Capítulo 2: Perdido

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Pedri

Desde mi llega del Deportivo las Palmas al FC Barcelona mi vida dio un giro muy grande. Mudarme a Barcelona fue muy difícil dejar a mis padres y todos mis amigos, pero no todo fue malo, mi hermano Fernando se ha venido a vivir conmigo, seguro mi madre lo ha convencido y así se asegura de que no muera de hambre, ya que Fer se puede decir que es un experto cocinando, aunque las croquetas le quedan mejor a mi madre.

La verdad yo siempre he sido poco sociable, de pocos amigos, no es que me cueste socializar, sino es que me gusta mucho escoger bien las personas más cercanas que me rodean. Mi llegada al nuevo club fue mejor de lo que esperaba, todos me han caído muy bien, sin embargo, no he hecho buenos amigos, así que normalmente ando solo y no salgo mucho de mi departamento, por lo que, mis días se resumen en entrenar, dormir y comer.

Siempre que tengo entrenamientos o partidos me gusta llegar mucho antes que los demás, no sé, es como una rutina que tengo desde siempre y que decidí seguir acá. Me gusta hablar con los trabajadores del club, de echo me gusta hablar con ellos y llegar temprano me ayuda a eso. Recuerdo mi primer partido como titular, estaba algo nervioso, fue en el Camp Nou, estaba lleno y las vistas puestas en el último fichaje. La verdad me he acoplado muy bien al equipo, por lo que rápido me adapté en la cancha y todo iba bien.

Fueron pasando las semanas y meses y todo marchaba mejor que lo planeado. Tanto así, que un día después del entrenamiento se me acerca Dembelé y Sergi, me dicen que irán mañana a la Masía a ver un partido que no recuerdo que división era, pero que si los quería acompañar, a lo cual no me negué, eso de estar encerrado todo el día me estaba aburriendo ya.

Al día siguiente, como habíamos quedado, llegamos a la Masía como 10 minutos antes de que empezase el partido, subimos hasta uno de los palcos, la verdad era un estadio pequeño y no había muchas personas. Cuando salen los equipos veo que la verdad no conozco a nadie, pero bueno, vengo llegando al club, tampoco es que tenga que conocerlos. Con forme pasaban los minutos no pude pasar por alto lo bien que jugaba uno de los delantero del Barcelona, además, también noté lo mucho que volvía a ver hacia nuestra zona, hasta diría que al que miraba es a mí. Yo no me considero una persona famosa ni mucho menos, vengo llegando al club y aún no me conocen muy bien, por eso me pareció curioso.

Entre mis dos compañeros y yo, discutimos lo bien que jugó este chico, que al parecer se llama Pablo por lo que escuché. Pude observar que Koeman, que también estaba en el estadio, cuando terminó el partido fue a hablar con el entrenador de esa división, pero lógicamente no supe sobre de qué. Convencí a Sergi y Osmani de ir a los camerinos a felicitar al equipo, pero en realidad lo que quería era ver de cerca a este chico.

Cuando entramos al camerino, con el primero que crucé miradas fue con él, vi como abrió los ojos como platos y el color de su rostro se tornó rojo, me pareció gracioso y formé una sonrisa en mis labios. Los tres les dijimos palabras de aliento a todo el equipo, pero cuando los íbamos a despedir, veo como este chico se levanta y se marcha, lo cual me pareció muy extraño y no supe como interpretarlo.

Estuve pensando gran parte de la noche en ese tema, no sé el motivo, no lo conocía pero bueno. Al siguiente día, llegué temprano como siempre a las instalaciones del club, pero en el camino a los camerinos me encuentro con una persona bastante cabreada por lo que veo a lo lejos, estaba a punto de darle un manotazo a la pared cuando le hablo.

- Heyyy, te puedo ayudar en algo. -dije sin saber quien era, pero mi sorpresa fue cuando se giró y me vio.

Gavi

Según lo que me indicó mi entrenador de la Masía, el entrenamiento inicia a las 9:00 horas, pero que yo debía de estar al menos una hora antes para conocer las instalaciones e ir hablar con Koeman. Pero yo me conozco, mi sentido de la orientación es pésimo, por lo que, decidí estar mucho antes ahí. Llegué 7:30, no había nadie, por lo que intenté llegar a los camerinos, siguiendo un mapa que había en la entrada, pero fue un error, 10 minutos después estaba perdido, seguí dando vueltas para ver si lograba encontrar a alguien que me orientara, pero al parecer no era mi día, no sé como es posible que no me haya encontrado con nadie.

Faltaban 5 minutos para llegar hasta el camerino donde mi citó Koeman, pero yo seguía quien sabe dónde, estaba que colapsaba de rabia ya, era un sentimiento entre rabia, nervios e impotencia. Cuando estaba a punto de darle un manotazo a la pared más cercana, escucho una voz.

- Heyy, te puedo ayudar en algo? – ese acento, lo he escuchado en otro lugar, fue lo que primero pensé antes de darme la vuelta y encontrarme con la persona que menos hubiera querido ver hoy. Sentí mi cara roja en cuestión de segundos, quise salir corriendo nuevamente, pero mi sentido de la razón me prohibió eso.

- Oh, hola, eh, si. Bueno, creo.. creo que estoy algo extraviado. -Veo como me sonríe ante mi declaración.

- Ya veo. -dice manteniendo su sonrisa. – Ha donde tienes que llegar?

- Me han citado en los camerinos, pero no sé donde están, llevo media hora dando vueltas y nada.

- Es tú día de suerte, yo voy camino a los camerinos también. -Bien, esto iba aún peor, ahora caminará conmigo, y ¿yo donde me meto? -Vamos? -me dice al ver que no respondo nada.

- Eh, si, vamos.

- Y bien, cómo te llamas y que te trae por aquí? -Hubiera preferido caminar en silencio, estaba muy nervioso y no sé como irán a ser mis respuestas en ese estado.

- Soy Pablo, pero mi amigos me llaman Gavi.

- Mucho gusto Pablo, yo soy Pedro pero me llaman Pedri.

- Si, lo sé, no es como que seas un desconocido. -dije forzando una sonrisa.

- Y bien? No me has dicho a qué vienes. - Antes de lograr responderle, vemos como sale Koeman de la entrada a los vestidores.

- Creí que te habías perdido chico.

- Lo estaba. -dice Pedri. -Pero lo he rescatado.

- Si eso. -fue lo que dije saludando al Míster estrechando nuestras manos.

- Y tú Pedri, ¿qué haces tan temprano por aquí?

- Siempre llego a la misma hora, me gusta llegar temprano a todo lado.

- Bien, aunque, me has dado una salvada. Me han llamado para una reunión urgente y no sabía a quien poner a dar el recorrido por las instalaciones a Gavira.

- Recorrido? -Pregunta Pedri aún sin entender el motivo. Al parecer Koeman entendió la cara de confusión del canario.

- Ahh cierto, mira, Gavira entrenará con nosotros a partir de hoy, por eso necesito que le lleves a conocer las instalaciones para que no se vuelva a perder.

No supe leer bien cual fue la cara que puso Pedri ante esas declaraciones. La verdad es que yo parecía un chiquito mientras ellos hablaban, no sabía que decir o que opinar, lo único que hice fue afirmar a todo lo que decían. Escuché decir que teníamos 45 minutos para conocer la gran parte del lugar, o buen, al menos los más indispensables.

- Bien Pablo, vamos? -Me seguía llamando Pablo, en realidad nadie me llama así, pero no sé, me gusta que lo haga. No sé porque estoy pensando eso ahora, debería de estar respondiéndole y no viendo a la nada como un idiota.

- Vamos!

- Pablo, ¿Puedo hacerte una pregunta? -y ahora que querrá este chaval.

- Eh, claro, dime

- Ayer, jugaste un buen partido. Pero, cuando entramos a tú camerino, ¿porqué te fuiste? -Mierda, mierda, mierda y más mierda. No sé que decirle, ¿se creerá la misma historia que le dije a Ansu?

- Eh, yo, ah, joder. Tenía diarrea. – Que acabo de decir? Joder, joder, joder.

- Ohh, ya veo. -mierda, soy un idiota.


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Holaaaaaaaaaaa, acá el segundo capítulo, espero les guste mucho. Comenten que les está pareciendo esta historia, al igual, escucho ideas por si quieren darme jaja

Bye, les amo


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