Capitulo 16

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Off planeó una salida para gun y su cachorro. Había que conducir por un tiempo largo, pero al final llegaron a campo abierto.

Alatz aplaudió festejando, cuando off lo bajó de auto, el cachorro le dejó el control absoluto a black

El lobo corrió emocionado, off suspiró al verlo tropezar con sus propias patitas, black era predecible.

-Uh, ¿él esta bien? -preguntó el Omega juntado sus cejas y con una mueca.

Off lo admiró, el Omega más radiante que había conocido. Traía un suéter rosado y unos pantalones negros sueltos. Gun pasaba todas las tardes con Alatz, y la noche la compartían los tres juntos. Off se sentía vacío cuando dejaba a gun en casa. Dos semanas y el Alfa sentía que no podía esperar más.

Era el momento de pedírselo.

-¡Black! -llamó gun y salió corriendo.

O tal vez, aun no era el momento.

Off respiró el aire puro, sean tomó el control, un lobo grande y negro se hizo presente. Miró a su Omega y cachorro y se movió hasta ellos.

Gun se apartó sorprendido, párpadeo varias veces y una risita escapó de sus labios.

-Alatz es como tu en miniatura, sean. -. El lobo apoyó su cuerpo contra el suelo, gun le acarició la cabeza, su miradas se cruzaron-. Eres precioso. -murmuró.

Black le gruñó a su padre, saltando hasta ellos. Comenzó a morderle una de las patas, a modo de juego. Sean y black comenzaron a jugar, el cachorro olvidando de a poco que era un juego y, tal vez, mordiendo un poco de más. Gun se sentó en el pasto, se reía viéndolos jugar.

White se movía intranquilo, el quería salir también mas no quería arruinar el progreso que logró con su humano.

Era difícil para ambos, más para gun, sabía que el castaño no estaba lo suficiente en paz consigo mismo para dar ese paso.

Se tranquilizó cuando gun tuvo un escalofrío, se recostó sobre su patitas y observó a los lobos jugar.

-Lo siento, White.... -suspiró gun - No puedo hacerlo.

Black llegó corriendo hasta el con una rama en su hocico, lo soltó ahí y bajó las orejitas gimoteando. Buscó acurrucarse entre sus piernas cruzadas y su pecho.

-Ow, black. -. Gun le acarició el lomito-. ¿Qué fue lo que hiciste? -preguntó viendo como sean se aproximaba, visiblemente molesto.

El lobo le gruñó al cachorro, que acarició el brazo de gun con su hocico. Gun frunció el ceño.

-Oye, no le gruñas. Asustándolo no vas a solucionar nada. -habló gun con una mueca.

Sean soltó aire por su nariz y los rodeó quedando detrás de hasta ellos. Puso su nariz en la espaldas de gun. El Omega oyó el gruñido bajito del cachorro, un rumor largo que alertaba algo que gun no entendía.

-¿sean?, ¿qué hace- ¡sean bajame! -. El lobo tenía al castaño colgando de su hocico, lo sostenía por el suéter. Alatz gruñó y le ladró.

Sesn lo ignoró y caminó en otra dirección, llevándose al Omega consigo. Alatz intentaba hacerlo tropezar, pero no lo consiguió.

-sean, enserio voy a enojarme si no me bajas ahora. -advirtió. El lobo lo miró de reojo y lo ignoró-. ¡sean! -refunfuñó el Omega.

Gun volvió a tocar el suelo con sus pies, bufó y volteó a ver los lobos. Black atacaba las orejas de su padre, soltando gruñiditos, sean miraba a gun echado sobre sus patas.

¡gun, sean quiere que subas!

¿Subir?, no. White, sabes que no me gusta mucho el contacto físico.

Alatz, el no me molesta, es solo mi cachorrito. Pero off...

Por favor...

~Omega, por favor. Vamos... yo te cuido.

~Si no te gusta al final, puedes decirme y te dejo bajar.

Por favor, gunnie...

Gun suspiró, se acercó con timidez al Alfa, dificultándose la tarea de subir a su lomo. Cuando sean se alzó en su patas, gun se aferró a su pelaje con los ojos cerrados.

Sintió cosquillas en las mejillas, era suave al tacto, en su pecho bailaban protección y cariño al son del viento.

Gun respiró hondo, se sentía cómodo, se sentía bien. El Alfa era un refugio para su frágil confianza.

Black gruñó y corrió lejos, sean sacudió su cabeza, moviéndose detrás de su cachorro, sin correr.

White lamió la mejilla de sean, lo rodeó ronroneando. El Alfa lo observó con una sonrisa todo el tiempo, suspirando por el lobito.

Inseguridad cayó sobre el Omega como un balde de agua fría, apretó su agarre. Era demasiado.

-¡Me da miedo!, quiero bajar, quiero bajar. -rogó apretando los ojos.

~Calma, Omega. ¿Confías en mí?

-Yo... Si. Confío en ti.

~Vamos por nuestro cachorro.

🍂🍂🍂

Off negó cuando tay le mostró el tercer collar del día. El Alfa castaño bufó tomando otro.

-off, tienes que decidirte por uno. -. Off negó al collar.

-No quiero equivocarme. -suspiró. Off caminó por la oficina, miró por el gran ventanal-. No quiero que piense que no lo vale.

-Estoy seguro que será feliz con cualquiera de estos, hermano. -. Tay tomó un collar en sus manos y miró la piedra azul, sonrió. Que pena que el no tendría nunca uno.

Off miró sobre la mesa otra vez, tenía que elegir entre esos collares una para su Omega, bueno hablando en el caso hipotético que gun lo acepte, su pronto Omega.

Ninguno le gustaba. Eran sencillos, gun se merecía más. Off se llamó loco las primeras veces, pero sabía que algo no estaba bien con el Omega. Y aunque no supiera que, él haría que mejore.

Recogería cada pedacito que se haya caído su alma, y aunque las astillas le hagan sangran los dedos, lo pondría todos en su lugar.

Jennie entró a la oficina. Sus zapatillas rechinaron contra el piso de madera, lucía entusiasmada. Off sonrió al verla, vestía uno pantalón negro ancho y una sudadera de Mickey Mouse, su cabello esta un poco despeinado, sujeto en un moño.

Su madre siendo su madre dentro de la empresa.

-¡Bebés! -exclamó, llegando hasta el escritorio con una cajita en sus manos-Encontré un collar más, mi cielo.

Off tomó la cajita de terciopelo, abrió con lentitud y frunció el ceño al ver el dije del collar. Los ojitos verdes del Alfa se llenaron de lágrimas.

-¡Quiero ver!, ¡quiero ver! -tay se acercó hasta ellos. Jennie rio tapando su boca y acarició la mejilla del castaño.

-Tranquilo, cachorro. Deja que off termine de llorar.

-No estoy llorando. -murmuró con la voz rota, off cerró la cajita y la extendió hasta su madre-. No puedo aceptarlo, no es justo. Tay también podría quererlo, yo-

Jennie lo miró con una sonrisita y empujó la cajita hasta su hijo. Su sonrisa se ensanchó cuando tay la abrazó por la cintura.

-¿Le diste el tuyo? -preguntó tay y le dejó un besito en la mejilla. Jennie asintió, el Alfa miró a su amigo-. Quedátelo, no creo que lo vaya a necesitar.

Los tres se abrazaron, abrazo el cual no duró mucho, porque la puerta se abrió por segunda vez. Mike estaba parado en la puerta, vestido exactamente igual que su Omega, con excepción de que el traía a Minnie Mouse, en su pecho.

-Voy a tomar esto como traición. -anunció el Omega con un puchero, los Alfas se quejaron caminando hasta él-. Um... podría perdonarlos, siempre y cuidando me den mimitos. -negoció, batiendo sus pestañas.

Los Alfas fueron a almorzar con sus padres esa tarde.

Alatz ♡ Offgun ♡ [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora