Capítulo 3: Bienvenida

282 37 3
                                    


Pedri

No sé el hecho por el cual este chaval se comporta de esa forma conmigo, pero es demasiado extraño. Desde ayer cuando entré al camerino y hoy cuando lo encontré camino al camerino, se comporta muy nervioso, extraño, tartamudea. Le pregunté sobre el porqué se había ido del camerino el día anterior, pero me mintió, era notorio que esa no fue la razón, pero decidí no interrogarlo más.

El recorrido fue algo incómodo, ya que no hablamos de mucho, le mostré lo sitios más indispensables que iba a necesitar los primeros días y después no fuimos para el camerino a cambiarnos para el entrenamiento. Pablo parecía un perrito regañado, no alzaba la mirada, no le hablaba a nadie, se cambió super rápido y salió del camerino hacia la cancha. Una vez todos ahí, el Míster nos reunió como en todos los entrenos.

- Bien, buenos días a todos. Hoy tenemos un nuevo integrante en el equipo. -Dijo señalando al chaval. – El es Pablo Gavira viene de la Masía y la verdad es un extraordinario jugador, espero le den la mejor bienvenida y lo acoplen lo antes posible al equipo. Así que adelante, no sé si quiere decir algo. -dice señalándolo nuevamente, pero era notorio el nerviosismo que reflejaba.

- Bueno, eh, soy Pablo Páez Gavira pero todos me dicen Gavi, soy de Sevilla, llevo varios años en la Masía y espero ser de utilidad para el equipo.

Uno por uno lo fueron saludando, en mi caso no fui a saludarlo, ya lo había visto antes, por lo qué, me quedé calentando un poco. Tiempo después comenzamos con los entrenamientos, en los cuales, teníamos que hacerlos en parejas. Normalmente, mi pareja de ejercicios era Ferran, pero esta vez quería hacer una excepción. Ver a Pablo observar como todos ya tenían parejas me causó gracia, juro que se podía notar como la frustración iba en aumento en su cuerpo.

- Pablo -Le dije llamándolo porque se estaba apartando un poco, con ninguna intención de preguntarle a alguien si quería formar pareja. -Quieres hacerte conmigo?

- Eh si, claro

El entreno fue divertido, en realidad Pablo es un chaval que le mete mucho entusiasmo a todos los ejercicios, una vez entrado en calor parecía una persona totalmente distinta. No sé si es que la adrenalina lo hace cambiar pero me pareció curioso, Inclusive, hablaba más conmigo, bueno, sobre los mismo ejercicios que hacíamos. Una vez en el colectivo, se podía notar que dejaba todo en la cancha, hasta más de lo que debería, porque más de una vez se llevó unos cuantos golpes solo por ganar un balón. El aire que tenía ese chico es increíble, no paró de correr y nunca se cansó, parecía uno de esos niños que corren todo el día y en la noche aún tienen energías. Todos nuestros compañeros han quedado fascinados con su estilo de juego, inclusive, han dicho que es mi pareja perfecta en el centro del campo, hasta el Míster nos ha felicitado.

Cuando terminamos, todos hemos ido a los camerinos a ducharnos, no sé en que momento se fue, creo que ni se duchó, pero cuando salí de la ducha ya no estaba. Camino hacia el estacionamiento, donde tenía mi auto, lo veo sentado en una esquina, se escuchaba cabreado. Y por tercera vez en el día me vuelvo a acercar a donde se encuentra.

- Pablo, todo bien? – veo como pega un salto cuando le hablé.

- Eh, que susto me has dado tío. Pero si, todo bien. – Esto lo dice levantándose y marchándose por la salida del estacionamiento.

- Hey, espera, a donde vas? – Le dije, pensando en que no tenía en que irse.

- A mi casa. -dijo sin detenerse. Como no se devolvió, yo me subí al auto y salí de las instalaciones. Al salir lo vi caminando, no iba a detenerme, les juro que no, pero su rostro de angustia me convenció.

- Tienes en que irte? Si quieres puedo llevarte.

- Estoy pidiendo un uber pero no me quiere aceptar el viaje, pero no te preocupes, ya pido otro, no quiero ser una molestia.

- Pero que dices, anda súbete, te llevo y no acepto un no por respuesta. – su cara de resignación fue notoria, pero terminó por aceptar.

Él vive en la Masía aún, por lo que el viaje no sería muy largo. Gavi es un tío que cuando no tiene confianza no habla absolutamente nada de no ser necesario, sin embargo, al parecer el que nos hayamos encontrado algunas veces ya parece haberle soltado la lengua jajaja por que durante los últimos 10 minutos del viaje pasamos hablando mucho.

- Estaba pidiendo un taxi, pero como te he dicho, ninguno ah querido aceptarme y ya me estaba frustrando, además, parece que va a llover.

- Y porqué no me dijiste eso cuando te vi en el estacionamiento?

- Jamás hubiera echo eso Pedro, no te conozco, hubiera preferido irme caminando antes de pedirte que me llevaras. – pero este chaval qué? Lleva su timidez a otro nivel.

- Que tonto eres jajaja. Y bien, ¿qué tal tu primer día en el primer equipo?

- Bueno, en lo deportivo me he sentido muy bien.

- Y en lo otro creo que ya sé la respuesta.

- Algo así, la verdad me cuesta mucho relacionarme con otras personas al inicio, me da pena, bueno, eso creo que ya lo sabes.

- Lo he notado, pero créeme, yo no soy muy distinto a vos, me gusta seleccionar muy bien a las personas con las que me rodeo, pero tú me has caído muy bien. – noté como un rubor subió a sus mejillas y me causó gracia, creo que él lo notó porque apartó la mirada.

Gavi

Al final, el camino hacia casa con Pedro a sido ameno, hemos charlado de varias cosas. Cuando llegamos, nos despedimos con el choque de puños. Con él ha sido diferente desde un inicio, siento una conexión extraña con él, siento no sé, como si lo conociera de antes, pero hay algo que no he querido pensar mucho, algo que me preocupa, pero no le voy a hacer mente aún, no es el momento para eso.

Cuando llego a mi habitación llamo a mis padres para contarles todo lo que pasó este días, ellos me han felicitado mucho y además me han dado ánimos para seguir esforzándome en alcanzar mis sueños. Después como de una media hora escucho que tocan la puerta de la habitación con mucha desesperación, eso solo se podía tratar de una sola persona. Así que me despedí de mis padres y fue a abrir.

- Fatigaaa

- Cuéntame toooodoooo Gaviota

Con Ansu es así, nos contamos todo, podemos pasar horas hablando de todo lo que nos pasa, siempre tiene algo que decir o un tema de conversación, podría jurar que es una de las razones por la que he sobrevivido a la Masía. Así que tuve que contarle todo, desde la extraviada por la mañana, hasta el viaje con Pedro.

- Digamos, el mismísimo Pedri Gonzáles te trajo en su auto y me lo cuentas así de tranquilo? No me la creo amigo.


Game of feelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora