Destined [Christopher Morgan]

Cap 46

Antoni
Sicilia, Italia.

—De alguna forma tenemos que hacerla caer—insiste Gema Lancaster, la mujer que llegó hace un par de horas para proponerme entregar a Kiara y Christopher a cambio de su lugar como Viceministra en la FEMF

Quiere que chantajee a Kazuki para obligarlo a aceptarla como viceministra en su campaña, es obvio que la mujer quiere sacarlos de su camino por rencor.

La idea de sacar a Christopher del camino y tener a Kiara para mi es muy tentadora. La belleza de ojos grises es un premio adecuado para el esfuerzo que se requiere.

Kiara, el dulce premio que, gracias a la irresponsabilidad y la traición de su madre, me pertenece.

Ella es la única mujer que puede tener a quién desee a sus pies; los hombres y las mujeres no saben reaccionar ante su presencia. Y yo voy a tenerla bajo mi mando, porque más que una mujer, es un arma muy poderosa.

Christopher puede decir lo que quiera, pero Kiara es una Mahala, y sin importar que su familia esté llena de traidores, hicieron un trato con mi familia y ella debe cumplirlo.

Esa mujer es el mejor premio que se puede obtener. Es la mujer más bella que he visto, es la encarnación de Perséfone, la diosa catalogada como la más hermosa, incluso más que la propia afrodita. Sus ojos grises y cabello claro, tan claro como los cielos del olimpo; ese encanto e inocencia que desprende a pesar de tener a su lado al hombre más sádico y peligroso que conozco.

Lo ama. Y si puede amarlo a él, también a mi.

—Ella es el punto débil de Christopher—insiste la mujer sentada frente a mi—. Si la raptas, podrás tener a Christopher aquí en menos de nada y acabar con él. Para siempre.

—Todos sabemos que su punto débil es ella—asiento—; pero ella es de todo, menos una mujer débil.

Gema parece subestimar a Kiara, su inocencia puede causar ese efecto, pero esa mujer no es inocente.

Tiene tanta sangre en sus manos como la tiene Christopher o incluso yo, su temperamento es algo con lo que hay que tener cuidado debido a la inestabilidad que le causa cuando alguien a quien quiere sale herido, y hasta ahora, nadie ha visto lo que esa mujer es capaz de hacer por Christopher.

No quiero tentarla a joderme, quiero doblegarla ante mi, obligarla a ser una mujer sumisa y obediente. Y la única forma de hacer eso es... el pequeño descubrimiento de la familia, el pequeño Morgan.

Los tendría a los dos en la palma de mi mano. Podría aplastarlos y darles dónde más le duele.

La muerte de ese engendro va a llevar a Kiara a un hueco oscuro del que yo me encargaré que salga para que me vea como su salvador. Y ahí será cuando la manipularé para que haga lo que me plazca.

—Voy a darte lo que quieras, Antoni—promete la mujer intentando convencerme

—Te diré algo—suspiro—. Entrégame a Ali y a mi hermana, consigue su ubicación para mi y yo voy a ayudarte con el Coronel y Kiara.

Ali y Emily tienen un buen escondite, pero si Gema es tan buena como dice serlo, estoy seguro de que puede sacarle algo de información al coronel.

Esos dos son traidores, y a Emily, solo por ser mi hermana, no voy a matarla. Pero Ali... es una historia muy distinta.

Siempre supo que le convenía estar de mi lado, pero decidió traicionarme por mi hermana, así que ahora él sabrá cómo se siente estar del lado de la víctima y no del victimario.

—Haré hasta lo imposible por traerte la información—se levanta y toma una respiración temblorosa al ver a mis hombres—. Yo... ¿prometes no hacerme daño?

Pequeña ilusa. Sé cuántas veces ha intentado dañar a Kiara, y traerla a mi será su mayor daño. Por supuesto que voy a matarla, no puedo confiar en ella ni en su inestabilidad mental.

—Lo prometo—asiento y ella suspira aliviada antes de que uno de mis hombres le abra la puerta permitiéndole salir de mi oficina.

Pronto voy a tenerte en mis manos, Kiara, y no habrá fuerza que la aleje de mi de nuevo. Ella va a ser mi esposa le guste o no.