Soy una Belleza Absoluta

28

Todas estas cosas no eran importantes para Du Jiuyuan. Solo tenía una cosa que pedirle a Ji Jingchen, el divorcio.

Divorciarse era imprescindible.

...

Al día siguiente, el timbre del teléfono despertó a Du Jiuyuan. Ji Jingchen se fue temprano en la mañana y le encargó a Jiang Cheng que la cuidara.

"Tía". Du Jiuyuan se frotó los ojos y presionó el botón de respuesta.

Eres tan despiadado. ¿Cómo estás? ¿No te sientes obligado a decirme que estás a salvo? Du Ling estaba preparando el desayuno y quería preguntarle si debería traerle una porción a Du Jiuyuan.

"Volveré en un tiempo. Jiang Cheng dijo que ya dormiste anoche". Du Jiuyuan tomó el teléfono y se levantó de la cama. Vio que la puerta del dormitorio de Ji Jingchen estaba entreabierta.

"Jiang Cheng, ese niño, se fue temprano en la mañana. Debe haber recibido una llamada. Yuanyuan, ¿quieres volver a desayunar?

Jiang Cheng no envió el sofá a la familia Ji, sino que lo tiró y lo reemplazó por uno nuevo. Después de estar al lado de Ji Jingchen durante tanto tiempo, había aprendido a lidiar con estos asuntos complicados.

"Me encantaría." Los dos colgaron después de unas pocas palabras.

Du Jiuyuan caminó hacia la habitación de Ji Jingchen y llamó a la puerta. No hubo respuesta, así que abrió la puerta y entró.

La habitación estaba tan limpia como nueva, y no había ni una sola arruga en la cama.

Como no estaba allí, no había necesidad de decírselo.

Du Jiuyuan estaba a punto de darse la vuelta y marcharse, pero accidentalmente vio su propia caja fuerte.

Se abrió la caja fuerte y se colocaron prolijamente las tiras de papel en el interior, una por una. Los regalos que no habían sido abiertos yacían tranquilamente dentro.

Al principio, Du Jiuyuan se mostró reacia a usar los regalos que le dieron. Incluso la ropa que él le había dado estaba cuidadosamente colocada en el armario. Más tarde, los puso directamente en la caja fuerte, con la intención de que nunca volvieran a ver la luz del día.

Había una computadora portátil cerrada con llave al lado de la caja fuerte. Impulsado por la curiosidad, Du Jiuyuan intentó ingresar una contraseña dos veces, pero no se abrió.

¡Ding Dong!—

Sonó el sonido de notificación de un mensaje de texto.

Hay algo urgente en la empresa. Si hay algo que necesites, busca a Jiang Cheng". El mensaje de texto era de Ji Jingchen, dando una breve explicación.

Du Jiuyuan no respondió. En cambio, volvió a su dormitorio para cambiarse de ropa y se preparó para irse.

Madam Ji y Tang Yingxue estaban sentadas en el sofá, cada una revisando sus teléfonos celulares. No causaron ningún problema a Du Jiuyuan.

Jiang Cheng estaba de pie junto al tío Fu. Solo se movió cuando vio venir a Du Jiuyuan.

"Señora Ji, ¿qué le gustaría hacer hoy?" Jiang Cheng ignoró automáticamente a todos en la familia Ji excepto a Du Jiuyuan.

"Envíame de vuelta a mi apartamento". Du Jiuyuan no era pretencioso. No fue fácil conseguir un taxi aquí.

Jiang Cheng se adelantó para tomar la bolsa de Du Jiuyuan y los dos dejaron a la familia Ji uno tras otro.

Era la hora pico de la mañana, así que había algo de tráfico. Jiang Cheng conducía un Maybach rojo, que Ji Jingchen había planeado darle a Du Jiuyuan.

Du Jiuyuan tenía licencia de conducir, pero rara vez conducía porque sus padres habían muerto en un accidente automovilístico.

Aunque la carretera estaba atestada, el Maybach era enorme y requería dos plazas de aparcamiento.

Otros autos se distanciaron del Maybach ya que los dueños de los autos sabían que no podrían pagarlo si se encontraban con él.

El Maybach rojo era un modelo de edición limitada. El precio se había duplicado recientemente y este auto era el único en el país. No muchas personas en el mercado local podían permitirse este costoso vehículo.

El coche estaba tan silencioso como. Du Jiuyuan se sentó en el asiento del pasajero delantero con los ojos ligeramente entrecerrados.

Después de llegar al apartamento, Jiang Cheng habló. "Señora, estaré esperando abajo. Llámame si me necesitas." Su única tarea hoy era cuidar de Du Jiuyuan.

"Si no me sigues, ¿no tienes miedo de que salte por la ventana y escape?" Du Jiuyuan abrió los ojos y miró a los otros autos frente a ella. Luego, volvió a cerrar los ojos.

¿Ji Jingchen no solo le pidió a alguien que la cuidara? Odiaba cuando estaba sobreprotegida.

Ella no volvería a huir. Su tía tenía razón. Huir no era la solución al problema.

"Señora, su apartamento está en el piso catorce". Jiang Cheng había estado al lado de Ji Jingchen durante mucho tiempo y había desarrollado el hábito de no querer dar explicaciones.

"Si no deseas seguirme, entonces vete. No necesito que me vigiles. Du Jiuyuan en realidad quería que él subiera y desayunara con ella.

Jiang Cheng era el asistente especial de Ji Jingchen. Hiciera lo que hiciera, siempre fue a instancias de Ji Jingchen. Du Jiuyuan sintió que era inútil discutir con él.

"¿Ah? Bien entonces. Seguiré a la señora. Jiang Cheng quedó ligeramente atónito y luego continuó.

El viaje que debería haber tomado diez minutos en realidad tomó más de una hora debido a la aterradora hora pico de la mañana en la ciudad de Hong Kong.

El desayuno estaba a solo dos horas del almuerzo y Du Ling había preparado una gran mesa con comida deliciosa y estaba esperando que llegara Du Jiuyuan.

Toc, toc, toc...

Du Jiuyuan no trajo sus llaves, por lo que llamó a la puerta a la ligera.

"¿Porque llegas tan tarde? Ya he calentado la comida dos veces. Du Ling le dio a Du Jiuyuan un par de pantuflas. Cuando vio a Jiang Cheng detrás de ella, también le dio un par.

"Hubo un gran atasco de tráfico", explicó Du Jiuyuan.

Jiang Cheng se paró en la puerta. Antes de que pudiera decir algo, Du Ling abrió la boca.

"¿Por qué estás parado ahí? Venid a comer juntos.

Jiang Cheng no tuvo más remedio que entrar por la puerta y sentarse. Empezó a comer bajo la mirada de Du Ling.

Du Jiuyuan tomó un sorbo de las gachas dulces y de repente sintió que el mundo volvía a ser hermoso.