A media noche escapé para pasar a casa de Satsuki, ambos estaban viendo una película de terror, por lo que decidí asustarlos. Satsuki estaba por llorar, en tanto que Daiki parecía serio, pero temblaba levemente, en un momento, Satsuki abrazó a Daiki dando un gritito, mi momento ha llegado: como que siempre tengo las manos frías, y ambos están de espaldas a mi, les pasé la mano por el cuello, ambos gritaron y yo me escondí
-mierda Satsuki, no debimos estar viendo esta película estando solos... ya me dio miedo -¿Qué? JAJAJAJA-yo también... -temblo Satsuki, dejenme ver... tengo mi otro celular ¿No? ¿Y si los asusto un poco más? Llamé a Aomine al celular, él no tenía este número, me alejé haciendo ruido con mis pasos -¿Escuchaste eso?
-si -su teléfono empezó a sonar
-os estoy observando, no pueden escapar de mi... estoy en todos lados -dije tratando de cambiar mi voz, cosa que logré y luego lancé una risa malvada, que de seguro lo escucharon hasta la sala
-¡MIERDA! -grito Daiki soltando el celular y Satsuki gritó, ya... quisiera matar a Daiki, pero, mejor lo hago con mis propias manos en vez de darle un ataque
-¿Qué paso niñitas? -aparecí, y volvieron a gritar -¡Me van a volver sorda par de idiotas! -les grité -y uno que viene de buena forma a ver porque gritaban tanto, hasta creí que estaban haciendo cosas poco apropiadas para dos amigos de la infancia -regañé, aunque me estaba aguatando la risa
-¡Shia-chan! -me gritó Satsuki escandalizada
-am... nada -dijo Daiki tratando de aparentar tranquilidad
-bueno ¿les parece si vemos una película de terror? -me tumbé en medio de ellos acomodando medio cuerpo en Daiki
-¡No! -gritaron ambos asustados
-ay... no hace falta gritar... ¿vemos 50 Sombras? -odio esa película, pero a Satsuki le gusta el romance y a Daiki todo aquello que tenga que ver con sexo, aunque esa película es de todo menos eso
-¡Si! -gritó Satsuki.
Terminaba la película cuando desperté, estaba acomodada en el sillón sobre Daiki, estaba durmiendo, se estaba calentito... quiero quedarme más... pero he de volver a mi casa antes de que mamá despierte, Satsuki bajó para avisarme de la hora y me dolió dejar la comodidad que me proporcionaba Daiki para salir al frío patio y volver a casa.
Me acomodé en mi cama para seguir durmiendo y no me parecieron ni 5 minutos los que dormí cuando mi abuela vino a despertarme diciendo que mis tíos vendrían, con gran pereza me levanté, me dirigí al baño, cuando terminé lo que tenía que hacer y bajé a desayunar.
La rutina de todos los domingos empezó, me tocaba limpiar la casa, Ge-nial, rodé los ojos y me puse a trabajar, primero empezaba por el suelo, barriendo y luego con un trapo mojado puliéndolo, luego seguía la cocina, ordenar, ir y venir, en una de esas, golpeé el armario y una caja cayó sobre mi
-¡Shiawase! ¿Qué rompiste esta vez? -me gritó mamá
-¡Nada! -contesté juntando todo, pero encontré un paquete de fotos, hey, esta caja es mía, de cuando era niña... ¡Y tenía la camara que me regaló papá! Corrí a guardar la caja a mi habitación y luego volví abajo a seguir lo que tenía que hacer.
Cuando terminé estaba más que cansada, pero aún así me tomé el tiempo para llamar a ese par, que no tardó ni 5 segundos de que terminó la llamada y ya estaban frente a mi casa, los hice pasar a mi habitación, que como siempre estaba desordenada, pero Daiki tiene la suya peor, empecé a repartir las fotos
-ay... Aomine-kun, eras una ternurita... -dijo Satsuki enseñándo una foto
-era, luego le pasó un camión por la cara y míralo ahora -me burlé, a lo que Daiki trató de darme un golpe que bloqueé -recuerdo ese día, los até y luego Ty hizo que Daiki empezara a correr enseñándole una paleta -reí -te llevó a ti y todo JAJAJAJA
-siempre hacias bromas pesadas -dijo Daiki con tono aburrido
-pero bien que te divertían -rodé los ojos
-en tanto no se los hacias a él JAJA -se burló Satsuki y luego desvió la mirada a otra foto -¡Mira cómo estaba lastimado Aomine-kun esa vez! -nos enseñó la imagen
-desde ese día te volviste tan pesada -regañó Daiki
-si... por tu culpa -lo regañé dándole un cabezazo
-¡No es mi culpa que tu seas tan bruta! -me agarró de la cabeza
-¡Tampoco es mi culpa el que no hayas tenido buen equilibrio -lo golpeé en el estomago causando que se cayera
-¡Tu me golpeabas por todo! -acercó su cara con la mía, sus ojos echaban furia
-¡Porque siempre causabas desastres! -le puse dos dedos en la frente y lo empujé
-¡Siempre terminaba pagando tus platos rotos escuchando a Satsuki quejarse! Nunca se quejaba de ti -se quejó
-claro que no se va a quejar de mi porque yo no causaba problemas
-¡YA BASTA! -gritó Satsuki enojada
-¡SHIAWASE HANARENJI...! -Grito mamá
-oh no... -dijimos los tres al mismo tiempo
-¿se puede saber que pasa aquí? -mi mamá entró enojada
-nada -contestamos con miedo
-¿entonces porque gritaban? Shiawase, esa no es forma de comportarse con los amigos -me regañó -¿Que van a pensar?
-con permiso señora -dijo Daiki levantándose y saliendo
-si... con permiso -Satsuki le siguío moviéndose rapidamente pero encogiéndose en su lugar
-¿Y tú qué? ¿Acaso no piensas lo que van a pensar si siempre que vienen te pones a regañarme? ¿No eras tu quien se quejaba de que no tenía amigos? ¡Pues mira de quien es la culpa! -le grité saliendo de mi habitación, pero me agarró del cabello
-a mi no me culpes por las cosas que haces -me tiró al suelo y se fue.
No voy a llorar, eso es lo que quiere, pero no lo voy a hacer, en vez de eso haré como si nada pasó, me acomodé y luego fuí a donde las fotos
Siempre hemos sido unidos, pero ellos dos han estado más pegados el uno al otro ¿Y yo? Un parásito que ha estado pegado a ellos por la simple razón de llevarle la contraria a su madre, sin embargo, ellos podrían hacer su vida si mi y ninguno se daría cuenta de mi ausencia, después de todo, Satsuki ya tenía suficientes problemas con Daiki y él era muy distraido para notarlo.
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¿Por qué dejarías lo que amas? (Imayoshi Shoichi x Oc)
HumorLa Generación de Milagros, tiene a Akashi Seijuuro como capitán, la parte masculina, por supuesto, porque la parte femenina, tiene a Hanarenji Shiawase.. Ella ama al basket, pero por alguna razón, de un día para otro parece odiarlo, al deporte, a la...