Rebecca POV
Hoy siempre que me pongo a pensar sobre algo, me duele el corazón.
Suspiré amargamente viendo la puerta de enfrente, no tenía el valor para abrirla al menos todavía, y no sabía porque, había tenido este sentimiento durante toda la mañana, este sentimiento tan doloroso. Pero también quería abrirla, y ver después de tanto tiempo a la única persona que quiero y amo, a Sarocha.
Esto es tan contradictorio que me lastima...nunca pensé que sucedería.
Me llevé las manos a la cara y de ahí al cabello frustradamente, aunque había pasado todo el día fuera despejando mi mente todavía tenía estas dudas encima, y la preocupación volvió nuevamente. Todo comenzó con la plática de la reina: su único requerimiento para que pueda estar con Sarocha es dejar mi trabajo, eso me ha mantenido triste y pensativa todo el día.
Yo, aprendí a amar mi trabajo, hace un tiempo, era todo lo que tenía. Ser famosa implica ser amada y odiada por muchos por igual, pero para llegar a serlo, implica mucho esfuerzo y sacrificio o al menos normalmente. A mí me costó llegar hasta donde estoy...fue para lo único que me he esforzado en mi vida, además de Sarocha, así que pensar en dejarlo me cause una tristeza inevitable...y algunas dudas.
Me gusta mucho mi libertad, pero lo que quiere la reina es encerrarme como una rata de laboratorio. Quiere que este dentro de un edificio, dentro de una empresa, en un cubículo durante 8 horas al día 6 días a la semana, es aburrido y me da miedo.
Odio todas estas dudas...con toda mi alma.
Pero yo misma lo he admitido, mi vida normal y sin Sarocha solo es una mentira, elija lo que elija, todo tiene algo malo.
Hace aproximadamente 4 horas que salí del palacio de la reina, lógicamente lo primero que tendría que hacer seria ver a Sarocha, pero no lo hice, me sentía tan mal que fui con Suphanut a dar una vuelta y despejar mi mente por Tailandia, y funciono de maravilla...hasta que me volví a acordar de ello, hace unos minutos
cuando volví a la casa de Sarocha. Cuando llegué sus padres me miraban extraño, pero no me pudieron decir nada, todo esto lo logré con mi esfuerzo.
Gracias a él, pude estar con Sarocha.
Todo lo que hice valió la pena y tuvo un precio hasta alcanzarlo, pero ha llegado la hora de despedirme de uno.
Agité mi cabeza y volví a suspirar, no importa, ahora tengo que ver a Sarocha, por primera vez, después de mucho tiempo. Llevé mi mano hasta la perilla de la puerta y la abrí lentamente, era la habitación de Sarocha, con cuidado fui abriéndola y me quedé sorprendida, era un cuarto muy grande y bonito, tenía de todo, desde cosas para entretener a infantes como a un adolescente. El cuarto me era un poco asfixiante y luego pude darme cuenta del porqué, esto me recordaba a una prisión...la prisión de la que hablaba Sarocha. Al abrir más la puerta pude verla a ella recostada en su cama, viendo tristemente hacia la puerta, al verme se sorprendió, y su cara cambio a una de felicidad.
Aunque tuviera sentimientos encontrados desde hace rato no pude evitar ir corriendo a abrazarla a su cama. Ver su cara llena de felicidad, tan linda y noble llenaba mi corazón de algo muy cálido. Ella me correspondió el abrazo en un agarre muy cómodo, me acariciaba la espalda gentilmente.
No dijimos nada durante unos minutos, yo tenía tantas cosas que decirle y supongo que ella también, pero no había palabras para hacerlo. Podía sentir el ambiente y al menos yo creo que el abrazo es el que habla y no yo. Aun así...quería decirle algo.
La cara de Sarocha se ve algo mojada, como si hubiera estado llorando, me pregunto si se habrá enterado de lo que hablábamos la reina y yo y se preocupó porque no vine a verla antes. Ella estaba temblando y me daba esa sensación, quería confirmarlo, pero no era momento de hablar de eso.
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Ella es mi esposa
FanfictionRebecca Patricia Armstrong tiene 20 años de edad es una cantante solista muy popular, ella tuvo un accidente recientemente en el cual perdió la memoria del año más reciente de su vida en donde estuvo de vacaciones en el extranjero. Becky es mujerieg...