Capítulo 5

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05



                      
                                 1 Septiembre 2014

Park Jimin, un lindo rubio de mofletes grandes cursaba su ultimo año de secundaria. Era ese tipíco personIaje de telenovela que por mucho que lo intentase su timidez  era mayor que su fuerza de voluntad, una incapasidad algo tediosa para el tipo de chico del que se había enamorado.

A veces se atrapaba viendolo con entusiasmo, soltaba un largo suspiro y escondía sus rosadas mejillas entre sus pequeñas manos. No contaba con el valor suficiente para acercarcele  y felicitarlo por haver ganado un partido de basketball, para decirle que esa camisa le quedaba muy bien, o simplemente para saludarlo.

Hoy era un día especial,el cumpleaños de kooki. Un regalo era la mejor forma de expresar sus sentimientos, un presente que Jimin sabía perfectamente que era de su agrado. Él sabe que le gusta, era facíl saberlo por su estilo rebelde. Dos pasos, lo único que pudo lograr antes de que el pavor de ser rechazado, de que lo odie o peor. No, Jimin no podría soportar la simple idea de perder el avance que habría logrado con el dichoso regalo. Si tan solo Jungkook hubiese estado sólo,tal vez si lo hubiese logrado.

Yoongi, conciderado el mejor amigo de su amado. El gato carroñero, Min Yoongi enredando sus flácidos dedos en las negras cabelleras de Jungkook posado en su regaso que, en esos instantes parecía más un cachorro alegre por las caricias de su dueño. De manera inmediata todo se oscurecio, la mente del rubio se apagó.

Ante sus ojos sólo podía ver a una pereja encantadora, de muy buena química e infinito amor.

Eso era demasiado para él. Respiraba de forma pesada, sus piernas le fallaban y una voz ensordecedora le repetía intensamente que él nunca le pertenecerá. A punto del colapso, por sus pequeños y semicerrados ojitos corrían saladas lágrimas.

A veces las cosas no son lo que parecen, y eso lo sabía a la perfección. Nuestro cerebro le gusta jugarnos malas pasadas cuando de amores se trata.

Corrio con las pocas fuerzas que le quedaban hacia el baño. Se puso frente al lavabo y miro su reflejo en el espejo.Sus mejillas y nariz rosaceas, sus ojos que lagriamaban, sus cejas semi fruncidas y su boca que castañaba. Dolor se reflejaba en su mirada,ante aquella insesante condena.

Las personas se enamoran contra su voluntad de personas que jamás pideron ser amados.

Mojo sus manos y se las paso por sus abultadas mejillas. Sintió la puerta abrirse, con el rabillo del ojo observo al pelirrojo colocarse junto a él silenciosamente.

No se atrevio a decir nada solo se quedo mirando con intesidad su reflejo en el espejo, no desvio la mirada.

La respiración de Jimin se corto en seco ante la intensa mirada del chico sobre él. Su corazón comenzo a latir con fuerza. Lo observaba friamente atraves del espejo. Jimin desvio la mirada, sus mejillas se palidecieron y solo podía escuchar el eco de sus latidos.

La habitación de ese baño era de matices blancos y grises claros, pero; joder ese lugar parecía sacado de una puta película de terror. La luz era brillante pero por el bajo voltaje, apenas la tenuicidad de esta dejaba a expensas de su luz a una gran parte del público.

Por impulso, solo pudo girarse. Un escalofrio peligroso recorrió toda su columna vertebral al ver a aquel chico de aspecto siniestro.

El pelirrojo de tez morena lo miraba de manera indesifrable para él. Pero si era seguro de que no le gustaba que ese loco se le quedara mirando tan fijamente

Tu más dulce mentira. |Vkook/Taekook| [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora