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Me levanté muy temprano a arreglarme. Tenía que verme presentable para la madre de Tom. ¡Dios! Estaba tan nerviosa.

Después de darme una larga y relajante ducha, decidí ponerme un jean, con un suéter blanco y una bufanda roja. Hacía bastante frío hoy.

Bajé a la cocina y de tan sólo ver a mi padre ahí, me tensé.

"Tú puedes, Rebekka". Me dije a mi misma y suspiré.

- Buenos días - Dijo sonriéndome y yo no pude evitar ponerme más nerviosa

- Buenos días - Contesté seca

Saqué una manzana de la nevera y me senté en el mesón a leer una revista.

- ¿Eso es lo único que vas a comer? ¿No quieres que te prepare algo? - La verdad es que mi padre era un muy buen cocinero, pero no quería nada. Por simple orgullo.

- No. Gracias, igual - Dije y me bajé del mesón para subir a mi habitación

¿Cuándo se irían de aquí? ¿Cuánto tiempo piensan quedarse? ¿Es que acaso no entienden que no los quiero aquí?

Aquí. La casa que mi padre compró. O sea, la casa de mi padre. ¡Mierda!

De igual manera, no soporto la idea de tenerlos aquí. Si no fuera por Gustav... Gustav, ¡Gustav! ¿Qué habrá pasado ayer?

Entré a su habitación y lo vi profundamente dormido. Moría por saber que había pasado ayer.

Me mataría, lo sé.

Empecé a saltar en su cama mientras gritaba que se levantara, incluso me tiré encima de él.

- ¡Basta! ¡Juro que te voy a matar sin sigues así! - Gritó

Seguía saltando pero él me agarró de una pierna haciendo que cayera.

- Eres la peor, en serio - Dijo sentándose en la cama mientras frotaba sus ojos. 

- Cuéntame, ¿cómo te fue ayer?

Él sonrió de oreja a oreja.

- Lo vamos a intentar - No pude evitar sonreír también. ¡Gustav en una relación! ¡Sí! No más chicas.

- ¿Y quién es? Digo, hay muchas chicas llamadas Lindsay aquí

- Lindsay Olinger - Maldita sea, esa es la chica del grupo de Melody. Meldoy, Barbara y Lindsay, son inseparables

Suspiré.

- ¿Pasa algo? - Preguntó

- No, sólo que esa chica no me cae muy bien

- Eso es porque no la conoces. Vas a ver qué te caerá muy bien si le das una oportunidad - Dijo sonriendo

- Nunca antes te había visto defender a una chica

- Siempre hay una primera vez - Sonrió. Mi hermano está enamorado. O algo así

Lo dejé dormir un poco más y me encerré en mi habitación.

Le mande un mensaje a Tom, la verdad es que no quiero que se repita lo de ayer.

"Voy caminando hasta tu casa y de ahí, nos vamos a donde tu madre. No quiero que nos vean otra vez y empiecen a sospechar. De esa si no nos podremos salvar"

Tom me respondió al instante.

"No. No quiero que vengas sola caminando. Prometo ser cuidadoso"

"No, Tom. Tengo 17 y me sé cuidar sola. No me pasará nada y tu casa no queda muy lejos"

"No"

Eres mía, pequeña [Tom Kaulitz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora