CAMPFIRE ON THE BEACH

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Belly y yo estuvimos poco tiempo en el agua, más que nadando, charlando. Es por eso que nos dio frío y salimos rápidamente.

Luego de salir de la piscina nos entramos a bañar para la noche de películas con Laurel, Susannah y mamá.

Cuando salí de bañarme ví que Bell seguía en la ducha así que me acerqué a la sala con Laurel.

-¿Donde estan los chicos? - Pregunté al no vernos ni escuchar sus gritos por ninguna parte. La casa tenía tanta tranquilidad que claramente era porque no estaban aquí -.

-Fogata de verano - Contestó Laurel con una sonrisa - ¿No las invitaron? - Preguntó -.

-No - Contesté con una sonrisa de lado mientras tenía una idea en mente -.

-Recuerdo que un chico de una tienda invitó a Belly
- Mencionó - Pero sabes cómo es ella, es más...casera - Dijo al encontrar la palabra correcta para describirla -.

Dejé a Laurel continuar con su lectura nocturna y subí las escaleras hacia el cuarto de baño de Belly.

-Bell - Murmuré dando unos toques en la puerta para luego abrirla suavemente -.

-¿Qué? - Preguntó ella que seguía en la ducha -.

-¿Quieres ir a una fogata? - Al ejecutar la pregunta Belly asomó su cabeza por la cortina de la ducha -.

-¿A la fogata en la playa? - Preguntó -.

-Si, ¿sabías que iba a haber una? - Pregunté y ella asintió - ¿Por que no me lo dijiste? - Pregunté nuevamente -.

-Porque no iré - Contestó sin más -.

-¿Por qué?, ¿Vas a quedar con Laurel, Susannah y mamá a ver la misma aburrida película de todos los veranos? - Pregunté haciendo que su respuesta diera un giró en su mente y volviera a reconsiderar una nueva opinión -.

-Nadie nos invitó Summer - Mencionó volviendo a cerrar la cortina y siguiendo con su baño cotidiana -.

-El chico de la tienda te invitó - Expresé y Belly volvió a asomar su cabeza -.

-Si pero no me gusta ese chico - Contestó rodando los ojos -.

-No tiene que gustarte, de hecho deberías aprovecharlo y ponerte aún más linda... - Dije pero no hubo respuesta de parte de Bell - Conrad está allí
- Agregué -.

Belly cerró el grifo de repente y salió con su toallón atado al cuerpo.

-Bienn - Aceptó fingiendo que no tenía ganas de ir -.

Sonreí para luego cerrar la puerta del cuarto de baño y dejar a Belly sola para que pudiera vestirse.

Después de que terminará, nos reunimos en la habitación y nos embarcamos en un animado discurso sobre las opciones de vestimenta, los peinados y el maquillaje. Tomadas nuestras decisiones, Belly se encontró en su maleta con un vestido rosa de su amiga Taylor, la cual lo había dejado reservado para esté tipo de ocasiones. Taylor, eres la mejor.

Yo, en cambio, opté por un vestido blanco que abrazara armoniosamente mi físico, cada contorno y curva delineada con elocuencia.

Y sin mencionar a Belly pero estaba perfecta, aunqué lo dijera ella no se lo creería. A pesar de que el vestido no fuera suyo, le quedaba como si lo fuese.

―Conrad se va a morir cuando te vea ―expresé haciéndole saber lo hermosa que estaba―

Una vez listas, nos embarcamos escaleras abajo a un ritmo pausado, orquestando una fuga inadvertida. La tarea se hizo sin esfuerzo debido al compromiso de nuestras madres con una película en el sofá, una película que habían visto unas cincuenta veces.

UN VERANO DISTINTO | CONRAD FISHER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora