Vivir contigo(Big Bang fanfic)

Volviendo a la rutina

- Rayos

Me levanté rápidamente a tropezones. El reloj marcaba las siete de la mañana. Sólo me quedaban quince minutos. Cogí mi uniforme sin importarme lo arrugada que estaba mi blusa y el nudo de la corbata.

Metí cualquier cuaderno en mi mochila y fui rápidamente al baño, mi tiempo record, dos minutos, había mejorado. Baje rápidamente por las escaleras, pero sin hacer ruido. Las cortinas aún cubrían las ventanas, aún no se había despertado. Mire el refrigerador pensado en si debía o no, pero ver el reloj hizo que saliera a toda prisa. Al menos el colegio estaba más cerca.

- Me sorprende que hoy allá llegado temprano señorita Kwak.

No dije nada, sólo sonreí mientras me sentaba en la silla.

Primera clase, literatura universal, algo interesante, pero a la vez me daba sueño.

- Señorita Kwak.

Abrí mis ojos rápidamente. El sólo mirar a la maestra de química me daba ganas de volver a recostarme sobre la carpeta.

- Oye, _____.

Abrí mis ojos y me había vuelto a recostar sobre la mesa. Levanté la mirada y no había nadie. A mi costado sólo estaba Jung Shin con esa típica cara de chico serio.

- Te quedaste dormida toda la clase de química y arte. Ya estamos en hora de receso. ¿Eres tonta o que?

- Lo siento-abrí más los ojos- gracias...y...gracias.

Me levanté y salí hacia la cafetería. Al parecer Aron tenía razón "Algún día te desmayaras si vas sin comer algo" tenía que admitir que el tenía en gran parte razón. Necesitaba algo dulce, chocolates o un café. Busque en mis bolsillos y no había nada, ni una moneda.

- Todo el lugar se ve comestible-hablaba para mi misma y volví a buscar en mis bolsillos-

- Oye, compra de una vez.

- Pasa tu.

Salí rápidamente y sólo me quedaba ir al salón para poder dormir un rato.

- Mejor vuelve a tu casa si no vas a estudiar.

- Deja de seguirme

- No te estoy siguiendo.

- Entonces vete a otro lugar que no sea este.

- ¿Quién te crees que eres?

- ¿Tu quien te crees? sólo quiero dormir y tu no eres mi padre para decirme que hacer.

- Pero ya no tienes uno.

Levanté la cabeza y lo mire, pero sólo con odio.

- Si no me hablaste por casi cuatro años, lárgate.

- Ten esto. Al menos servirá para que no sigas durmiendo.

- No lo necesito.

- Perdón por lo que dije. Sólo espero que cuando vuelva ese chocolate no este ahí.

"cretino, cretino, cretino" eso era. Aún no entendía cual era su problema. Era tan insoportable.

El delicioso chocolate había desaparecido en mi boca y ahora sólo me quedaba atender al resto de la clase.

- ¿Te comiste el chocolate?

- Si, gracias. Mañana te devolvere el dinero.

No espere a su respuesta y seguí caminando más rápido y me perdí entre la multitud de estudiantes.