- Ya dime que es! Por favor! - "Suplicaba" la menor, la curiosidad la mataba y quería saber que objeto había comprado su hermana mayor.
- Eso te pasa por distraerte~ No te voy a decir que es Mel - Contesto algo burlona sin dejarse llevar por las insistentes "súplicas" de su hermana menor.
- Ya volvieron - Hablo Cristal al verlas, casi dandoles un ataque al corazón, aunque la más afectada fue Katherine qué prácticamente lanzó a Melisa a otro pasillo junto a todas las compras qué ambas habían echo - Estas bien? - Pregunto.
- Si! Si, claro, lamento eso - Respondió nerviosa - Pensé que llegarías después del almuerzo, me asuste - Explico con calma, manteniendo una mano en su espalda oculta por una de sus tantas capas que solía usar.
- Lamento eso - Dijo - Es un gusto volver a verte - Hablo sonriendole, sentía como aquella sensación se acentaba en su pecho nuevamente.
-El gusto es mio - Respondió al saludo, con el mismo sentimiento de hace dos semanas - Como estuvo el viaje? - Pregunto recibiendo un simple "bien" en respuesta - Que bien, eso es bueno, muy bueno - Contesto, el tener la caja donde aquel objeto misterioso se guardaba oculto en su espalda empezaba a causarle nervios.
- La emperatriz dijo que compartiremos habitación, estas bien con eso? - Pregunto nuevamente la pelirroja.
- Ho eso, si, no te preocupes, no es la primera vez que comparto habitación, si no te agrada, puedo pedirle a madre que te de otra habitación o a Melisa qué intercambie habitación contigo, estoy segura que no se negara - Contesto y sugirió a su contraria.
- No, no es nada de eso, tampoco me niego a hacerlo, solo preguntaba - Respondió - Si me disculpas, iré al comedor - Se excuso mientras reverenciaba para ir al lugar mencionado.
- Adelante - Respondió la morena mientras reverenciaba igual, dejando el camino libre a su prometida.
- Era necesario lanzarme con todas las compras? - Hablo molesta Melisa una vez Cristal se alejo.
- Lo siento, cuando algo te venga a la mente, prometo hacer lo que quieras - Respondió mientras sacaba de detrás de su espalda la caja.
- No lo vio, verdad? - Cuestiono la menor.
- Eso espero - Respondió mientras miraba la caja en sus manos.
[***]
Ahí estaban, las cuatro mujeres disfrutando de un delicioso almuerzo, cada quien con su propio platillo. La emperatriz Jolín comía un plato de carne y algunos vegetales, con una copa de vino. Katherine prefirió un plato de arroz, patatas y vegetales, con una taza de té de lavanda, su favorito. Melisa pidió un sándwich, fruta y jugo de naranja. Por último Cristal pidió un plato de pollo con vegetales y agua.
- Entonces, que compraron en el pueblo niñas? - Pregunto Jolín empezando una conversación.
- Algunas pinturas y lienzos mamá - Contesto Meliasa.
- Un cepillo - Dijo Katherine.
- Nada más eso? Por el tiempo que tomaron pensé que compraron más cosas - Cuestiono la mujer.
- Ya conoces a Katherine mamá, puede tardar horas en decidirse por un broche para su capa porque ninguno la convence - Replicó Melisa, no le molestaba tanto como parecía, pero igual se quejaba aveces.
- Lo dice la qué tardo dos horas en elejir un tono de azul - Contesto a la queja su hermana.
- Hey! Al menos yo usaré ese azul! Que hay de ese broche de cabello qué compraste el mes pasado? - Respondió enojada.
- Lo llevas puesto Melisa - Respondió igualmente enojada, pero sin alzar la voz usando un tono de voz un poco más serio - Compre ese broche para ti, si no recuerdas - Comento.
- Igual tardaste mil años! Porque no puedes conformarte con algo?! - Replicó nuevamente.
- Osea que querías el horrible broche de bronce con un lagarto en lugar del bello broche de plata con una ave? Por que si es así, pudiste decirlo cuando lo compre! - Alzó la voz, por primera vez.
- No te preocupes - Le dijo Jolín a Cristal mientras las hermanas seguían discutiendo - Esto es así todos los días, desayuno, almuerzo, cena, esas dos no pueden dejar de discutir cuando están en la mesa juntas - Río por lo bajo contagiando a cristal en poco tiempo.
- Como si no te gustaran las flores que planto ESPECIALMENTE para ti Melisa! - Grito nuevamente.
- Pues si tanto problema te dan, déjalas marchitarse! - Contesto lanzando un melon a su hermana manchando su capa y causando sorpresa en todos.
- Basta ambas! - Grito la mayor haciendo que ambas hermanas se sentarán de inmediato, una con la cabeza gacha y otra limpiando su capa con una servilleta - No me quejo de sus discusiones, son completamente normales ha esta edad - Hablo la emperatriz mientras se levantaba de su silla - Pero por todos los dioses, COMPORTENCE! En este palacio no se lanza comida especialmente si es la hora de comer, disculpense inmediatamente - Exiguio la mujer.
- Lamento ensuciar tu capa Katy - Se disculpo la menor.
- Lamento haberte gritado Mel - Respondió la mayor.
- Bien - Suspiro la madre mientras se sentaba nuevamente - ahora sigamos comiendo, lamento que tengas que ver esto Cristal - Explico la mayor.
- No se preocupe - Contesto aun incrédula la chica ante lo sucedido.