Tu más dulce mentira. |Vkook/Taekook| [Corrigiendo]

Capítulo 7

07

—¿Podrías imprimir los papeles por mi, Jimin? —preguntó Jungkook sonriendole.

—C-claro —sonrió tornandose violentamente rojo.

—Es que yo tengo problemas en mi casa y me tengo que ir —mintió.

—S-sabes que puedes contar conmigo.

Vio al chico darse la vuelta y caminar por el desierto pasillo.

Jimin suspiro,sentía sus mejillas arder, su estómago cosquilleava, una sonrisa tierna se dibujo en sus labios. Y un brillo entusiasta en su mirada, joder Jeon Jungkook le había hablado a él. Después de pasar secundaria juntos y ni haber cruzado ni una maldita palabra, enviar un montón de mensajes a su teléfono. De llorale todas las noches y rogandole a la luna que le correspondiera. Eso definitivamente no le estaba pasando a él. ¿Cierto?

Su corazón latía con fuerza,todo su cuerpo se sentía en el cielo. Como un corderito que acababa de correr mucho. Se mordió el labio inferior y apretó fuerte los ojos, abrazando las hojas.

Escucho una risa detrás suyo.

—Eres realmente tonto, Jimin.

El chico se volteo.

—H-hoseok —tartamudeo.

El rostro del contrario se volvió totalmente serio,como si quisiera devorarlo con la mirada.

—No quiero que hables con él.

—¿Ahora decides con quien hablo? —pregunto con cierta molestia en su tono de voz.

—No...—suspiro —.Mientras se trate de Jeon Jungkook. No es un misterio para nadie el hecho que ese chico te humedece los calzones.

Jimin trago seco.

—Y-yo nunca dije e-so.

—No necesitas decirlo —Hoseok suelta una risa bastante cruel mientras retiene un mechón de cabello entre sus finos dedos —.Tines un puto marbete imaginario en la frente que dice “Jungkook estoy completamente enamorado de ti” —ríe; esa risa le provoca náuseas al pequeño Jimin.

Sus palabras eran tan crueles. El rubio juraba que iba a llorar, sentía las lágrimas amenazando por salir.

—Dame esto, no creo que lo necesites —.Tomó los papeles y los rompió haciendo de ellos pequeños y diminutos trocitos los cuales calleron al suelo.

—P-pero era para la tarea.

—Me vale mierda, Jimin. Tú y él pueden suspender.

—¿S-suspender?

—Sí, tú por estúpido y él por fijarse en lo que no es suyo.

—Yo no soy de tu propiedad —hablo firme tratando de no llorar.

—¿Qué dijiste?

—Yo no te pertenesco.

Lo tomo fuerte de la barbilla apretando y enrrogeciendo en el acto sus mejillas.

—No se cuanto te deba golpear para darte a entender que tienes que respetarme. Como si tenga que arrancar la piel de tus rechonchos labios una y otra vez. Me encantaría saber cómo sufrirías con cada intento de sonrisa, el tener que sentir como se te desgarran los labios al abrir la boca o el simple ardor de una brisa —recuperando el aliento y organizando sus retorcidas ideas de un Jimin con labios rasgados. Muy divertida la escena que se había formulado en esa mente suya —.Pero...no lo hare, si te portas bien.

Por la mirada asesina del mayor supo que no sería nada bueno, Jimin sintió que se desmayaría cuando lo vio esbozar una sonrisa, pero una increíblemente y vil trastornada que le hizo erizar la piel, haciéndole tomar más miedo del que ya tenía.