lárgate de la escuela si no quieres ser el otro objetivo de todo lo que le voy a hacer a la puta nerd, o quedate y soportalo.

No estoy dispuesta a soportarlo, no tengo las habilidades karatekas que la nerd demostrará la proxima vez que Hanah la acorrale, por eso obedezco.

—Profesor ¿Puedo ir al baño?—Levanto la mano humildemente y el profesor me concede el permiso, desaparezco de ahí como alma que lleva el diablo.

¿Asustada? Sí, pero también satisfecha. Por fin me siento libre de Hanah. Ya no tengo que andar detrás de ella, me daba status pero me quitaba años de vida.

———💛💛💛———

Huí como una cobarde hasta llegar a mi casa, es cierto, pero hay cosas en la vida más importantes que el ego, como por ejemplo que una bully no te desfigure la cara.

Salí de la escuela aunque probablemente el profesor me pondrá una amonestación cuando note que nunca volví del baño, pero hay cosas en la vida más importantes, como salir del molde en el que te puso la escritora y seguir tus convicciones.

Odio las pelis gringas que terminan con el baile de graduación, desprecio a las rubias malvadas y a sus huecas amigas, vine a este mundo condenada a ser una de ellas, y encima soy la traidora que más adelante confabulará con la protagonista, la peor de las amigas huecas.

Y estaba decidida a seguir la trama, fui la amiga hueca por seis meses, pero no aguanto más.

Es hora de hacer mi propio camino.

El primer paso será adelantar la traición, se que no es muy rebelde de mi parte hacer lo que manda la trama pero ¡ey, la voy a adelantar! Y luego me esconderé bajo el ala de la protagonista femenina.

La amiga hueca traidora y cobarde, sí, esa seré yo.

Pero no lo haré solo porque la desprecio a Hanah, también será para librarme rápidamente del drama y poder centrarme en mi futuro.

Ahora que tengo esta valiosa oportunidad quisiera aprovecharla para perseguir mi sueño de dedicarme a la música.

En mi otra vida siempre quise ser cantante, pero muchas circunstancias me lo impidieron y terminé estudiando una carrera que también me interesaba pero no con la misma intensidad que el arte.

Ahora tengo una nueva posibilidad de intentarlo y no la quiero desperdiciar, no digo que sea una eminencia incomparable pero amo la música y me encantaría dedicarle mi vida.

No puedo ni siquiera hacer planes serios sobre eso mientras no me quite de encima la trama principal que me respira en la nuca.

Nada me asegura que adelantarla sirva para algo, pero no tengo más paciencia para lidiar con Hanah, no quiero esperar al baile de graduación, no quiero arriesgarme y quedar enemistada con la protagonista femenina.

¡La protagonista! Hoy la van a emboscar, aunque yo me haya negado Hanah tiene más amigas en su séquito, sin duda ellas habrán aceptado, no puedo quedarme en mi casa sin hacer nada teniendo esta oportunidad de ayudarle, por lo menos debo advertirle.

Se bien que Hanah no le podrá dar una paliza porque en los meses que estuvo desaparecida Melisa aprendió artes marciales al más puro estilo de Cobra Kai, pero puedo pretender no saberlo y acudir para "ayudarla".

No pienso aparecer al momento de que sea acorralada, no vaya a ser que me lleve los golpes pero puedo avisarle que la quieren golpear, así traicionaría a Hanah y levantaría una bandera de paz a Melisa.

Transmigrar a un CLICHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora