Capitulo 6

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-¡¿Puedo, otra vez?! -off rio al ver la emoción de Alatz.

-Sí, amor. Ese patio es todo tuyo.

Alatz gimió por la sorpresa y corrió por todo el patio en círculos como los dias anteriores, se sentó con cuidado en el pasto. Sonrió y se dejó caer de espaldas.

Su Alfita había vivido toda la vida en un departamento, que, aunque fuera grande, no tenían ni un poco de patio. Entonces, con el gran cambio, Alatz estaba más que emocionado.

Off podría mirarlo todo él día.

El sonido de una bocina y tay entrando por la puerta principal le hizo saber que eso no pasaría justo ahora.

-Hola...

-¿Listo para desempacar un millón de cajas? -mencionó tay haciendo ruido con un llavero que traía, el Alfa miró detrás de off y una gran sonrisa apareció en sus labios. Su pequeño sobrinito se veía tan feliz.

Alatz estaba boca abajo, su cara era sostenida por sus manitos. Movía sus piernitas en el aire mientras charlaba con unas hormigas. Pero los adultos no llegaban a ver eso.

Black apareció, se sentía bien sentir el pasto bajo sus patitas. Se movió asustado cuando notó que estaba solo en el patio, se decidió por entrar a la casa.

El olor de su padre y tío salía de la casa, corrió hasta ellos. Movió su colita feliz de ver a tío, pero cuando corrió a ellos y gruñó juguetón ninguno le prestó atención.

-Ahora no podemos jugar, black. -murmuró tay bajando otra caja del camión.

El lobito se sentó triste, Alatz estaba por volver cuando un olor le hizo picar la nariz, olía a protección, amor. Olía a su padre, pero... era extraño.

Quería correr hasta alcanzar la fuente de ese perfume y acurrucarse con donde pueda sentirlo bien. El olor comenzó a alejarse, black prestó atención al instante volteando la cabeza.

¡El olor iba a desaparecer! Una patita frente a la otra y ya estaba corriendo detrás del aroma. Ni siquiera notó en qué momento se había alejado tanto de casa, off ni siquiera noto cuando dejó de sentir el aroma de su bebé.

Cuando perdió el rastro del aroma, miró a los lados, había muchas casas iguales, pero ninguna era la suya. El lobito gimoteo y comenzó a olfatear, caminado en cualquier dirección.

La noche cayó rápido y Alatz hizo acto de presencia, más no volvió a su forma humana. El lobito gimoteo otra vez, llamando a su padre, aunque supiera que este no lo escucharía.

Se detuvo frente a una casa que era igual a todas la demás, solo decidió acurrucarse allí y sollozar por lo bajo.

Quiero a Ba.

Y yo...

Hace frio.

Lloriqueo Alatz y black bajó sus orejitas.

Gimió asustado cuando sintió una mano en sus orejitas y se levantó exaltado. Cuando pudo observar quien le había tocado, su nariz se removió.

Una niña, ondas obscuras y cabello negro; ojos miel acompañados de unas largas pestañas y la piel caramelo, traía un vestidito azul. Estaba parada frente a él con el ceño fruncido. Desprendía un olor fuerte como si el olor de un Alfa tapara el suyo natural de cachorra.

Alatz inhalo.

Ella hele rico.

Sí, riquisimisisimo.

Se acercó moviendo la colita, ese olor le brindaba seguridad. La niña puso sus manitos entre él y ella, se veía molesta, cuando Alatz quiso avanzar, ella gritó.

Alatz ♡ Offgun ♡ [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora