Capítulo 3

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Changkyun había estado adentro durante cuatro días y sabía una cosa con certeza.

Lee Jooheon lo odiaba.

Trataba de entablar conversaciones seguras, pero Jooheon siempre discutía en su contra. Se quejó en broma de que las salchichas estaban gomosas, y Jooheon lo llamó desagradecido, le dijo que haría que los reclusos sirvieran para escupir en su comida.

Cuando elogió el sol en el cielo, Jooheon gruñó que hacía demasiado calor para él y sostuvo su toalla sobre el rostro de Changkyun hasta que estuvo sin aliento, cada inhalación amarga con el sudor de Jooheon.

Cualquier opinión sobre comida, películas, libros, juegos, Jooheon tenía la contraria. No había puntos en común, y los cuatro días se sintieron mucho más largos, más como cuatro semanas de golpear constantemente una pared de ladrillos, siendo forzados a retroceder constantemente, hasta que Changkyun cambió su opinión para coincidir con la de Jooheon. Cuatro días y estaba exhausto.

Fuera de la celda, Changkyun permanecía cerca de Kihyun y Capitán. Los tres formaban su propio grupo, uno de muchos. Yonggoo tenía su grupo y Jooheon tenía el suyo, pero estaba claro que Jooheon tenía control sobre el ala. Ante cualquier discusión o riña, los reclusos lo miraban en busca de orientación. No era nada parecido a un César mirando hacia abajo desde la pasarela superior. Gritaba "basta" o les decía a los reclusos que "lo arreglaran en el gimnasio", lo que Changkyun descubrió que significaba boxeo hasta que alguien perdiera y admitiera la derrota. Los guardias no intervenían, ellos permitían que las peleas controladas siguieran adelante.

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Otro grito despertó a Changkyun, y se sentó derecho, presionando su mano contra su corazón. Los gritos de Capitán resonaron, pero nada de lo que dijo tuvo sentido. Estaba distorsionado, amortiguado, y lo hacía aún más desconcertante.

—Pobre bastardo —murmuró Jooheon.

—Lo sé.

—Deberías convencerlo de ver al doctor.

—Él no quiere, dice que merece sufrir.

Jooheon rio levemente. — ¿No puede encontrar una forma de sufrir en silencio, ya sabes, sin llevarnos a todos con él? ¿Cuánto tiempo estará dentro?

—Cinco años.

Jooheon chasqueó los labios. —¿Eso es todo? Me pregunto qué hizo.

—Ni idea.

—Es gracioso, ¿no?

—¿Qué cosa?

—Nadie le pregunta a nadie por qué está aquí. Se pregunta la hora, la sentencia, pero nunca el delito, pero todos nos enteramos igualmente.

—Quizás algunas personas se avergüenzan o temen ser blanco de sus crímenes.

La cama tembló y Changkyun se agarró. Se sentía más seguro cuando Jooheon estaba debajo de él, pero cuando estuvo desnudo frente a la cama, su corazón comenzó a latir con fuerza.

—¿Qué hiciste?

—¿Qué?

—Ahí está esa palabra otra vez —resopló Jooheon—. Ocho años, ¿por qué?

—Drogas.

—¿Drogas?

—Traficaba, vendía...

—¿Te drogabas?

Changkyun negó con la cabeza. —No, nunca. Sabía qué era lo que vendía.

Jooheon se rio. —Sí, apuesto que sí. Sabes en lo que estoy metido, ¿verdad?

Infiltrado 🐝🐺 [JOOKYUN]✔✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora