[No hay mucho que decir sobre el capítulo de hoy, disfruten]
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Lo último que Jin-Woo había esperado durante ese descanso de tres días, era haber estado rodeado de gente tan maravillosa, su madre aparecía todas las tardes para ver cómo se encontraba, llevaba consigo a su hermana y está le sonreía feliz y emocionada mientras le permitía bañarse en las hormonas reconfortantes qué desprendía.
Adoraba ver cómo ambas le trataban con tanto amor y cariño, sabía que estaban preocupadas y se arrepentía por tener que verlas así, pero pronto todo terminaría y podrían relajarse, pronto dejaría atrás aquello que prefirió llamar un pequeño desliz antes que una depresión omega, antes muerto que dejar en claro que aquello necesitaba atención.
La compañía del señor Go Gun-Hee, qué ahora casi abiertamente llamaba un padre, también se había vuelto una necesidad y algo de todos los días , algo que esperaba ansioso y feliz todos los días a la hora del almuerzo y la cena, siempre portando trajes a medida que dejaban ver qué era un hombre poderoso a cargo de básicamente todo un imperio de personas en el mundo de las puertas y los cazadores, siempre pidiendo permiso antes de bañar un poco la enorme "habitación" con sus feromonas, cosa que siempre aceptaba porque las necesita, las quería y las necesitaba para sentirse seguro y no metido en sí mismo.
Sorpresiva mente y para disgusto de sus sombras siendo posesivas, la compañía que más agradeció fue la de Woo Jin-Chul, el hombre que parecía más un secretario o niñero cuidado de los desastres y problemas de todos los cazadores de rangos altos y sin embargo, cuando trataba con su persona, parecía que lo hacía de tal forma que siquiera mirándole mal podría romper algo dentro de su persona.
Esto ocasionaba dos cosas, la primera, un sentimiento de pertenencia por verse tan delicado a ojos curiosos de alguien más y la segunda, una inquietud extraña, no porque le tratara cual cristal, si no porque pese a todo, no había segundas intenciones, solo procuraba su estabilidad.
Todo había comenzado el primer día de espera, aquél día siguiente después de que el jefe Go le hubiera avisado de la "junta" en tres días, Woo Jin-Chul había llegado por la mañana cargando un conjunto de ropas limpias, portaba restricciones en las zonas donde se propagan las feromonas y se comportaba como siempre, servicial y atento, procurando no mostrar ningún atisbo de hormona para no incomodarle, evitando invadir de más su lugar seguro.
Al principio las cosas fueron así, casi diplomáticas entre ambos, la forma en la que Jin-Chul le trataba era con una línea marcada clara, qué si bien no tenía estampado encima "NEGOCIOS" se sentía casi similar a que le hubieran gritado en la cara que era solo aquello.
Bueno, no es que pudiera culparlo, era de alguna extraña forma su trabajo, más que seguramente un pedido del señor Gun-Hee.
Sin embargo, gracias a todos los dioses buenos, solo bastaron unas horas de convivencia para que ambos se fueran relajando entre ellos, orientó con unas cuantas charlas más amenas, de un lado preguntando como iban las cosas fuera y por el otro preguntando si el morocho se encontraba cómodo.
Lentamente ambos fueron amoldando sus sensaciones al otro, para el segundo día, cuando Go Gun-Hee se dio a la tarea de ver a su recientemente adoptado "cachorro", los encontró a ambos muy juntos y sentados en la pequeña colina para llegar al nido del más joven y si bien, no están dentro de aquella maraña de almohadas y cojines, el simple hecho de ver que Jin-Woo le había permitido acercarse tanto, denotaba lo cómodos qué estaba el uno con el otro, quizás fue una... No tan desagradable sorpresa.
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OMEGA
FanfictionSung Jin-woo como objeto de mi omegaverse brainrot porque puedo y porque Ao3 me dejó un mal sabor de boca con lo poco que hay de este género siendo que es de lo más usado en los fandom (desde lo que me ha tocado ver) -ACLARACIONES- °Los personajes n...