JEALOUS

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Han pasado casi dos semanas desde aquella memorable fogata de verano y las cosas han dado un giro inesperado. Conrad, que solía ser una persona importante para la vida del grupo, se ha vuelto extrañamente distante.

Al principio, Summer trató de ignorar el comportamiento inusual de Conrad, pensando que podría necesitar algo de espacio o tiempo para arreglar las cosas.

Pero a medida que los días se convirtieron en semanas, su distancia se hizo más pronunciada. Era como si hubiera construido un muro a su alrededor, aislándolo del resto de nosotros.

En respuesta, Summer recurrió a Jeremiah, ya que Belly estaba demasiado ocupada con el baile de Debutantes, que si eligiendo el vestido o ensayando el baile.

SUMMER

―Jere, por la tarde ¿puedes llevarme a la tienda de Surf?, debo retirar mí tabla―Hablé mientras que Jeremiah se encontraba preparando su batido de todas las mañanas―.

―¿Porqué no tomas la camioneta y vas?―Preguntó burlándose ya que sabía la respuesta a eso―.

―Por qué no se conducir manual, graciosillo―Contesté a lo que Jeremiah se rió―

―Jeremiah ¿puedes darte prisa?―Habló Conrad desde él sofá―.

―Solo vuelve a la cama―Respondió. A a lo que le miré confusa―Conrad estuvo bebiendo y fumando anoche, ahora tiene resaca―Explicó Jeremiah en un tono de voz bajó para que su hermano no lo escuché―.

Summer sabía que junto a Conrad el dejaba de fumar, pero cuando ella no estaba volvía a hacerlo.

―Pero no hay nada que mí batido no curé―Agregó Jeremiah sirviendo el líquido en un vaso y acercandoselo hacia Conrad―No dejes ni una gota.

―Gracias―Murmuró Conrad―.

―Oye, Conrd, ¿Puedo hablar contigo?―Pregunté acercándome al sofá―.

Conrad enseguida se puso de pié con el batido en su mano―Luego. Me voy a nadar―Contestó pasándome por al lado camino hacia afuera―.

La ignorada de Conrad dejó un silencio entre Jeremiah y yo.

―Summer vamos, te enseñaré a conducir manual―Habló Jeremiah tomando las llaves del coche de encima de la mesa―.

Hacía un buen día; el primero en toda la semana. Un día perfecto para conducir. Era el día libre de
Jeremiah y no podía creer que estuviese dispuesto a pasarlo enseñándome a conducir. Conrad lo había
intentado anteriormente pero se rindió a la primera lección cuando acabamos con el coche en un pozo.

Fuimos a practicar a la carretera que conducía al otro lado de la playa. Estaba tranquila. No había nadie más, sólo nosotros. Escuchamos el viejo
CD de Nevermind de Jeremiah que tenía como un millón de años.

—Es sexy que una chica sepa conducir con cambio manual —Habló Jeremiah por encima de Kurt Cobain—. Demuestra que está segura de sí misma y que sabe lo que hace.

―Puse el coche en primera y aflojé el pie del embrague. El coche hizo un derrape y se frenó ―Soy la persona menos sexy del mundo―Hablé―.

―Jeremiah bufó―No saques el pié tan rápido―Explicó y volví a encenderlo―Y no, eres muy sexy de hecho. Quizás no sepas conducir manual pero eres segura de ti misma―Agregó―.

—Pensaba que a los chicos les gustaban las chicas indefensas―Contesté repitiendo las órdenes de Jeremiah―.

—Eso también. Pero resulta que yo prefiero a las chicas inteligentes y seguras de sí mismas.

UN VERANO DISTINTO | CONRAD FISHER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora