Infiltrado 🐝🐺 [JOOKYUN]✔✔

Capítulo 10

—Espero que tengas algo para nosotros... —murmuró Naesang.

Changkyun se mordió el labio. —Lo escuché hablando por teléfono.

—¿Y? —gruñó Joongi.

—No escuché quién estaba al otro lado, pero estaban hablando de la granja de Ming. Jooheon quiere que alguien la compre, o un pedazo de tierra o algo así.

—¿Qué más?

—Dijo doscientos cincuenta mil, podría haber estado hablando de dinero, podría haber estado hablando de los minutos hasta que esté fuera. No lo sé con certeza.

Naesang negó con la cabeza. —¿La granja de Ming? ¿Quién diablos es Ming?

Changkyun finalmente apartó la mirada de la mesa y miró a Joongi. Se veía ojeroso, su piel estaba pálida, y cuando se pasó la mano por la cara, Changkyun notó que su anillo de bodas había desaparecido.

—Sé quién es Ming —murmuró.

Naesang se quedó boquiabierta. —¿Quién?

—Él tiene una granja cerca de mi casa, es dueño de los campos detrás de mi jardín. —Joongi apretó los dientes—. Bastardo...

—¿Crees que comprará la granja? —preguntó Naesang.

—Tal vez.

—¿Por qué diablos haría eso?

—Para atormentarme, para hacer sus fechorías frente a mí.

Naesang miró a Changkyun. —Necesitas conseguir ese teléfono.

—No lo guarda en la celda. Los guardias lo han buscado dos veces más desde la última vez que nos encontramos los tres, no lo guarda allí.

—¡Bueno, lo está guardando en alguna parte!

Joongi se apretó la nariz. —¿Dijo algo más, alguna pista de a quién le estaba diciendo que comprara la granja?

Changkyun negó con la cabeza. —No, eso fue todo lo que dijo, y no lo he vuelto a escuchar por teléfono.

—Maldita sea —siseó Joongi, empujando hacia atrás su silla. Cayó al suelo con un ruido sordo y él lo miró fijamente. —Tengo que detener lo que sea que esté planeando.

—Ese es el problema —murmuró Naesang, levantando las manos en el aire—. No sabemos lo que está planeando.

—Tienes que hacerte con ese teléfono —dijo Joongi.

—No sé cómo.

Naesang resopló. —Debes estar lo suficientemente 'cerca' ahora, pídeselo prestado.

—No.

—Ustedes son amigos, ¿verdad? Ahora eres amigo de un monstruo como él.

Changkyun abrió las fosas nasales. —No puedo pedir usarlo, él querrá algo a cambio.

—Entonces dáselo.

—Naesang —gruñó Joongi—, eso no tiene gracia.

—No estaba tratando de ser graciosa.

—Lo intentaré, está bien —dijo Changkyun.

—Haz más que intentarlo —espetó Naesang—. Consigue ese teléfono.

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Changkyun agachó la cabeza mientras lo escoltaban de regreso al ala. Soltó un lento suspiro y esperó a que la puerta sonara. Había estado allí tres meses, y cada semana que pasaba, se sentía más y más como un fraude. Un fraude para Kihyun que esperaba ansiosamente a que regresara, un fraude para Capitán que trabajaba duro para entrenarlo, un fraude para Jooheon que lo hacía sonreír y le ofrecía su protección sin condiciones ni engaños, y un fraude para el inspector que lo ayudó en su momento de crisis. Su corazón, su mente y su pene estaban tropezando unos con otros, y los estaba traicionando a todos.