Fuga frustrada

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- Mamá, papá. Los extraño mucho. Mi hermano es un tonto y quiere dejarme con un desconocido.

Dejé mi mochila en el suelo para ponerme cómoda. Cada vez que estaba molesta o feliz venía a hablar con mis padres, bueno, venía a su tumba. En este momento aparte de hablar, estaba llorando. Lo odiaba mucho. ¿Porqué no estuve en el lugar de ellos? ¿Porqué no morí con ellos? Estúpido accidente, me arruinaste la vida.

- Deséenme suerte. Los quiero mucho.

Tomé mi mochila y salí rumbo al estacionamiento de trenes. Me iría lejos de Seúl.

- Un boleto, por favor.

- Tenga.

No sabía cuanto dinero tenía. Había sacado mis ahorros y los había tirado en mi mochila. ¿A dónde iría? Iría hasta la última parada, luego buscaría trabajo y me las arreglaría.

Faltaban sólo cinco minutos para que el tren saliera. Me subí al tren y me senté en el asiento que me correspondía. No iba a dejar que Aron se salga con la suya, no me quedaría con un extraño al cual sólo conocía por televisión.

Me acomode en el asiento y me quedé dormida para tratar de olvidar todo.

- Señorita ,¿podría darme su identificación?

- Si.

Aún tenía sueño, mucho sueño. Busqué la identificación como pude en mi mochila y se la entregué al oficial quien no estaba sólo, habían varios de ellos en el tren pidiendo identificaciones. Yo sola se la di para volver a dormir.

- Vengan aquí.

El oficial llamó a los demás, todos se voltearon a mirarlo y yo sólo me dedicaba a mirar las placas con sus nombres para distraerme, pero se me hizo difícil cuando empezaron a caminar y se pusieron alrededor mío.

- La encontramos. Por favor señorita Kwak, tiene que venir nosotros.

Se acercaron a mi y me cogieron del brazo, yo proteste un rato y las personas no dejaban de mirarme, estaba lista para sea lo que sea.

La puerta se abrió y yo empecé a correr. Bajé las escaleras y acelere el paso. No me importaba si me perdía, sólo quería huir y estar tranquila. Los oficiales venían detrás mío y luego salieron unos oficiales delante mío.

- ¡¿Estas loca?!

Los gritos me hacían enfadar cada vez más.

- ¡Pudo haberte pasado algo!

- ¡Iba a estar bien!

- No puedes irte de esa manera.

- Y tu no puedes dejarme con un desconocido.

- Lo hago por tu bien.

- ¡Te odio! ¡Espero que te mueras!

Salí rápido hacia mi habitación y me tiré sobre la cama, ¿porqué no me fui con mis padres? Ya nada era como antes. Ahora sólo Aron era lo único que tenía, y yo le había dicho hace unos segundos que se muera.

Era tonta, no me lo perdonaría si le pasara algo.

- ¿Aron encontraste a _____?

- Si. La encontraron en un tren, pensaba irse de Seúl.

- Creo que no le agradó la idea.

- Tiene que entenderlo. Gracias por preocuparte Ji.

- Prometo cuidar de ella. Ya debo irme, tengo que hacer unas cosas.

- Adiós.

Colgué la llamada. Ji se había preocupado mucho por ella. Aunque ella le tenía cierto miedo a el, el trataba de hecerse más cercano a ella, aunque no lo había logrado desde cuatro años hasta ahora cuando la vio. Sólo esperaba que ella confiara en el.

Aron's flashback

Abrí la puerta y deje que Ji Yong entrara. El dejó sus maletas a un lado yo fui a mi habitación para ver si _____ estaba manipulando mi laptop.

- No esta.

- ¿Debemos poner una denuncia?

- No-empecé a reír- debe estar por ahí, ya va a volver.

- Debes ser más cuidadoso con ella, ella aún es una niña, puede pasarle algo.

Pensé en lo que dijo, pero traté de ignorarlo, yo sabía como cuidar a mi hermana.

- Puedes ir a mi habitación, todo esta ordenado.

- Gracias. Dejaré mis maletas aquí. Puedes abrir esa de ahí-me señaló la más pequeña- hay unos regalos para tu hermana.

- ¿Y para mi?

- Tu ya no eres un niño.

- Al menos un caramelo. ¿Y ese oso? al menos dame ese oso.

- No, es...un regalo especial.

Ji Yong se fue arriba y yo abrí la maleta pequeña. Peluches, caramelos, recuerdos, fotos, collares e incluso ropa, Ji Yong se había traído casi todo Japón, eran demasiadas cosas. Yo sólo me fui a dar un baño, una huida de las fans no era muy fácil.

- ¡Aron ya volví!

La pequeña no escucho respuesta. sólo vio las maletas en el suelo y supuso que eran de su hermano, no sería una mala idea darle una de esas bromas o sustos de siempre. Subió las escaleras rápidamente y se paró frente a la puerta de su habitación. No tocó ni llamó, sólo entró corriendo y se tiró sobre el con una almohada. El tipo que estaba debajo de el sólo movía los brazos y luchaba por quitarse de encima a ese bulto.

- ¡Tonto! ¡ya llegué a casa!

Esta vez ella fue quien sacó la almohada y sólo se quedó mirándolo hasta que ella reaccionó.

- ¡Aron!

Salí rápidamente del baño envuelto en una toalla para encontrar a mi hermana en frente de mi con el rostro pálido.

- ¿Qué sucede?

- En tu cuarto...había un hombre. ¡Es un pandillero! sacalo de la casa.

- Espera, _____ relajate.

- No, esta arriba.

- Oye...

- Allí esta.

- El no es un pandillero.

- ¡Es G Dragon!

Ji Yong bajó por las escaleras con su deslumbrante sonrisa.

- Hola.

- ¿Qué hace el aquí?

Era la hora de que se enterara que su querido hermano era el amigo de Ji Yong y era tiempo de que aprenda a ser más discreta.

- Que se vaya.

- ¿Eh? Se más respetuosa

- ¡No! Quiero que se vaya, ¡que se vaya!

Ella empezó a llorar como si fuera una niña pequeña asustada. Al parecer no se lo había tomado como yo pensaba.

- Pequeña. No te asustes, soy Ji Yong, traje muchos rega...

- Aron quiero que se vaya.

No dije nada debido a que se fue corriendo a su habitación. Escuché la puerta cerrarse de un fuerte golpe mientras veía como a Ji Yong se le borraba la sonrisa y ese brillo en los ojos. Ambos no habían tenido una buena impresión. Fui hacia la habitación de _____, pero le había puesto el seguro. Ese día ella no había salido durante toda la noche hasta el día siguiente en el que Ji se fue.

Vivir contigo(Big Bang fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora