Capítulo 2

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02

Los mentirosos son aquellos que con mentiras juran decir la verdad.

[...]

Cuando Seokjin supo que sus padres adoptarían a un niño; pensó que ellos querian un hijo que si se mereciera su cariño, que cumpliera con sus expectativas, que fuera el mejor, un hijo digno. No pudo estar más equivocado y después de años seguía estándolo, porque vivía en una burbuja de inferioridad que le impedía ver la realidad.

Una realidad de la que Taehyung se percato desde el primer momento y aprendió a vivir con ella. Sus padres no querian un hijo digno; sino a una máquina, una capaz de hacen todo lo que se le mandaba a la perfección. Las máquinas no piensan por si mismas, cumplen ordenes y satisfacen a sus dueños, hacer todo lo que se les ordena y son faciles de manejar. Un titere, Taehyung supo eso y su vida se convirtió en un juego de dar, recibir y cumplir ordenes.

Los hermans Kim no se parecían en nada. El mayor era impulsivo, se guiaba por su instinto y vivía en una burbuja de inferioridad, por esa razón hacía lo que creía correcto para mantener su bienestar. Todo lo contrario al menor. Taehyung lo calculaba todo friamente, se dedicaba a observar en silencio a las personas, conocía a sus padres y aprendió como mantenerlos contentos para sacarle provecho a lo que el juego de su vida representaba.

Tal vez Seokjin tuvo razón cuando dijo que Taehyung siempre obtenía lo que quería, pero con que precío a pagar y al final del día no poder ser libre y mucho menos feliz.

¿Cómo podría ser libre o feliz? Vivía bajo la constante vigía de su familia incluyendo a su hermano. Encerrado entre cuatro paredes sin poder disfrutar de su juventud con la estúpida excusa de —solo queremos protegerte y sabemos que es lo mejor para ti— Como odiaba que le dijeran eso, más nunca reclamo, porque las máquinas no reclaman, no piensan, solo reciben y cumplen ordenes.

Taehyung era un prodigio con habilidades mentales impresionantes, sereno, tranquilo, analítico y muy reservado. Amaba estar en lugares donde el silencio predominaba para poder leer sus libros con tranquilidad, por eso le gustaba pasar tiempo en la biblioteca de la escuela o en la azotea. No le agradaba llamar la atención, a pesar de ser descuidado en su apariencia y el cuidado de su piel. Era bastante atractivo, pero no le interesaba seguir las tendencias de moda. Decía que la moda era una tontería y que esas cosas le pegaban más a su hermano adoptivo que a él.

Era un chico alto, con anchos hombros (aunque no tanto como su hermano), facciones definidas y fuertes para su edad (dieciséis años). Tenía una mandíbula perfecta, nariz recta, pómulos ligeramente pronunciados y cejas oscuras. Simplemente era bonito.

—¿Acaso no piensan presentarse, caballeros?— preguntó el mayor de los tres, erguido frente al tocadiscos sosteniendo un vinilo en mano para insertarlo.

El castaño estaba recostado en uno de los divanes de la estancia, el pelinegro en otro frente a él. Ninguno se miraba a los ojos, el ambiente era denso y el castaño sostenía un libro en sus manos, inmerso en su lectura.

—Saludos, mi nombre es Taehyung —sonrió y continuó con su lectura.

—Soy Jungkook.

Tan pronto como la voz de Tears for Fears inundó la habitación, Jungkook identificó de inmediato el nombre de la canción.

—Everybody wansts to rule the world —dijo el pelinegro.

—Tú sí sabes lo que es buena música, joven —el castaño soltó el libro al ver al peliblanco en medio de la sala bailando solo —.Solía bailar con mi esposa aquí en medio de esta sala. Vamos, no sean unos amargados y vengan a bailar. —instó a ambos, pero ambos negaron inmediatamente.

Tu más dulce mentira. |Vkook/Taekook| [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora