Un rato con Addy y Feyre

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Narra Addy:

-¡Feyre!-la llamé con una sonrisa-¿Cómo estás?-le pregunte

-Oh, hola Addy-dijo algo distraída. Luego me sonrió aunque esa sonrisa no llegó a sus ojos-Estoy bien, gracias. No he visto a Konnyr desde la cena del otro día. ¿Cómo está?

-Está bien-respondí con una sonrisa- Justo iba a ir a buscarle. Está en la escuela infantil

-¿Hay una escuela infantil?-me preguntó sorprendida-Pensaba que los niños se educaban en casa

-Normalmente es así-dije. Ambas salimos juntas de la casa y nos dirigimos a la calle principal-Pero con Az y yo trabajando para Rhys, no teníamos tiempo para educarle en casa. Además le viene bien estar con otros niños de su edad-expliqué

-¿Cuánto tiempo lleváis Azriel y tú juntos?-me preguntó

-Más de treinta años-sonreí ampliamente.

-Se os ve muy enamorados el uno del otro-observó Feyre-¿Có...cómo descubristeis que erais compañeros?-me preguntó

-¿Qué es lo que sabes del lazo?-le pregunté. Necesitaba saber que era lo que ella sabía

-Sé que es un vínculo entre dos inmortales, que es un vínculo, raro pero muy fuerte. También que es superior al vínculo del matrimonio y se considera sagrado-me relató

-Tienes los deberes hechos-reí-Efectivamente es tal y como tú dices. Normalmente, cuando surge, ambas partes son adultas, es decir, que tienen la madurez necesaria para comprender lo que significa dicho vínculo- añadí a su explicación

-Presiento que ahora viene un pero...-dijo ella mientras caminábamos.

-Pero, cuando una de las dos partes es más joven, es decir, cuando no ha madurado lo suficiente para comprender dicho vínculo, la otra parte se convierte en un protector, un amigo, hasta que la otra persona, este lista-expliqué

-¿Eso fue lo que ocurrió?-me preguntó

-Tenía 10 años. Estaba incubando una especie de gripe. No lo sabía nadie. Esa noche, Azriel llegó a la casa de mi abuelo. Algo en su interior, sus sombras o lo que sea, le habían dicho, que necesitaría aquello. Poco después, se hizo patente que algo había. Era el lazo. De alguna forma Az siempre sabía cuándo estaba bien o mal. Cuando mis emociones eran demasiado potentes como para sobrellevarlo yo sola-expliqué-No me tocó hasta que estuve lista para ello-añadí al ver su expresión perpleja

-¿De veras?-me preguntó. Asentí.

-Poco antes de mi decimoséptimo cumpleaños, me dí cuenta de que estaba enamorada de el-confesé. Noté un rubor en mis mejillas. Después de tantos años juntos y un hijo en común, aún me sonrojaba como una joven muchacha-A mis tiernos diecisiete años, en la misma noche que los cumplí, me atreví a besarle. Solo diré que era mi cumpleaños y llevaba esa armadura Ilyria que tan bien le queda

-Aún no se la he visto-confesó Feyre

-Pues, no hay nada como un Ilyrio con su armadura y sus sifones. Y no lo digo porque mi compañero sea uno-dije-Te advierto una cosa. Azriel es mío-añadí. Ambas reímos. Ya nos estábamos acercando a la escuela infantil. Noté las miradas de las otras madres sobre mí. Sobre mi acompañante. No necesitaba ser una Daemati para saber que decían sobre mí

"Inmortal inferior"

"Zorra con alas"

"Zorra inmortal inferior"

Sus miradas de desprecio disimulado lo decían todo. No dejé que mi rostro revelase mis sentimientos. Era una máscara. La misma máscara que ponía cuando trabajaba como espía para Az y Rhys.

-¡MAMI!-dijo Kon con una radiante sonrisa. Sonreí. Mi hijo era un calco de su padre. Diez meses de embarazo y 10 horas de parto, para que el niño se pareciera a su padre. No me quejaba.

-Hola mi pequeño Ilyrio-dije abrazandole. Su aroma me inundó las fosas nasales. Disfruté del momento mientras puede. Pronto, Kon crecería y nos pediría ir al campamento-¿Y si le dices hola a Feyre?

-Hola-dijo abrazándome pero mirándola a ella-¿Vas a ser la novia de tío Rhys?-le preguntó de camino a casa

Quería a mi hijo. De verdad. Pero había momentos en los que me gustaría mandarlo ipso facto al campamento. Este es uno de ellos. Busqué a Azriel a través del lazo que nos unía.

"Tu hijo pasa demasiado tiempo con Cassian y se le ha pegado lo bocazas" le dije. Noté como reía a través del lazo.

-Es su amiga-le expliqué-Y ese tipo de cosas no son de tu incumbencia, Konnyr. Pídele perdón a Feyre-añadí

-Oh, Addy, no te preocupes, de verdad-dijo Feyre. La pobre se veía algo apurada-Tu tío Rhys y yo solo somos amigos-añadió.

ACOTAR: Una historia del Mating BondWhere stories live. Discover now