𝑳𝒂 𝒔𝒐𝒎𝒃𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏

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-¡Que no funda el pánico!

-¡El pánico no pero si el pan!

-¡¿Qué?!

La pobre Fuku no sabía porque había fundido el pan para el desayuno, sus hermosas llamas verdes estaban muy rebeldes últimamente, ¡seguramente eran los malditos nervios de ayudar a cocinar para el antiguo rey que viene de vista familiar!

Toriel estaba sumamente nerviosa, hace años que no ve al esqueleto mayor, también Agore, siente una gran intriga en su alma a pesar de conocerlo

Todos se estaban preparando para recibir a su antiguo rey, de ugual modo la pareja. Frisk estaba nerviosa, sabe que debe dar una buena impresión ante su suegro, pues no sabe lo que el piensa exactamente de ella

-Tranquila terroncito de azúcar, mi padre no es un tirano sangriento y come humanos como decían en tu reino, solo es sangriento y ya, pero no te hará daño -se colocó detrás de ella, Frisk se encontraba sentada en su tocador-

-No temo que me haga daño, temo que no me apruebe o algo así, quiero causar una buena impresión -lo miró a través del espejo-

-El no juzga al instante, el si se va a tomar el tiempo de conocerte, no como esos salvajes que te llegan a despreciar, todos deberían darse una oportunidad para ver lo maravillosa que eres -la tomó por los hombros, dándole un pequeño masaje- Vamos, te ves preciosa

-¿Eso crees?, siento que me falta algo

-Dos cosas -tomó un cofre, de ahí sacó el relicario de Frisk y se lo colocó- Espera, falta la cereza del pastel

-Jaja, siempre me comparas con postres, es divertido

-Sabes que eres mi postre, pero, dejando lo pervertido que a veces soy de lado...parecías un pastelito de fresa cuando eras una princesa, te veías adorable, casi siempre ibas de rosa, tu color favorito -fue inevitable abrazarla por los hombros esta vez, juntando su mejilla con la de su esposa- Lo sé, soy un tanto extraño a veces

-Yo diría encantador y creativo, ¿sabes que veía yo en ti cuando aún era una princesa?

-¿Qué?, ¿a un desgraciado?

-A alguien que se vería adorable con mis marcas de labial por su rostro, ya lo he comprobado ayer -se levantó de su silla y miró a las cuencas a su esposo- Sans, ¿podemos seguir coqueteando en un par de horas?

-Conozco el lugar adecuado para eso, por ahora...-alzó un cofre con acabados dorados- Esto es lo que faltaba, es una ocasión especial y ya has usado muchas tiaras, necesitas tu corona esta vez

-¿Me ayudarás?

-Por supuesto

Sans sacó la corona de hermoso rubíes que ya le había dado a su esposa, la acomodó adecuadamente y una vez estaba lista, salieron de la habitación. Acabaron en un hermoso salón de reuniones, ahí wstaba Papyrus bastante consternado

-¿Qué crees que diga?, ni siquiera fue a tu boda -murmuró para evitar ser escuchado si su padre estaba cerca- ¿Podemos esperar algo bueno?

-Seguramente estaba...un poco molesto, pues ya sabes, le hubiera gustado ver en cenizas el reino de los humanos, peeeeero ya debe estar mejor -intentó tranquilzar a Frisk- Tranquila, pronto podremos reunir a toda la familia, mi amable cuñado, mi amoroso padre, nuestro futuro esqueleto o humano y nosotros tres, estaremos mucho mejor que antes

-S-si tu lo dices...haré mi mayor esfuerzo

-Por supuesto que lo harás

Sin previo aviso, las grandes puertas de abrieron, todos tomaron sus posiciones, rezando en sus mentes. El esqueleto alto de cuencas agrietadas y afilada dentadura había entrado a la sala, analizando a los tres jóvenes delante suyo, más que nada a la humana

𝐿𝑎 𝐵𝑜𝑑𝑎 𝑀𝑎́𝑠 𝑆𝑎𝑛𝑔𝑟𝑖𝑒𝑛𝑡𝑎 (𝑆𝑡𝑜𝑟𝑦𝑓𝑒𝑙𝑙)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora