Capítulo 2. Transición de Tormenta y Calma

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Tras ser acuchillada Ai fue llevada al hospital de inmediato. Aqua y Ruby se quedaron solos por un buen rato. No era muy responsable dejar a dos niños solos con la puerta abierta pero las circunstancias eran las que eran. Los dos hermanos se abrazaban el uno al otro intentando inútilmente contener el llanto y las lágrimas. Ambos tenían los ojos cerrados queriendo creer que todo era una pesadilla y que cuando despertarían todo estaría como antes. Pero no era el caso.

Tras media estando solos y quietos como estatuas apareció Miyako. 

- Niños, estoy aquí -dijo Miyako al entrar con la mirada estupefacta al encontrarse el suelo del vestíbulo repleto de sangre y flores quedándole claro que aquello había sido obra de un maniaco- He venido por petición de Ichigo. Lamento tardar. Ha habido un atasco enorme. Estoy al tanto de lo que ha ocurrido. 

- ¿Sabes si Mamá está bien? -preguntaba Ruby con los ojos completamente rojos y la cara completamente cubiertas de lágrimas. 

- Siento decirte que todavía no tengo ninguna noticia.

Sonó el teléfono y Miyako lo sacó del bolsillo del pantalón. Era su marido.

- Dime. Ichigo -abrió Miyako la conversación. Los niños tenían la mirada fijada en ella para estar al tanto. 

- He llegado al hospital -confirmó Ichigo- ¿Han empezado a desalojar el recinto?

- Lo he comunicado y han empezado a hacerlo. Ahora mismo hay un lío con el tema de devolver el dinero de las entradas... En fin, no creo que sea el momento de hablar de eso... ¿Podrías decirme el estado en el que se encuentra Ai ahora mismo?

- Bueno... -resopló Ichigo- Cuando llegué al hospital Ai quedó inconsciente. La han metido en el quirófano ahora mismo. Me temo lo peor -Miyako apretaba el puño en el pecho- Ahora mismo la policía va interrogarme para aclarar lo ocurrido. Es posible que vayan para allá a investigar la escena del crimen. ¿Has llegado, por cierto?

- Si, estoy aquí. De hecho acabo de llegar. Estoy con los niños.

- Vale, perfecto. Será mejor que no les digas nada a los niños. Es conveniente no preocuparlos. Te dejo. 

- OK. 

Ambos colgaron. 

Miyako al ver de frente a los niños tenía que pensar una respuesta rápida. Los tétricos y pálidos rostros de los mellizos lo hacía muy difícil. 

- Bueno, niños -dijo Miyako- No os preocupéis. Todo saldrá bien -lo único que se le ocurrió fue un mensaje débilmente esperanzador. 

No se atrevía a mentirles. Sin embargo por la expresión de los niños sabía perfectamente que no lo tragaban. 

De inmediato apareció la policía. Con cámaras y material forense. Interrogaron tanto a Miyako como a los niños. Mediante radio se comunicaron con el grupo que estaba interrogando a Ichigo. Tanto los testimonios como las pruebas coincidían por lo que estaban libre de cualquier sospecha. 

Todavía no se sabía acerca del estado de salud de Ai Hoshino. Tanto los fans como el resto del país rezaban porque pudiese salir con vida tras salir la noticia en los telediarios de la noche ya que cuando se canceló el concierto no se explicaron las razones exactas para no armar el pánico. La inexistencias de nuevas noticias hicieron proliferar todo tipo de teorías extrañas como que en realidad ya había muerto y estaban buscando a una doble para sustituirla o que en realidad era un holograma que se había roto. La histeria y la especulación empeoró cuando salió la primera noticia sobre el estado de Ai a las ocho de la mana del día siguiente. Según habían dicho los médicos la intervención había sido aparentemente un éxito estando fuera de peligro, sin embargo se encontraba inconsciente. Ese último detalle no era muy alentador. Podía pasar el tiempo que fuera que Ai estaría como una muerta en vida. A veces la gente se debatía si era peor el coma o la muerte. Ante eso solo quedaba rezar. 

Oshi no Ko What If... Historia de una Madre Vendedora de MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora