Proyecto Muggle

9

Draco Malfoy estaba tan acostumbrado a casas grande que recorrer la casa de Granger había sido en menos de diez minutos, sin embargo, encontró algo que no su casa no tenia

Acogedor.

Draco detuvo su andar y tomó una fotografía de la castaña, la joven estaba con una gran sonrisa y a su lado sus padres la abrazaban con felicidad, el rubio parpadeo pensando en sus fotografías y luego fruncio el ceño, el no tenía una foto así con sus hermanas y sus padres, con cierta tristeza que no entendía, la dejó en su lugar y continuo caminando.

Fleur por su parte buscaba en la alacena algo que pudiera comer y sonrió al encontrar un pan y mermelada de fresa, su sonrisa se engancho a tal punto de que casi se le sale la sonrisa del rostro. El gato amarillo de Hermione se erizo al ver a la rubia sonreír y huyo dela joven

Fleur destapó la mermelada y antes de untar el pan se quedó suspendido en sus pensamientos, las palabras de sus padres retumbaron en su cabeza "Si comes mucho dulce, engordaras" "Te saldrán imperfecciones en la cara y no serás atractiva", Fleur parpadeo y la voz de Victor la sacó de sus pensamientos

—Yo quiero dos— le arrebato el cuchillo y comenzó a prepararse los sándwiches.

Hermione y Draco llegaron minutos más tarde y comieron, Fleur por su parte se cruzo de brazos mirando por la ventana como la lluvia golpeaba los cristales.

—¿Quieres uno?— pregunto Hermione.

Fleur se giro a verla, tenia el rostro lleno de mermelada y eso le hizo sonreír un poco, sintió como su panza gruñia exigiendo comida y luego negó con la cabeza.

—Ya me he comido dos. Gracias Granger

Hermione le sonrio y le dio un mordisco a su pan. Una vez que terminaron de cenar cada uno tomó un lugar para dormir.

—Podemos compartir el sofá si gustas— sonrio Victor de lado mirando a Fleur.

La rubia le sonrio y negó con la cabeza, al final. Al final, Hermione y Fleur tomaron la habitación de la castaña, Draco y Victor la de los padres de Granger.

Tras caer la noche, cuando el silencio era interrumpido por la tormenta de la lluvia, Fleur se escabullo por los pasillos oscuros de la casa hasta llegar a la cocina, en donde con desesperación comió tres panes de mermelada oculta detrás de la alacena mientras las lágrimas caían de su mejilla, trago el último pedazo y coloco una mano sobre su boca para ahogar un sollozo, una vez que terminó de comer se dirigió al baño y toda la comida que había consumido la expulsó sin parar de llorar.

Entre la oscuridad del pasillo, Victor observaba la escena, dio un paso hacia el frente decidido a ir con ella pero dudo, luego, dio el paso hacia atrás y se oculto entre las sombras de la noche de vuelta a la cama.