UN NUEVO HOGAR 🌟

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Un ángel estaba en su cama y solo la observaba con atención mientras por su mente pensaba infinidad de formas de como regresarla a su lugar de origen y es que su padre estaba loco o más bien toda su familia.

La orgullosa familia taisho que se hacían respetar por su manejo en las grandes finanzas y que cualquiera desearía ser parte de esa familia sin embargo era solamente una fachada ya que realmente la fortuna de aquella familia provenía de otro sitio.

Todos pertenecian a los Yakuza un grupo delictivo que tenia el control de gran parte de Japón haciendo imposible que esta familia fuera investigada por el gobierno ya que prácticamente el gobierno apoyaba a la familia, todo estaba envuelto en corrupción y el negocio familiar pasaría a manos del peliplata mayor sin embargo y para sorpresa de todos Sesshomaru simplemente se negó.

Era una vida llena de lujos pero a base del sufrimie6de otras personas y eso no wra para nada de su agrado fue ahí cuando decidió tomar otro camino y convertirse en profesor lo cual decepciono mucho a su padre además de que el joven cortó todo tipo de relación para evitar ser investigado y aunque la sociedad sabían que eran unos grandes empresarios tenían ciertas dudas sobre también el origen de su dinero.

Siguió contemplando a la pobre joven que aún estaba dormida, se acercó más a ella analizó aquel frágil cuerpo buscando rastros de agresión sin embargo no encontró nada al parecer habían sido cuidadosos con ella, involuntariamente comenzó a acariciar la mejilla de la joven y pasó lo que menos deseaba, ella había despertado.

Se sentía completamente mareada ¿En dónde se encontraba? No lo sabía, había visto pasar su corta vida frente a sus ojos y lamentablemente no había tenido una buena vida, fue entrega por su padre aún hombre extraño, su pobre madre no había podido salvarla.

Ahora estaba con alguien que no conocía y que tal vez se trataría de un monstruo, era horrible imaginar que sería utilizada para el placer de un desconocido aún era muy joven tenía una vida por vivir pero todo se había derrumbado ahora lo único que le quedaba era volverse una esclava.

Sentía mucho miedo pero si no hacía lo que aquella persona le mandara tenía la sensación de que las cosas terminarían muy mal, su cuerpo pudo sentir una calidez sobre su mejilla ¿Acaso la estaban acariciando? Con apenas un leve gemido pudo moverse abriendo lentamente sus ojos siendo lastimada por la luz de la habitación.

Un guapo hombre de cabellos plateados y piel tan blanca como la nieve la observaba con aquellos bellísimos ojos dorados como si estuviera sintiendo su dolor, el hombre había analizado cada parte de ella al parecer él era su nuevo dueño, quiso separarse rápidamente de él sin embargo el hombre se lo impidió y entonces pudo sacar al fin unas cuantas palabras para pedir ayuda sin embargo para su sorpresa aquel caballero ignoró aquellas palabras para después sujetarla de los brazos y soltarle a aquellos listones que le había marcado las muñecas dejando por fin libre a su encantador regalo.

-- Listo ya estas mas comoda, sera mejor que te de otro cambio de ropa o te vas a enfermar -- Observando a la castaña que aun no procesaba lo ocurrido.

-- ¿Acaso no piensa hacerme nada? Crei que... Usted ... -- Sonrojada al imaginar tal situación.

-- Estoy muy cansado para hacer algo ademas no tengo el placer de someter a alguien en contra de su voluntad asi que puedo asegurarte que estas asalvo, debes de tener hambre ¿Quieres comer algo? -- Analizando a su invitada.

Aquello la dejo simplemente sorprendida, creia que aquel hombre le haria cosas inapropiadas pero era todo lo contrario se habia portado tan amable y considerado incluso le ofrecio comida algo que provoco que unas finas lagrimas comenzaran a brotar llamdo la atención del hombre que enseguida limpio con la yema de sus dedos.

"MI DUEÑA ♨️  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora