¿Por qué dejarías lo que amas? (Imayoshi Shoichi x Oc)

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"Lo que un día me arrebataste, lo recuperaré"

Fue el mensaje que recibí ni bien me levanté, no sé a qué se refería Riki, pero, me da igual. Con cierta parsimonia me bañé, cambié y bajé a desayunar. Parece que era uno de esos días en que mamá estaba de buen humor, porque besó mi cabeza cuando pasé por su lado y me sirvió pan tostado con manteca y dulce de leche.

– ¿Cuál es la trampa? –pregunté sospechando

–Ninguna –canturreó, abuela soltó una risita pero no dijo nada, y bueno, mejor de buen humor a que peleemos.

Salí para ir a la escuela y Ryô ya estaba esperándome ¿Debería presentárselo a mamá? No, la señora me va a retar, de que debería estar más concentrada en mis estudios que en los chicos.

–Ne... Ryô –el chico me miró extrañado –¿Vamos a algún lado este fin de semana? Mi castigo se ha levantado –pedí

–No puedo Hanarenji-san, lo siento –se disculpó –en serio, lo siento

–Bieeen –alargue mostrando que no inportaba

–Hanarenji-san, necesitamos hablar después –¿Por qué sonaba a advertencia?

–auch –desaparecí antes que pudiera decir algo más.

No sé por qué, pero al parecer de tan aburrida que estaba me acerqué a Imayoshi, quien hablaba con una compañera suya, la chica parecía un poco enojada, mientras que él sonreía como si no se diera cuenta, cuando me puse a su lado él solo me abrazó y siguió con su atención a la chica.

Imayoshi olía rico, encima emitía ciero calorcito cómodo, solo por eso me dejé abrazar, ay no ¿Por qué esta sonrisita no se va? Bueno, la sonrisa se fue en cuanto la chica me miró feo, se sintió raro, pero lo ignoré porque se fue pisando fuerte

–¿Qué le pasa a tu compañera? –pregunté señalándola, Imayoshi me dió un golpecito en la mano

–No se señala –regañó y luego sonrió –¿No escuchaste? –preguntó divertido, negué –se me declaró –algo se removió en mi estómago –y la rechacé –se encogió de hombros, pero seguía sintiendo pesado el estómago

–ah

–ahora... hay que hacerlo realidad, para que no quede como un mentiroso –me soltó y me tomó una de las manos

–¿De qué hablas? –pregunté intentando soltarme

–que primero... –miró a todos lados y luego se agachó –, primero tienes que terminar con Sakurai para ser mi novia –susurró, ah, ya sabía yo que este tipo no sabía como dejar de molestar, con brusquedad me solté de él

–serás idiota –respondí y salí de su vista, a lo lejos escuché su risa.

Tratar de alejarme del basquetball era como intentar dejar de respirar, pero, tratar de alejarme del equipo de basquet era como intentar arrancarse la sombra, esos idiotas encontraban la forma de atarme a ellos, tal vez debería juntarme más con las nenas.

Estaba sentada con la cabeza apoyada en la mesa, tenía agarrada la mano de Sakurai y jugaba por ella, sentía un miedo emanar de él y un aura amenazante de algún lado que no presté atención. Satsuki no estaba, supongo que algo del comité de salud la está deteniendo, Aomine estaba al otro lado de mi también recostado en la mesa, estábamos aburridísimos.

—¿Quieren ir por una hamburguesa luego de clases? —preguntó Daiki sin levantarse

—Te-tenemos planes, lo siento —respondió Sakurai

—¿Lo vas a hacer? —algo en esa respuesta pareció captar la atención del peli azul quien volteó a mirarlo

—s-sí, lo siento —Sakurai se razcó la cabeza apenado, no entendía qué pasaba

—Estaremos en tu funeral —Daiki levantó los pulgares como si lo intentara animar con esas palabras, pude sentir la tensión de Sakurai quien me miró de reojo, parecía aterrorizado

—No entiendo, en serio ¿Qué pasa? —pregunté a ambos, pero ninguno me quiso contestar, Daiki volvió a su posición original y Sakurai volteó soltándose de mi

—luego lo sabrás Hanarenji-san—respondió el chico

—hm, bueno —me encogí de hombros y me volví a recostar yo también.

El final de clases llegó y esperé a Sakurai en la puerta, parecía más lento de lo normal, a su lado, Daiki parecía intentar consolarlo, en serio ¿Qué les pasa?

Mientras íbamos por la calle, no podía evitar mirar atrás de vez en cuando, sentía que nos seguían, pero no una sola persona, sino que varias, estaba empezando a incomodarme. Paramos en un parque donde nos sentamos en las hamacas, Sakurai en serio parecía que iba a colapsar en cualquier momento, este chico no es cobarde, algo lo afectaba de verdad

—Hanarenji-san, debemos terminar, no es que quiera lastimar sus sentimientos pero debo preservar mi salud y los sentimientos de un amigo a quien temo, digo, aprecio mucho —empezó atropelladamente y, antes de que pudiera decir algo, tomó aire y continuó —. Como sabrá, usted me gusta sí, pero no creo que yo sea la persona adecuada para usted, además, mi rival es màs fuerte que yo, por eso he decidido dar un paso al costado y dejarle la oportunidad a él, por favor, espero entienda —culminó, no sabía que decir, estaba en shock ¿Sakurai Ryô me estaba terminando? Y ni siquiera era porque él quería, si no que para no dañar a su amigo, que tierno... no, espera, esto pica, no, no pica, duele —. Hanarenji-san, por favor, diga algo —pidió el chico a punto de llorar

—Sakurai yo... —no sabía que decir su acto de ahora me hacía quererlo más, en serio, pero, también he de admitir que me sentía un poco ¿aliviada?

—Además, yo sé que me eligió para evitar a otro —reprochó

—¿Qué? —me alarmé

—está bien, lo entiendo, pero, a veces debe hacer más caso a su corazón que a su mente —pidió —. En fin, solo era eso, Hanarenji-san, espero que esto no afecte nuestra amistad, me dolería mucho más perder su cariño —se levantó, hizo una reverencia, no me dejó hablar y se fue, casi tambaleando, en serio, no entendía nada, mucho menos por qué estaba llorando.

Maldito Sakurai Ryô, me termina y no me deja hablar o siquiera procesar lo que pasa. Caminando lentamente llegué a casa, aún no entendía a Sakurai, todo parecía estar bien, bueno, tal vez no debía haber empezado la relación desde un principio, o tal vez debí haber prestado más atención al aura amenazante cada vez que nos juntábamos, bueno, sobre eso... ¿De dónde vendrá? ¿Y por qué solo se presenta cuando estamos con el grupo? Ha... que importa ya, se terminó y no puedo hacer nada para cambiarlo.