Soy una Belleza Absoluta

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Du Jiuyuan estaba un poco confundida, así que preguntó: "¿Qué quieres decir?"

"No vender mi número de celular en el futuro. I don't like. Ji Jingchen era una persona muy importante. Por lo tanto, su número de teléfono celular podría requerir un secreto comercial.

Si alguien no deseara descubrir el número de Ji Jingchen, Du Jiuyuan estaría en problemas.

Du Jiuyuan no respondió. Se quedó clavada en el suelo durante unos segundos. Al final, caminó hacia la mesa del comedor, reconoció los platos y los golpeó en el microondas.

Cinco minutos más tarde, los platos humeantes y la sopa estaban sobre la mesa. Du Jiuyuan se preparó una taza de agua con miel y limón y sacó una silla para sentarse.

"Estoy lleno del estofado de esta noche. Beberé un poco de agua. Quería decir que Ji Jingchen debería comenzar a comer, pero en cambio bebió.

Ji Jingchen no dijo nada. Recogió el cuenco y los palillos, luego comió unos cuantos bocados antes de tirar el resto. Se levantó y estaba a punto de lavar los platos cuando Du Jiuyuan lo detuvo.

"Disculpe. Todavía estás herido. No quiero que Peter me envíe mañana un juego de cubiertos rosas.

Du Jiuyuan tomó el dolor y los palillos y fue a la cocina a limpiar. Ji Jingchen estaba parado en la puerta de la cocina. Su esbelta figura se apoyó contra la puerta de cristal, pareciendo un niño abandonado.

"¿A tu estudio todavía le falta gente?" Preguntó Ji Jingchen.

"No es asunto tuyo", respondió fríamente Du Jiuyuan.

"Puedo ayudarte, tú ..." antes de que Ji Jingchen pudiera terminar, Du Jiuyuan lo interrumpió nuevamente.

Has comido tu comida y tirado las sobras. ¿Ya terminaste? ¿No deberías irte? Du Jiuyuan dijo con impaciencia.

Ji Jingchen pensó que probablemente era la comida para llevar lo que la hacía sentir infeliz, por lo que dijo: "Entonces me voy".

Du Jiuyuan no respondió y continuó lavando los platos.

"Me voy. ¿No me vas a despedir?" Los ojos de Ji Jingchen estaban llenos de anticipación.

"Ji Jingchen, estamos divorciados. ¿Crees que todavía me aferraré a ti de mala gana como antes? Du Jiuyuan se sintió incrédulo.

Ji Jingchen se sintió un poco incómodo. Dejó escapar un largo suspiro y se fue abatido.

Du Jiuyuan no deseaba tratarlo con tanta dureza. Sin embargo, ella lo había visto perder el control con sus propios ojos. Era imposible para ella no tener miedo.

Aunque ahora estaban divorciados, no podía garantizar que Ji Jingchen no repitiera el mismo error. La violencia intrafamiliar se ha convertido en un tema ineludible en la sociedad actual.

Todo seguía igual. Aunque el corazón de Du Jiuyuan dolía por él, y ella podía entenderlo, pero ella no era una santa. No tenía el corazón intrépido que tenía antes. Entonces, ella no podía volver a su lado.

...

En la sala de consulta de Li Ruyan, Ji Jingchen la visitó a altas horas de la noche. Li Ruyan había conocido a un cliente difícil antes y estaba a punto de irse después de arreglar todo. Ji Jingchen se acostó en el sillón reclinable y miró al techo sin decir nada.

"CEO Ji, ya salí del trabajo". Li Ruyan se frotó el espacio entre las cejas. Recientemente, dudó de sí misma y se preguntó por qué le gustaba Ji Jingchen.

¿Qué era exactamente lo que le gustaba de él? Lo deseaba tanto que había ido en contra de su ética profesional. Li Ruyan estaba tan enamorado de Ji Jingchen hasta que ella cambió tanto para él.

"Parece que su condición está bajo control". Li Ruyan hizo todo lo posible para enfrentarse a Ji Jingchen con la actitud de un psiquiatra profesional.

"Me duele el corazón", dijo Ji Jingchen con los ojos entrecerrados.

"Si te duele, ve al hospital y llama al departamento de cardiología". Li Ruyan frunció el ceño, pero su tono era tranquilo.

"Quiero beber." La voz de Ji Jingchen sonaba muy triste. Estaba tan triste que incluso quería usar alcohol para adormecer sus sentimientos. Si estuviera borracho, no tendría que recordarlo todo y no le dolería tanto.

Sabiendo que no tenía esperanza de salir del trabajo, Li Ruyan dejó su maletín y caminó hacia el lado de Ji Jingchen. Sacó una silla y se sentó.

"¿Cuántas veces tengo que decírtelo? No se puede tocar el alcohol o los cigarrillos. Estimularán los nervios de tu cerebro e inducirán tu enfermedad". Li Ruyan suspiró. Sabía que sería inútil recordárselo.

"La persona que envió a Du Jiuyuan a casa esta noche fue un hombre. Le pregunté y me dijo que el hombre era un nuevo diseñador contratado por el estudio. Mi amor por ella es como agua que fluye, y ya no puedo controlarme. Incluso quería esconderla de los demás". Ji Jingchen dijo lo que estaba pensando.

Por un momento, eso fue lo que pensó.

"Mi yo actual quiere verla en todo momento. Quiero saber qué está haciendo. Quiero saber más sobre ella. Incluso disfruto la forma en que está enojada conmigo". Ji Jingchen siguió divagando... Esta era la primera vez que le decía tanto a Li Ruyan de una sola vez.