El Crononauta

Fuga disociativa

La ciencia todavía está investigando el origen y la causa de los sueños. Por ejemplo, Freud proponía que eran una realización alucinatoria de deseos y, por consecuencia, llegaban involuntariamente al inconsciente mediante la simbología de asociación del individuo. En otras palabras, creamos los sueños al plasmar nuestros deseos, pensamientos, intereses o "sueños" que nuestro inconsciente interpreta como algo que ya tenemos en nuestra realidad. Por eso, tenemos sueños extraños, como caer de un edificio, que pueden ser señales de querer "tirar la toalla" o "tirarse desde lo más alto" al no encontrar solución.

Quizás El Mago de Oz representaba los sentimientos reprimidos de Dorothy al llegar a la Tierra de Oz. Por ejemplo, el hombre de paja representaba lo que a Dorothy le faltaba en cuanto a un patrón de crianza y educación al cual debía retribuir expectativas, miedos y orientación. El hombre de hojalata no tenía corazón, lo que podría significar que no podía expresar sus sentimientos abiertamente, validar sus emociones y no reprimir su amor al prójimo. El león cobarde carecía de valor, autocuidado, negatividad y autorregulación emocional, lo cual era fundamental para forjar la confianza. Tal vez Mateo interpretó a cada personaje de esta manera.

Un hombre hecho de hojalata no puede tener corazón, ya que está hecho de un material que no puede replicar a un humano. Un hombre de paja no tendría cerebro, y si lo tuviera, se aburriría al estar inerte y expuesto al sol; preferiría ser un adorno de Halloween, al menos lo sacarían una vez al año. Y en cuanto al león cobarde, pues es un león, su naturaleza lo impulsa a cazar y demostrar que puede dominar a una especie superior a él. Así eran los pensamientos de Mateo al leer "El mago de Oz" o es que no habría entendido el mensaje de lo que representaba cada personaje, solo se centró en Dorothy, ya que para él no era una Mary Sue.

¿Por qué? Dorothy cayó sobre la única persona que tenía el poder de defender la tierra de Oz sin quererlo y ahora asume una responsabilidad más grande que Spider-Man: cuidar las zapatillas a cualquier costo. Y lo mejor de Dorothy es que creció junto a los personajes, ella no sabía la solución, solo conversaba con ellos sobre sus problemas. Ella debió al menos decirle en su viaje por el camino amarillo al hombre de paja: "Ven conmigo a ver si podemos encontrar a alguien que me lleve a casa y allí podrías preguntar por qué te falta un cerebro, aunque no deberías tenerlo, ya que con cerebro puedes tener una percepción de la realidad y hablar conmigo".

Mateo siempre ha tenido sueños similares a los de Dorothy, que se sienten tan reales que ha escrito historias al respecto. Cuando él tenía un sueño, no lo decía a su mamá porque podría interpretarlo como si fuera una señal para ir al psicólogo o al psiquiatra. En este caso, en medio de la oscuridad, desde sus ojos admiraba una luz azul pastel con una cuenta atrás con números digitales similares a su reloj.

Al aproximarse a esa luz, sentía que sus piernas se ponían heladas, las pulsaciones eran más armónicas con la cuenta atrás y sus manos estaban calientes. Esto era diferente mientras miraba su cuerpo, que se veía como la estática en la televisión, pero era más uniforme con áreas específicas del cuerpo: piernas, cabeza, torso y manos.

Algo le decía que no tocara la luz, pero escuchó otra opinión y quiso tocarla, ya que era tan placentera y la sensación era como tocar algo suave, similar a la textura de una pelota antiestrés. De repente, vio que la cuenta atrás iba a terminar y escuchó un paso mientras volvía asustado y miraba una forma humanoide acercándose a él. La forma era muy diferente, alguien que conocía o podría referirse a un humano de 1.80 de altura, pelo largo café, cejas depiladas y labios rojos como los de una mujer maquillada, quien le formaba una sonrisa. Mateo lo miró fijamente, aquel humanoide sonriente corrió con una velocidad vertiginosa hacia él...

5... 4... 3... 2... 1...

Mateo despertó y se dio cuenta de que eran las 5:34 de la mañana. Se dio cuenta de que se retrasó un poco y ahora tenía 2 opciones: irse o quedarse y tener otra oportunidad. Dadas las circunstancias, tenía que aprovechar esta oportunidad. Se puso unos jeans, una camisa roja, un hoodie, sus lentes, zapatos Nike y su reloj Casio. Al ponérselo, sintió un escalofrío en el brazo, lo cual lo movió involuntariamente y no sintió dolor absoluto; solo lo vio como algo raro.

Mateo: "Los nervios me afectan... Carajo, debo irme antes de que salga el sol."

Agarró su maleta con su billetera, se acercó a la ventana, suspiró, miró su teléfono y supo que en su país no tendrían la capacidad de localizar el teléfono como en Estados Unidos, así que se lo llevó. Fue hacia la silla, agarró la cuerda y la amarró a la cama para garantizar su seguridad. Se ató la cuerda en su estómago por si caía, la dejó colgada para poder pensar en un plan. Con valor, se subió a la ventana y dio un paso atrás.

Al sentir su peso, pensó que no aguantaría, pero al sentir que era sencillo, se bajó con un pie a la vez. Un pie se desincronizó y resbaló, lo que casi hizo que Mateo cayera. Ya sabía lo que sentía Alan Grant en la escena del ataque del T-Rex. Cada vez que veía más cerca el suelo, estaba más cerca de caer y tan solo tropezar al tocar tierra. Mateo se arriesgó, llegó al suelo sin complicaciones gracias a la ausencia de luz, pensaba que estaba lejos. Ya había cumplido su primera fase, su libertad estaba sellada.

Corrió lo más rápido que pudo hasta que escuch

ó ruidos de perros a lo lejos porque corría en su territorio. Rió cuando ganó velocidad, se sintió como nuevo. Al llegar a la entrada del portón de la colonia, miró atrás en esa calle donde se veía su casa, sintió que debía quedarse. Esta vez hizo más caso a su instinto y corrió hacia una parada de autobús cercana.

Al llegar al "Redondel", vio una parada de bus "Transurbano" y esperó allí, mirando el suelo mojado, recordando aquella ocasión cuando se fue con sus amigos el 6 de junio de 2016, estando hablando con cervezas y cigarros de por medio.

Mateo: "¿Qué van a hacer en el futuro?"

William: "Yo seguiré Ingeniería Civil."

Mateo: "¿Y tú, Elmer?"

Elmer: "Pues... Yo cocino."

Mateo: "Óscar, ni me digas nada."

Óscar: "Yo ni siquiera sé mucho." (se ríe de forma burlesca)

Mateo: "¿Y tú, David?"

David: "Yo arquitectura."

Mateo: "¿Y tú, Juan Martín?"

Juan Martín: "Auditoría..."

Óscar: "Mateo, ¿qué harás tú?"

Mateo: "No sé, tal vez seguir en Ingeniería Electrónica."

William: "Al menos elegiste algo acorde a tu personalidad."

Mateo: "Mi mamá quiere que estudie para contador, así tendré un trabajo fácil y no quiero. Es decir, me gustan los números, pero no administrar en una oficina que tal vez no me dé un salario mínimo, siendo explotado. En fin."

Juan Martín: "Así es la vida, Mateo, no es todo de color de rosas."

Mateo: "Tal vez sí, tal vez no. Uno puede cambiar las cosas por más pequeña que sea, por eso quiero intentar hacer mi propio negocio."

Elmer: "¿Qué negocio decís vos?"

Mateo: "Reparar teléfonos, electrodomésticos e instalación de software."

Juan Martín: "Eso no te llevará a nada. Eso deberías tomarlo como un hobby."

Mateo: "No, un hobby sería ver las falditas de las mujeres, ¿no es así, Juan Martín?"

Juan le pone el dedo medio a la vista directa de Mateo. Mateo sonríe y escucha un trueno mientras ve el cielo, sobresalta en el recuerdo al igual que en la realidad. Por esta vez sobresalta porque escucha el mismo trueno y siente la llovizna. Se pone su capuchón mientras espera el bus hasta que ve el bus llegar y detenerse. Al subir, se sienta junto a una señora a su lado derecho, quien lo mira de pies a cabeza.

Señora: "Patojo, ¿qué vas a hacer?"

Mateo: "Ah, pues visitar a un amigo en el hospital y luego dormir en su casa para que su familia esté bien."

Señora: "Ay, que Dios tenga misericordia de tu amigo. ¿Y cuánto tiempo te vas a quedar?"

Mateo: "Unos días, pero para mí serán años."

La señora sonríe al oír el comentario optimista de Mateo. Así, sacando sus auriculares, escucha música y esta vez es diferente. Siente ahora libertad, así que sonríe mientras el bus avanza después de subir a 2 pasajeros que estuvo esperando, así iniciando el rumbo desconocido de Mateo, concluyendo esta Fuga Disociativa.