Capítulos que nos cuentan las aventuras y sucesos de los tríos de hermanos. Desde como aquel joven llamado Ace obtuvo su sombrero hasta sucesos que jamas sucedieron, pero que soñamos con que sucedan.
-Sin importar el lugar. Tiempo. Distancia. Sangre...
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El desayuno de Luffy.
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Luffy ya era un universitario. O estaba realmente cerca de serlo. Faltaban unas horas para que oficialmente tuviera que presentarse en la escuela tan conocida y de gran renombre: One piece.
Estaba algo emocionado, eso nadie lo iba a negar, nuevamente vería a sus dos hermanos. Ace y Sabo, quienes también estudiaban ahí. Eran tres años mayor que él, por ende, sus carreras estaban mucho más avanzadas, pero eso no le importaba. Quería volver a verlos aunque sea por los pasillos, por los jardines, en las bibliotecas o en los comedores. Donde fuera.
Otra situación que también le hacía feliz era saber que Nami, Ussop, Sanji y Zoro estaban en la misma universidad que él. Los primeros dos iban a ingresar al mismo tiempo que él. Aunque Nami era un año mayor que su persona, pero debido a ciertos problemas había perdido un año. Los últimos dos, eran dos años mayor que Luffy, y ellos ya llevaban dos años en la universidad. Eran sus mejores amigos y tenerlos cerca nuevamente era muy emocionante.
Dios, ya podrían volver a ser el grupo del pasado.
Pero bueno, eso no era lo importante. Lo interesante de la situación era que Luffy estaba tan emocionado por su primer día de clases que se levantó muy temprano.
Y eso era fascinante y a la vez sorprendente.
Bajó las escaleras corriendo y fue un milagro que pisará bien cada escalón y que no diera un traspié.
Cuando estuvo en la planta baja, entró a la cocina, tarareando una canción. Era muy temprano, apenas comenzaba a ver al sol salir de su escondite, se acercó a la ventana y lo miró por segundos.
—A Torao de seguro le debe gustar, shishishi —tras reírse después de recordar a su amigo, continuó con su actividad.
Tomó un delantal de la cocina, era el suyo. Sabo había comprado uno para cada quien desde la navidad pasada en dónde los había obligado a ayudarles en la cocina, aunque después del incidente en donde casi incendian la casa, nunca les dejó entrar a la cocina.
Colocó la tetera en la estufa y esperó a que el agua estuviera lo suficientemente caliente. Su papá amaba el café, ser un empresario era complicado, así que la cafeína se había vuelto su mejor amigo, y bueno, Luffy terminó viendo a Sabo y a Ace consumiendolo en cada temporada de exámenes. Era lo necesario para que sus cerebros absorbieran información y para que Ace no reprobara sus exámenes.
También había visto a Robin tomar café. Aunque luego lo sustituyó por el té.
Por eso, ahora que vivían juntos y que su emoción estaba al mil, había decidido hacerles un café para que se fueran con el mejor humor a la universidad.
Entonces, ¿qué podría salir mal?
Cuando la tetera comenzó a hervir, apagó la estufa y agarró tres tazas. Las puso en la encimera y el agua rápidamente se vació en cada una.
