Infiltrado 🐝🐺 [JOOKYUN]✔✔

Capítulo 12

Joongi chasqueó los dedos frente a la cara de Changkyun. —Tierra a Changkyun...

—Perdón ¿qué?

—Apenas y has hablado hoy.

Changkyun miró a Joongi y luego a Naesang. —Tengo muchas cosas en la cabeza.

—Bueno, deshazte de eso —se burló Naesang—. Solo hay una cosa que deberías tener en mente, y eso debería ser derrotar a Lee Jooheon.

Changkyun asintió con la cabeza. —Lo escuché en el teléfono. Un tipo llamado Wang. Le dijo que lo pusiera todo en su depósito de almacenamiento, que esperara a que saliera.

—¿Alguna idea de a qué se refería? —preguntó Joongi.

—No, ni idea.

—Pondremos a Jackson Wang bajo vigilancia.

—¿Jackson Wang?

Naesang asintió. —Antes de que Jooheon entrara, trabajaban juntos. Era uno de sus secuaces.

—Otro cabrón que gana dinero con la muerte y la destrucción —murmuró Joongi.

—¿Tienes algo más para nosotros?

Changkyun se limpió las uñas. —Se está formando una pandilla en la prisión.

—¿Una pandilla? ¿Jooheon está formando una pandilla? —preguntó Joongi.

—No, es contra Jooheon. Está creciendo en número. No sé lo que están planeando, pero sé que no es bueno.

—¿Y entonces? —se rio Naesang—. Esto es genial. Tal vez esta pandilla se encargue de Jooheon antes de que tenga la oportunidad de salir por la puerta.

—No lo quiero muerto —escupió Changkyun.

—Resolverá todos nuestros problemas.

Joongi suspiró. —De hecho, estoy de acuerdo con Changkyun. No quiero que Lee Jooheon muera. Quiero que dé diez pasos fuera de esta prisión, me dé motivos para arrestarlo de nuevo y llevarlo a la estación. Pase lo que pase una vez que vuelva a entrar, no es mi problema.

Changkyun golpeó la mesa con el dedo y abrió la boca para hablar, pero las palabras no salieron.

—¿Qué pasa? —preguntó Joongi.

—No puedo quedarme aquí mucho más tiempo.

—¿Por qué no?

Pensó en Kihyun. —Voy a terminar lastimando a la gente, gente que no merece ser lastimada.

—¿Lastimar a quién?

—Kihyun, el chico con el que llegué.

Joongi se frotó la mandíbula —Asesinó a su padre en un ataque frenético.

—Ha llegado a confiar en mí, y la culpa está empezando a carcomerme. Cuanto más tiempo esté aquí, más me dolerá cuando me vaya.

—Aléjate de él, entonces.

Changkyun arrugó la cara. —No puedo hacer eso.

—No estás aquí para hacer amigos, estás aquí para espiar a Jooheon.

—Y lo he hecho. Les he dado información.

—No la suficiente —gruñó Joongi—. Me lo debes, ¿recuerdas? ¿El favor que te hice?

Changkyun se mordió el interior de la mejilla.

—¿Qué favor? —preguntó Naesang.

Changkyun miró a Joongi y negó con la cabeza, pero toda compasión había desaparecido de los ojos del inspector.