Fichados

1 🎯

Jodido acosador

Alma

—Me voy, nos vemos luego bonita —asiento y se aleja después de haberme dado un beso en la mejilla.

Sonrío y sigo mirando a los demás adolescentes patinar en la pista, quiero aprender a andar en una patineta, pero soy algo torpe aún.

—¿Que hacías con ese tarado? —casi grito asustada cuando llega un hombre a mi lado y no lo escuché.

—¿Te conozco? —pregunto y sonríe.

—Claro que me conoces, solo que no me recuerdas pequeña —me acaricia la mejilla como si fuera normal de la nada acariciar a chicas en la calle y me retiro—Tranquila, no te haré nada.

Tomo mi mochila manteniendola a mi lado cuidando de que no me quiera asaltar o algo así, me apresuro a buscar mi llavero y tener a la mano la navajita.

—Soy Ignati —se presenta y tomo su mano con cierto temor—¿Que haces aquí?

Su pregunta es con cierta nota de emoción pero me parece que no debo de estar hablando con este tipo desconocido.

—¿No puedo venir aquí? —pregunto con amargura y sonríe con gracia.

—De que puedes, puedes pequeña —suelta  divertido—Pero no deberías de escaparte así de tu instituto...

—¿Cómo...? —cuestiono confundida mientras infinidad de preguntas aparecen en mi mente y ríe.

—Te seguí —suelta casual, talvez se dedica a seguir a chicas; doy un paso atrás, escondiendo la navajita—Solo te cuidaba.

—¿Cuidarme?, no necesito que me cuiden...

—Por algo tus padres te tienen bien cuidadita —me mira de pies a cabeza y me aparto más cuando su sonrisa incrementa pero con cierta malicia—Una mujercita como tú necesita que le cuiden la espalda cada segundo.

—¿Que sabes de mí? ¿porqué me seguiste? —cuestiono comenzando a entrar en pánico, joder, ¿pero quien se cree este cabrón?

—Solo sé lo que necesito saber —frunzo el ceño y mira mi mochila, luego el peluche de pollito que cuelga en una de las llaves—No te asustes, no intento acosarte, solo decidí acercarme para que me recuerdes.

—¿Quien eres?

—Preguntona desde pequeña... que buenos tiempos ¿no? —busco el número de Cole ya muy asustada, disimuladamente—Soy tu futuro marido.

—Estás loco, aléjate de mí —comienzo a caminar alejandome a pasos apresurados y me sigue sin esforzarse, sus pasos son largos y me alcanza en lo que yo doy dos pasos—Llamaré a la policía...

—No lo harás —suelta divertido y se me atraviesa impidiendo que siga mi camino—Estoy preparado para tí, solo quiero dejarte en claro que no me gustan para nada tus saliditas al antro.

—¡¿Desde cuando me sigues?! —pregunto furiosa y ya demasiado asustada por este tipo.

—Desde que te conocí —le marco a Cole y sonríe cuando me llevo el móvil al oído demostrandole que sí me atrevo—Vieras cuantos hombres te miran y sé que intentan robarte, eres tan preciosa que no sé como justo ahora no te llevo a nuestra futura casa y...