Oshi no Ko What If... Historia de una Madre Vendedora de Mentiras

Capítulo 1. Aquel Fatídico Día

La siguiente historia es inverosímil de contar pero es tan real como la vida misma. Todo comenzó cuando una idol cometió el mayor pecado de su profesión: tener pareja e hijos. Esta era la historia de Ai Hoshino, la mayor idol de todos los tiempos. Al igual que muchas otras idols era casi inevitable pasar por el viacrucis del escándalo. Ninguna de ellas estaba llamada a la pureza. Al fin y al cabo eran personas normales con un anhelo instintivo hacia los afectos carnales. Normalmente cuando todo salía a la luz a las idols no les quedaba más remedio que pedir disculpas. Pero Ai no era de esas. Habría aceptado con orgullo de haberlo hecho aunque su carrera hubiera terminado por el sumidero. 

Cuando se quedó embaraza las alarmas de su entorno no se hicieron esperar para que sonasen. Su mánager Ichigo Saitou, siendo consciente de que era la líder del grupo B-Komachi, por no decir que su principal activo, gestionó la situación con la mayor discreción posible. Era perfectamente sensato para saber que tanto el futuro de Ai como el de su agencia estaban en juego. Para Ai esto era una simple aventura. Compaginar ser idol con ser madre era una tarea muy riesgosa que muy pocas se atrevían. Pese a que su pareja, cuya identidad fue misteriosa durante mucho tiempo, insistió en que abortase pero ésta se negó. Ella tenía sus razones. Para Ai Hoshino el amor en todos sus términos era una quimera. Nacida en lo más bajo de la pirámide social fue la hija de una madre soltera con ciertos hábitos cuestionables que terminaron en pena cárcel por delito de hurto. Tras salir de prisión jamás volvió a verla. Consecuentemente habiéndose convertido en una huérfana fue trasladada a un orfanato. Probablemente no era el mejor lugar en el que un niño podía estar pero para Ai era preferible eso a que sufrir malos tratos. Desde que era pequeña se dio cuenta de que era una niña no deseada que jamás debió haber existido. De eso se percató el señor Saitou cuando la conoció por primera vez. 

De la etapa en la que se enmarca su salida del orfanato hasta el momento en el que se convirtió en idol existente numerosas lagunas acerca de lo que pasó por aquel entonces. Nadie sabe cómo salió de ahí y lo que hizo exactamente más allá de pequeños trabajos en una agencia de teatro llamada Lalalay antes de recibir la oferta de ser idol. 

Ichigo Saitou, quién había fundado una agencia modesta que dirigía con ayuda de su mujer, necesitaba un producto que marcara la diferencia para hacerle la competencia a los grandes. Seleccionar a las chicas fue una ardua tarea. Después de meses de castings ya estaba decidido. Lo único que faltaba era buscar una líder ya que ninguna de las chicas anteriormente seleccionadas tenía la madera suficiente para serlo. Ichigo conoció a Ai en uno de los espectáculos de teatros haciendo de secundario en una obra y tras finalizar la representación la invitó a un batido. Ella en un principio no lo tenía tan claro. <<¿Dar amor a los fans sin saber lo que es? ¿Qué clase de broma es esta?>>, se preguntaba a sí misma. Pero fue convencida por el manager tras explicarle una de las funciones más astutas que una idol debe realizar: fingir querer a sus fans. Era ejercer la labor de un político pero siendo solo una niña ya que tenían en común el vender promesas por muy falsas que fuesen. Todo el mundo alguna vez ha querido oír que le quieren. Por esa razón Ai accedió finalmente ante el interés de buscar ese sucedáneo. Al fin y al cabo nada podría salir mal aunque fuese consumido por un público generalmente infeliz. O eso creía. 

A la tierna edad de diez años se convirtió en idol. En menos de un año ella y sus B-KOMACHI comenzaron a aparecer en los tops. Poco a poco comenzaron a ganar su escala de fans. Ai Hoshino había asumido muy bien su papel y era el peso del grupo. Su belleza y su desparpajo la hacían única. Pasó de ser una chica con la mirada fría y perdida a ser una idol que cautivaba con su sonrisa. Ichigo Saitou la había entrenado muy bien. Ante todo era un producto pero por encima de todo era como una hija. De hecho desde el momento en el que fue contratada se convirtió automáticamente en su tutor y lo más parecido a un padre. Él era consciente de que Ai necesitaba una figura paterna y ahí estaba para cubrirlo.