❝ No me importa lo complicado que sea esto, te quiero. Me alegro de haberte conocido, espero que lo sepas ❞
Las leyendas x lectora
La leyenda de La Nahuala ✔️
La leyenda de La Llorona ✔️
La leyenda de las momias de Guanajuato ✔️
La leyenda del Chup...
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Una vez que abandonaron la mina y la tranquilidad regresó alrededor del pueblo, la normalidad pareció restituirse por completo. A pesar de los eventos aterradores que sacudieron al pueblo unos días atrás, todo se desvaneció en el olvido y la calma reinó en el ambiente. Jade se había sentido algo inquieta desde que descubrió que el enigmático joven con capucha, llamado 'Luis', en realidad era una chica llamada 'Valentina'.
Y no le resultaba incómodo que durante todo este tiempo Leo hubiera estado dedicando tiempo a una joven, una joven muy atractiva, entrañable, carismática, era una joven de buen corazón y a pesar de todo Jade y Valentina habían entablado una amistad luego de lo ocurrido. A pesar de que Jade podía percibir claramente en la mirada de la joven morena que sentía algo por Leo, los ojos nunca mienten, y estaba consciente de que Valentina se había enamorado del valeroso joven.
¿Quién no se sentiría atraído por eso? Al principio, Jade también se sintió atraída por su valentía y determinación, pero a medida que lo fue conociendo, se enamoró de él por su verdadera personalidad.
—Es chichi, que hace mi perro en Guanajuato? —Teodora se sorprendió al ver a su pequeño perro felizmente entre las calles de Guanajuato —Ósea, como llego hasta acá?
—Pos, es que cuando me salí por las charamuscas. Pues este chucho...
—Chichi
—Pues me empezó a seguir y ya se me había echo tarde. Y no me obedecía es rete desobediente el chucho
—Chichi!
—Si eso y pues eso fue lo qué pasó
—Ash. Que vamos a hacer con Xóchitl, chichi? —Inquirió Teodora con el ceño fruncido mientras levantaba a su pequeño perro del suelo —Primero no me compra las charamuscas. Y luego pierde a mi perrito. No nos queda de otra más que darle lo que se merece, muchos besitos! —Así, acercó el cachorro al rostro de Xóchitl, quien comenzó a reír mientras el pequeño perro rosado lamía su cara
Jade emitió una leve risa al presenciar la interacción entre ambas amigas, sintiéndose realmente contenta de poder compartir ese momento con sus dos mejores y más queridas amigas. En un instante, el perro de pelaje rosa movió su hocico hacia el rostro de Jade, tomándola por sorpresa al sentir cómo el animal comenzaba a lamer su rostro. Mientras Teodora y Xóchitl se reían, Jade no pudo contener la risa, provocada por las cosquillas que sentía en su rostro.
—Ey mueva la carreta. No puede estar aquí —expresó uno de los guardias al notar la presencia del vehículo estacionado en la calle, mientras Valentina batallaba con su pesada maleta —A donde se dirigen?
