Capítulo 4: Visitas

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La primera semana ha pasado, Gavi se acoplaba cada vez más a los entrenamientos con el primer equipo. Por su parte, Pedri se ha ofrecido a llevar al menor a la Masía después de los entrenamientos, aunque no pasaban tiempo juntos después de salir, su amistad ha ido creciente conforme pasan los días.

Hubo una noticia que alegró mucho a Gavi, fue una llamada de Ansu después de terminar el entrenamiento de la mañana, le han dicho que será ascendido al primer equipo igual que él. Es una de las mejores noticas que ha recibido, ya que al final, es su mejor amigo y lo extrañaba, ya que a pesar de vivir en el mismo sitio, cada vez tenía menos tiempo libre, o cuando lo tenía, solo le daban ganas de dormir y descansar.

Gavi

La semana estaba comenzando, era el primer día de entrenamiento de Ansu con él equipo y nos encontrábamos hablando en la entrada de los vestidores cuando logro observar la llegada de Pedri, al cual me hacía mucha ilusión presentárselo.

- Pedriiiii -digo con una sonrisa. -Llegas tarde. -Pedri tenía la costumbre de llegar mucho antes que todos, pero hoy llega un poco tarde, pero no le di mucha importancia.

- Si, es que... - no dejé que acabara de hablar, estaba emocionado porque conociera a mi mejor amigo.

- Mira -dije señalándolo. -él es Ansu Fati, mi mejor amigo y va a entrenar con nosotros a partir de hoy. -veo como me mira como enojado pero quita su cara y pone una sonrisa para saludarlo.

- Un gusto Ansu, soy Pedro, espero te vaya super bien en tú primer día. -dice mirándolo a los ojos, pero cuando termina, se da vuelta sin volverme a ver. -bien, los dejo solos, tengo que hacer algunas cosas. -fue lo último que dijo antes de alejarse, lo cual me pareció extraño porque siempre anda de buen humor.

- Qué ha sido eso Gavi? -preguntó Ansu

- A que te refieres?

- Pues no sé, fue raro, parecía enojado al final.

- Deben de ser cosas suyas, no sé.

Ya en el entrenamiento el comportamiento de Pedri fue aún más evidente, alejado de todos sin hablar con nadie. Yo por mi parte, los ejercicios en pareja los hice con Ansu, se podría decir que todo salió bien, pero había algo que no me dejaba estar tranquilo, menos cuando terminó el entrenamiento y el primero en salir de la cancha fue Pedri, que iba corriendo a los vestuarios. Yo me quedé unos minutos más y como nadie se había ido aún, decidí adelantarme para hablar con Pedri, sin embargo, cuando llegué él ya no estaba. Me bañé rápido y cambié para salir rápido al estacionamiento, pero tampoco estaba ahí, ni su coche. Me devuelvo para esperar a Ansu y así irnos junto, pero decido mandarle un mensaje a Pedri.

Gavi: Pedri, que pasó, dónde estás? Te has ido muy rápido, pasó algo?

Bloqueé el móvil y me senté a esperar que saliera mi amigo. Ansu ya tiene carné de conducir, por lo que, me podía llevar en su coche. Por ahora los dos vivíamos en la Masía, pero eso va a cambiar muy pronto, me ha dicho que ha conseguido un departamento, por lo que, son los últimos días que estará ahí, al igual que yo, pero no le he dicho a nadie porque no estoy seguro aún.

Pedri: Ahora si que quieres hablar? Quería contarte algo cuando llegué, tenía que ver con que porqué llegué tarde, pero, al parecer estabas con una mejor compañía y no me has dejado ni hablar. Pero ahora de jodes, nos vemos mañana Gavi.

Al leer el mensaje me sentí muy mal, porque tenía toda la razón, cuando ha llegado no lo he dejado ni hablar y he pasado todo el día con Ansu, por lo que, decidí no contestarle nada pero no sé si actué por impulso o por otra razón, pero me levanté de donde estaba esperando y me encaminé hacia la salida, donde abrí la aplicación y pedí un UBER. Si bien nunca he entrado al departamento donde vive mi amigo canario con su hermano, un día pasamos a buscar algo que había olvidado Pedri antes de ir a una actividad del club y yo me había quedado en el coche, por lo que sabía dónde vive.

20 minutos después ya estaba fuera del complejo de departamentos donde él vivía, con la duda en mi cabeza si devolverme o no, mientras iba de camino pensaba en que le diría. Al pasar por el guarda, este me dejó pasar porque ese día me había visto en el coche con Pedri, por lo que no le vio inconveniente. Subí en el ascensor y recordé una de las conversaciones que habíamos tenido, en donde me había dicho que vivía en el departamento 707 en el séptimo piso de un edificio. Al llegar, tocó el timbre y después de unos segundos me abren la puerta.

- Eh, Hola, tú debes de ser Fernando, no? De casualidad está Pedri en casa? -dije tratando de ocultar lo nervioso que estaba en ese momento.

- Holaaa -dice Feer con una sonrisa en sus labios. – Estás en lo correcto, pero tú? Debes de ser Pablo, no?

- Eh si, cómo sabes? Aún ni he jugado mi primer partido con el Barcelona.

- Bueno, mi hermano me ha hablado mucho de ti Pablo. – no pude disimular como se me iba tornando roja la cara. – Pero si, Pedri está, ya le aviso que salga

- Gracias

- Pero entra, puedes esperarlo adentro.

- No no, no hace falta, es rápido, lo puedo esperar por aquí afuera, muchas gracias, Fernando. -le dije viendo como desaparecía y se adentraba en el departamento en busca de su hermano menor. Unos tres minutos después veo como el canario sale por la puerta que había quedado entreabierta.

- Gavi!, que hacer aquí? -me dice con una cara poco expresiva, lo cual me puso más nervioso, o bien, también era el echo de que nunca me había llamado Gavi, desde el primer día siempre me ha dicho Pablo o algún otro apodo, pero Gavi nunca.

- Pedri, podemos hablar?

- Eso estamos haciendo, no?

- Si, bueno, es que, mira, hoy estaba muy emocionado, me hacía mucha ilusión que conocieras a Ansu, ya que es uno de los pocos amigos en los cuales puedo confiar, por eso quería presentártelo, pero admito que de la emoción no he notado mi actitud tan intensa, quizás pesada o no sé, pero quería disculparme por eso.

- A eso viniste hasta acá, ni te voy a preguntar como lograste llegar, ya que tú sentido de ubicación nunca ha funcionado, además, no sé como te han dejado pasar, tendré que hablar seriamente con el guarda. -esto último lo ha dicho formando una sonrisa en sus labios, lo cual me ha tranquilizado un poco.

- Pues la verdad ni yo sé. El guarda me ha reconocido de la última vez que me vio en tú coche, ha demás, que va a pensar de mi con la cara de ángel que tengo? -eso lo ha hecho reír también.

- Qué egocéntrico Pablito. Pero bueno, lo dejaré pasar por esta vez.

- Y bien? Que era eso que me querías contar?

- No debería de decirte, pero bueno. Lo que te quería es que llegué tarde porque tuve que ir a recoger a mis padres al aeropuerto antes de ir al entrenamiento, porque mi hermano estaba trabajando y no podía, por eso he llegado algo tarde hoy.

- Ohhh enserio? Tús padres están en Barcelona? Me alegro por vos.

- Si, la verdad hace mucho tiempo que no los había visto. De echo están aquí, vamos para que te conozcan.

- No Pedri como crees, que vergüenza, yo mejor me voy, adiós. -dije dándome la vuelta dispuesto a irme, pero este acto fue impedido por la mano del canario que me sujetó desde la muñeca.

- No vas a ningún lado, vamos a entrar, ya que has venido no te vas a ir tan fácil sevillanito.


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Holaaaaaaaaaaaaaaa a todos y todas, espero se encuentren muy bien, acá les dejo un nuevo capítulo, espero les guste mucho.


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